Mundo Shinobi - Amigos - 64

En un pequeño laboratorio, dentro de la casa del viejo Orochi, Kain miraba al anciano cortar con un escalpelo una pequeña seta en lonjas. Hace una semana el viejo Orochi había salido a vagabundear en busca de suministros para sus experimentos. En especial, una pequeña seta de tres centímetros de alto con forma de sombrilla. Según lo informado, crecía entre las rocas, por detrás de las cascadas. Muy difícil de encontrar ya que solo vivía durante dos días y después se echaba a perder.

-¿Qué hace eso, abuelo Orochi?- preguntó Kain

El anciano corto otra pequeña lonja de seta casi tan delgada que parecía transparente. La aparto junto con las otras cinco lonjas que ya había cortado y dijo -esta pequeña seta, si se machaca y se mezcla con harina, se puede lanzar a un enemigo y dejarlo ciego por unos treinta minutos. Y cuando me refiero a ciego, es totalmente ciego, mucho más allá de un simple picor o molestia. Se ve todo negro, como si alguien te cubriera los ojos con una tela oscura-

Kain ladeo su cabeza algo confundido y dijo -pero eso no es lo que el abuelo quiere hacer ¿cierto?-

-Para nada- dijo el anciano, haciendo una pequeña sonrisa en respuesta a las palabras perspicaces -además de cegar a las personas, si ingieres el extracto de esta pequeña seta, puedes eliminar cualquier veneno de tu cuerpo. Sin embargo, el tema siempre recae en la persona que lo ingiere. Ya que, si el paciente no es capaz de aguantar todo el proceso de desintoxicación, es inútil-

-Mm-

Después de terminar de cortar la seta en pequeñas lonjas, el viejo Orochi llevo las pequeñas lonjas a otro mesón iluminado por una lámpara con un haz de luz muy fuerte. Sobre el mesón había un microscopio y varios recipientes de vidrio. El viejo Orochi tomo una de las lonjas de seta con una pinza y la deposito en un pequeño recipiente de vidrio. Después busco un frasco cerrado y se apartó de Kain para abrirlo. Después tomo un escalpelo y con la punta, saco unos granos de un polvo rojo y lo deposito sobre la lonja de seta. Una vez todo listo, llevo el recipiente con la lonja de seta y el veneno bajo el microscopio y llamo a Kain con la mano. Le acerco una silla para que se subiera y pudiera mirar por el lente del microscopio.

Kain cerró un ojo y vio con el otro a través de la lente como unos pequeños bichitos casi transparentes dentro de la seta, se comían los metales del veneno.

-Veo a lo que se refiere el abuelo. Parece una pequeña colonia de hormigas descomponiendo un cuerpo más grande-

-Todavía estoy en proceso de estudiarlo- dijo el viejo Orochi

Kain se alejó del microscopio y bajó de la silla. El viejo Orochi movió la silla a un lado y cerró uno de sus ojos para poder mirar con el otro por la lente del microscopio.

Kain desde el lado derecho del viejo Orochi, levantó su rostro y le preguntó -¿El abuelo andaba buscando esto?-

-Sí- respondió Orochi sin apartar el ojo del microscopio -también fui a buscar este juguete. Hace un año llegaron a Konoha, pero como se esperaba de Tobirama, los acaparó todos. Desde entonces he estado intentado hacerme con uno, pero ese tipo es incansable. Así que al final, me cansé y fui a la capital de la nación del Fuego. En cierto sentido me sentí avergonzado-

Kain hizo una pequeña sonrisa y le pregunto -¿Por qué?-

-Si tan solo hubieras visto lo que esa gente ha logrado en sus ciudades. Me sentía como un pequeño campesino yendo a buscar audiencia con el rey. El mundo está cambiando, Kain. Los shinobis miran en menos a los civiles por ser incapaces de ocupar chakra, pero lo que ellos están logrando, es mucho más avanzado de lo que te podrías imaginar. Grandes edificios, calles pavimentadas y grandes centros comerciales. Al final, el chakra nos ha aletargado el cerebro. En la capital ya tienen luz eléctrica. Aquí hace solo unos meses que se está implementando la luz eléctrica-

