Kain solo permaneció medio mes con Ars y Sylphiette. En ese breve lapsus, pudo ver que muchos de los niños eran buenos y quitarse un peso de encima. No es que Kain creyera que todas las personas son malas, pero es inevitable que al pasar las generaciones, los descendientes se alejen de los valores de sus antepasados.
Por otro lado, cuando le toco viajar al continente del cielo, su vehículo de trasporte fue totalmente diferente al anterior. Esta vez era más pequeño, en donde solo podían viajar dos personas, de afilada apariencia como si hubiera sido modelado de una mantarraya negra.
Kain se despidió de Ars y Sylphiette en el aeropuerto y se subió a la nave. Después de eso le pusieron un casco y le ayudaron a colocarse el cinturón. Una vez hecho eso, Kain movió su mano en señal de despedida mientras la cúpula transparente que funcionaba como escotilla descendía sobre su cabeza, asegurando así el espacio del piloto y copiloto. Después de eso, la nave se comenzó a mover a un ritmo lento, hasta aumentar a una velocidad vertiginosa y despegar hacia los cielos.
-Increíble- dijo Kain desde el segundo asiento mientras recibía la presión del ascenso.
-Así es señor- dijo el piloto desde el primer asiento delantero, pero su voz sonaba rara, entre metálica y turbia -esta nave puede superar la velocidad de un wyvern-
-Genial- respondió Kain mirando como se seguían elevando y la presión aumentaba junto con la velocidad.
Después de eso, el viaje fue en total calma, pero en ningún momento se pudo sacar el molesto casco. El piloto le advirtió que ayudaba en muchos aspectos del vuelo. Así que Kain se quedó mirando el tranquilo cielo. De vez en cuando escuchaba al piloto hablar con alguien, de seguro a través de esa herramienta llamada intercomunicador. Otra de las cosas que creo Elías y también maravilloso para Kain. Sin embargo, más que maravillarse por los alcances de la tecnología, se ensombreció por el desastre que dejo. Pasaron por lo que antes era la Zona de Conflicto, al otro lado de la cordillera de Asura. Este lugar también había cambiado igual que Asura y Lapan. No obstante, en vez de tener grandes metrópolis, sus ciudades estaban derruidas y el humo negro se elevaba por todos lados. En medio de las ciudades se veían grandes cráteres y todo tipo de vehículos reventados o partidos a la mitad. Kain suspiro y se preguntó qué trajo a este mundo, qué había hecho de bueno por este mundo. Su único consuelo era saber de qué esta guerra era inevitable, pasaría con o sin su intervención.
-o-
Una vez que se elevaron lo suficiente, vieron el continente del cielo, amplió y majestuoso por sobre las nubes, incluso por sobre la montaña volcánica del Abismo del Dios Dragon. Esto último estaba a la izquierda, a una buena cantidad de kilómetros, coronada por una gran capa de nubes negras hechas por el humo que emitían los volcanes. A su misma vez se veían los wyvern señorearse sobre el cielo.
-Hermoso ¿no lo cree?- pregunto el piloto con su voz metálica
-Así es- respondió Kain
-Por lo que me entere, fueron uno de los puntos de interés de Laplace- continuo relatando el piloto -trato de domesticar a los wyvern como una fuerza de ataque, pero como se esperaba de ellos, no le hicieron mucho caso. Muchos murieron, pero los reyes de los cielos resistieron. Cuando me entere de eso, me hizo feliz. Yo crecí en las planicies cercanas al Abismo y siempre ame a los wyvern, quería ser uno de pequeño. Puede que gracias a ellos quise ser piloto-
-Me alegro por ti muchacho- respondió Kain con una pequeña sonrisa
-¿Señor?-
-¿Sí?-
-¿Usted puede vencer a esa cosa?-
-Para eso vine muchacho, no te preocupes, yo haré mi mejor, así que tú también hace tu mejor esfuerzo arreglando el mundo. Como pudiste vivir en carne propia, no quedo muy bien-
-Así es- respondió el piloto en un tono suave, casi un murmullo
Después de ese breve intercambió, la nave siguió su curso y llego al único aeropuerto del continente del cielo, en la ciudad de la gente Alada. En ese lugar lo esperaban Kain Jr. junto a una gran número de soldados y diplomáticos.
Por su parte, Kain le agradeció el viaje al piloto y bajo de la nave. Después camino hasta a donde estaba su hijo, en el proceso un par de diplomáticos lo quisieron atajar, lo más probable que para adularlo, pero Kain los evadió y camino directamente a su hijo. Una vez que estuvo frente a él, lo abrazo con todas sus fuerzas.
-¿Cómo estas muchacho?- le pregunto Kain
-Cansado padre- le susurro Jr. -quisiera descansar-
-Lo sé muchacho, pero aún no es el momento- le respondió Kain -mientras te quede vida, da lo mejor de ti-
Después de eso, se separaron y se miraron a la cara durante un momento.
-¿Y esa cicatriz?- pregunto Jr. mirando el lado derecho del rostro de su padre
-Me la hizo alguien al que entrene. Era un pequeño guerrero, pero su alma ardió con tanta fuerza que me logro herir-
Jr. asintió con una pequeña sonrisa y empezó a presentar a los que estaban a su alrededor.