-A veces me gustaría ir a mirar, pero la abuela dice que soy demasiado joven-

-También lo creo- dijo Orochi asintiendo -cuando Kain alcance los doce años creo que será posible. Para esa fecha ya tendrá la fuerza de un kage y podrá defenderse. Mientras tanto, debe esperar ¿Entendido?-

-Entendido-

Al escuchar la respuesta de Kain, el viejo Orochi hizo una pequeña sonrisa. Después quito el recipiente de vidrio y busco otro frasco con un veneno en polvo de color azul. Una vez más tomo el escalpelo, saco unos gramos del veneno y lo deposito sobre una lonja de seta dentro de un recipiente de vidrio. Una vez puesto el vidrio con los componentes bajo la lente del microscopio, el viejo Orochi movió una vez más la silla frente al mesón y le hizo señas a Kain para que mirara por el microscopio.

Kain se subió a la silla y miró a través de la lente. Asintió viendo algo similar a unas hormiguitas comiéndose los granos de veneno y dijo -abuelo ¿puedo hacerte una pregunta?-

-¿Qué pasa Kain? ¿No me digas que esos chiflados te enseñaron algo escandaloso?- preguntó el viejo Orochi con cierto enfado. Hashirama, Mito y la misma Naori le enseñaban grandes cosas al niño, pero el viejo Orochi se molestaba con ellos porque nunca le explicaban las cosas básicas. Si no fuera por Orochi, Kain ni siquiera sabría los conocimientos que cualquier niño de Konoha, hoy en día, debería manejar -tu mangekyo y la pelea con ese tonto de los Hyuga ya son bastantes preocupaciones para mi viejo corazón-

Kain hizo una pequeña sonrisa y le dijo -para nada, abuelo Orochi. Es otra cosa-

-¿Qué cosa?-

-¿El abuelo Orochi es el papá de mamá?-

El aire pareció haberse estancado por un instante y poco después, el viejo Orochi pregunto -¿Por qué lo dices?-

-Bueno, el cabello de mamá es bonito como el de la abuela. Ella me mostro unas imágenes de su pasado. Pero el cabello de mamá es más parecido al del abuelo ¿de qué color lo tenía el abuelo cuando era joven?-

-Negro, pero eso no indica nada-

Kain hizo una sonrisa astuta y continuo -la abuela es muy popular entre los viejos de Konoha. Incluso entre los que no lo son tanto. Sin embargo, la abuela solo aguanta al abuelo Orochi, por no hablar de sus griteríos cuando la abuela quiere evitar que el abuelo diga algo. Si viviéramos juntos, diría que el abuelo es el marido de la abuela. El abuelo de Kazuhiko, el viejo Kazuto, siempre anda tratando de cortejar a la abuela, pero esta nunca le hace caso en lo más mínimo. La abuela dice que lleva más de sesenta años haciendo lo mismo, se pregunta ¿Cuándo se ira a cansar?-

El viejo Orochi soltó un suspiro y dijo -así es, soy tu real abuelo, pero que quede entre nosotros. Esa anciana malhumorada es capaz de levantarse de su futon y matarme a golpes si se entera que te dije-

-¿Este es el legendario, esposo que teme a su esposa?-

-Di lo que quieras, muchacho, si te llegas a encontrar a una mujer tan mandona y feroz como tu abuela, quiero ver cómo te vas a comportar-

Kain soltó una risita que se transformó en carcajada y casi se cayó de la silla. Sin embargo, el viejo Orochi lo atrapó y lo sostuvo. Después de eso, Kain se bajó, el viejo Orochi hizo a un lado la silla y miró por la lente del microscopio.

-Tu abuela es muy orgullosa- dijo Orochi

-Sí, ya lo sé- dijo Kain de buen humor

-Nos conocimos jóvenes, yo, bueno, no era tan inteligente como pensé que lo era en aquella época. Sabía que ella era Uchiha a simple vista, tu abuela ocupaba un haori oscuro con el dibujo del abanico blanco y rojo en su espalda. Estaba orgullosa de ser una Uchiha y sobre todo de su belleza. Parecía una verdadera emperatriz. Tu abuela mantenía su apariencia, pero sin caer en los excesos. Sin embargo, en cuanto la vi, se llevó mi alma. Jejeje, la perseguí durante varios kilómetros preguntándole por su nombre. Yo era Senju, pero si te soy sincero, ni siquiera recordaba mi propio nombre. Ella se enojó, como podrás imaginar y me respondió lanzándome una gran bola de fuego. En aquella época tu abuela tenía un terrible temperamento, así que decidí seguir viviendo y alejarme por el momento. Sin embargo, cada vez que la veía, la perseguía preguntándole por su nombre hasta que ella me espantaba-

-¿El abuelo es masoquista?-

El viejo Orochi aparto los ojos del lente del microscopio y miró a Kain algo asombrado -¿de dónde aprendiste esa palabra?- preguntó

Kain quedo congelado por un momento e hizo una sonrisa forzada como queriendo despistar al viejo -solo la leí en un libro- dijo -masoquista es una persona que le gusta recibir golpes ¿verdad?-

Orochi asintió sin creerle mucho y volvió a mirar la lente del microscopio -no soy masoquista- dijo en tono serio -solo paso que el amor me achicharro el cerebro. Si me preguntas ahora, que ya tengo todo un camino recorrido, me avergüenzo de la forma en que me comporte. Pero al mismo tiempo, me alegro de haber persistido. Después de unos años, toco el momento de encontrarme a tu abuela en el campo de batalla. Ella era Uchiha y yo Senju. Ambos luchamos, pero por alguna razón, ninguno de los dos ocupó sus mejores técnicas. Ambos fuimos reprendidos en nuestros clanes por haber estado desconcentrados del combate. Vaya suerte tuvimos, si llegan a saber que ya nos conocíamos de ante mano, nos hubieran ejecutado. Sin embargo, no era que estuviéramos desconcentrados. Aunque tu abuela solo me dijo su nombre y quien era, me recordaba como el chico que la pretendía. A lo mejor sintió pena, a lo mejor algún punto de cercanía o unión ¿Quién sabe? En aquella época no era común andar cortejando a una mujer u hombre que no conocías. Nuestros padres nos elegían esposas o en el caso de ella, esposo. Así que debe haber sido algo especial que la siguiera un muchacho como un tonto enamorado. Para mi suerte y desgracia de tu abuela, ella era muy fuerte y joven. Nadie se quería casar con ella-

El viejo Orochi se detuvo, aparto la mirada de la lente del microscopio y le dio a Kain una mirada tan filosa como la de una espada -muchacho- dijo -que ni se te ocurra contarle nada de esto a tu abuela. Te lo juro, me las arreglare inventando cualquier cosa y le diré a Mito que selle tu chakra y te mande a trabajar a los campos de arroz con las manos desnudas ¿entendido?-

Kain retrocedió un paso y entendió que el viejo Orochi realmente le temía a su abuela -sí, abuelo- dijo Kain transpirando sudor frio -ni una palabra, soy una tumba-

Orochi asintió y realizo todo el proceso para probar otro veneno. Una vez que la lonja de seta y un veneno en polvo de color verdoso estuvo debajo de la lente del microscopio, invito a Kain a mirar. Este último se subió una vez más a la silla y miró a través de la lente.

-Como te decía- dijo Orochi mirando a Kain -en aquella época ningún hombre de su clan se quería casar con ella. Incluso el difunto Tajima Uchiha se negó. Una vez dijo a modo de broma que no quería ser golpeado por su esposa. Sin embargo, los hombres que conocían la fuerza y temperamento de tu abuela sabían que lo decía en serio-

-¿Cómo nació mamá?- preguntó Kain apartando el ojo de la lente del microscopio y mirando al viejo Orochi. Este último tomo una profunda respiración, se acercó a Kain y lo tomo por las axilas para bajarlo de la silla. Después lo invito a sentarse en un taburete y él se sentó en otra silla. Se miraron el uno al otro, solo separados por medio metro de distancia.

-Como te mencione- dijo el viejo Orochi -en aquella época nuestros matrimonios eran elegidos por nuestros padres y, en consecuencia, mi padre me eligió una esposa. En aquella época uno no podía quejarme, solo aceptar la situación. No importa si tenías veinte, treinta o cuarenta años, mientras tu padre estuviera vivo, tenías que obedecerlo. Así nos educaron desde pequeños. Así que no me quedo de otra más que casarme. Para esa fecha, yo ya me las había arreglado para conquistar a tu abuela y teníamos encuentros secretos. Así que el día después de la boda fui a reunirme con tu abuela para tratar de explicarle la situación. Nos encontramos en medio de las montañas, frente a una pequeña cascada de tres metros de alto. Era un bonito lugar, lleno de flores y con un pequeño lago en la base de la cascada. Sin embargo, a pesar de mis intenciones, el recibimiento de tu abuela fue todo menos amigable. Casi me mata por lo que ella denomino "ser un descarado". Tú sabes cómo es tu abuela, orgullosa hasta la medula, así que me dejo bien claro que ella nunca sería una amante. Después de eso no nos volvimos a ver en más de veinte años. Gracias a eso, la relación con mi esposa se demoró en florecer y nos demoramos en tener hijos. Como consecuencia de la edad, mi hijo nació y mi esposa murió. En aquella época yo estaba devastado al haber entendido que había perdido a los dos amores de mi vida. Así que, uno de esos días en que estaba muy deprimido, fui al lugar en el que casi siempre nos encontrábamos tu abuela y yo. Para mi sorpresa, la encontré sentada en una roca. Ella seguía tan hermosa como cuando la conocí por primera vez. En cuanto me vio, se puso tensa, pero por alguna razón, no me ataco. A lo mejor fueron los años de no vernos. Dicen que la distancia solo incrementa el anhelo. Ambos ya estábamos más que maduros. De primera solo nos sentamos uno al lado del otro, conversamos durante un par de horas y paso lo que tenía que pasar. Sin embargo, después de esa vez, nunca más nos volvimos a encontrar. Supe de Naoko por los chismes que se cuentan entre clanes. Tu abuela siempre había sido popular entre los hombres, así que algunos se envalentonaron y le ofrecieron matrimonio. Hacerse cargo de la niña, darle una casa y un apellido, pero ella se negó. Hubieras visto el escándalo que se armó en su clan cuando ella dijo que Naoko no tenía padre. El rumor llego hasta los otros clanes y otros tontos también probaron suerte, incluso ese idiota de Kazuto. Tu abuela era bonita como la luna y digna como una emperatriz. Por su apariencia nunca tuvo problemas con los hombres y hubiera tenido a quien ella quisiera como marido. Sin embargo, su temperamento era como el de un dragón y nadie la quería por eso. Bueno, salvo un tonto como yo- Orochi hizo y tomo una profunda respiración -ella es mi luna, Kain, la que me guio y me dio la motivación para perseverar a través de los años de los Estados Combatientes. Yo la amo más que a cualquier cosa en este mundo. Mi única pena es haber nacido Senju, si tan solo hubiera nacido Uchiha, la hubiera hecho la mujer más feliz del mundo-

El viejo Orochi, sentado en su silla, apoyo los ante brazos en sus rodillas y agacho la cabeza mientras se tapaba los ojos con las manos. Sollozo durante un largo rato y Kain lo vio sufrir por nunca haber podido amar como se debía.