Kain Jr. Dragonroad se había convertido en general de las fuerzas de paz contra Laplace. Su cercanía con las personas de influencia y sobre todo con Orsted, le valió la confianza de todos. Por otro lado, no defraudo, ya que defendió hasta el último centímetro de su base y jamás dejo que Laplace se apoderara de la ciudad en donde se ubicaba. Gracias a eso, la alianza tuvo un punto estratégico de distribución de suministros y no tuvieron que retroceder en su avance por el continente demoniaco. Ahora, por haberlo hecho demasiado bien, los altos mandos lo mandaron a vigilar al gran monstruo del continente del cielo. Esto, con la esperanza de que muriera en el proceso o que fuera su último trabajo y se jubilara.
Una vez que terminaron las presentaciones, Jr. Invito a su padre a subirse a un gran vehículo todo terreno de grandes ruedas y le conto todas estas cosas a su padre, el cual estaba furioso por tal trato. Acaso el poder los había envenenado, se preguntó. No obstante, Jr. le dijo que no se preocupara, el clan Tsuki se encargaría de todos los políticos dañinos para el futuro.
Kain abrió los ojos como platos y le pregunto -¿Sakura, mi Sakura está bien?-
-Desde pequeña fue perspicaz y muy precoz, su intuición la hizo prevalecer. No queda mucho, no te voy a mentir. Solo quedan diez miembros del clan Tsuki en estos momentos. Todos aquí, resguardados en el continente del cielo. Sakura como la más capacitada lidera el grupo, en su mayoría niños demasiado jóvenes para entender el futuro que les espera. Sin embargo, Sakura me prometió a cambio del resguardo que no forzaría a nadie a ser del clan Tsuki, ni a tomar el lugar de la sacerdotisa. Una vez que Orsted selle a Hitogami, esa posición será totalmente innecesaria-
Kain asintió y le pregunto -¿En ese caso, quien se hará cargo de los políticos?-
-Ella misma lo está haciendo. Dejo a cargo a los niños de la familia con la única adulta que quedaba y hace dos semanas que los empezó limpiar a todos. Esa niña es increíble, a pesar de que empezó después que nosotros tres, llego más lejos que todos nosotros. Incluso podría reclamar para sí el nombre de Dios de la Espada-
-En ese caso, tendría que luchar una última vez con el poseedor actual-
Jr. Negó con seriedad y añadió -junto con el clan Tsuki, los principales artistas marciales fueron las primeras víctimas de la guerra. Ya casi no quedan luchadores del estilo Dios del Norte o del Dios de la Espada. Se conserva solo el estilo del Dios del Agua porque estuvo ligado a la realeza por años. Ars, se preocupó por eso-
Kain asintió más serió aun al ver que este mundo había dejado de ser lo que conoció en una época. Ahora él era como los wyvern, un remanente de una era que ya no debería existir.
Después de eso, no conversaron más y solo avanzaron en el vehículo todo terreno por las calles de la ciudad Alada mientras Jr. Le contaba todos los cambios que habían. La raza alada era increíble, le dijo. Tenían muchas magias para todo tipo de cosas e incluso los más recientes avances tecnológicos quedaban cortos ante su sabiduría. Por otro lado, una vez que fuera vencida la gran bestia, la gente alada restringiría el ingreso de las personas exteriores por los próximos doscientos años.
Una vez que salieron de la ciudad, se extendió un paisaje boscoso por fuera del vehículo todo terreno. Eran en su gran mayoría arboles milenarios difíciles de rodear incluso si habían cien personas tomadas de las manos. Todo esto era posible por la poca intervención que tenía la gente alada con la naturaleza. Eran sabios, a menos que fuera necesario, jamás talaban un árbol. Si necesitaban un refugio o cazar, tenían la magia. Si se enfermaban tenían magias especializadas para cada tipo de dolencia o hierbas que te curaban en poco tiempo.
Por otro lado, mientras veía pasar el paisaje por su ventana, Kain le pregunto -¿Y porque se quieren alejar del mundo?-
-También le pregunte a mi descendiente la razón de la medida y ella me dijo que era una forma de proteger al mundo- respondió Jr. -ahora está el desarrollo tecnológico y pronto vendrá el desarrollo biológico. Según el sabio de la tribu, la gente de los continentes bajos vendrá a buscar su longevidad y su magia. Si no la conseguían a la buena, la conseguirían a la mala-
-¿Y ellos se pueden defender?-
-Sí, tienen magias defensivas muy poderosas, padre, incluso yo me asombro. Sin embargo, como son una nación sabia, han desarrollado muy pocas magias de ataque-
-Ya veo, pueden mantener a los forasteros alejados, pero no pueden ayudar contra el dragón-
-Así es. Así que estamos depositando todas nuestras esperanzas en ti-
-o-
Una vez que llegaron a la base de la gran montaña que dividía el contienen del cielo. Jr. Llevo a Kain a un teleférico que se elevaba hasta lo más alto de la montaña, permitiéndote ver por un gran ventanal todo el amplio bosque. Lugar de residencia del búho-oso y de los leones marinos. En ese momento eran las doce del día, el sol bañaba el bosque y Kain podía ver como el muro de álamos seguía erguido. Dio una pequeña sonrisa mientras recordaba los viajes con su familia. Su pequeña Sakura anhelaba un pequeño búho-oso en aquella época, sin dimensionar en la enorme bestia que se transformaría. No obstante, poco a poco el bosque se empezó a ver más pequeño y alejar. La cabina se puso helada y el aire frio comenzó a ulular.
Cuando llegaron a la cima, Jr. Condujo a Kain por un largo pasillo de concreto y entraron a lo que era el punto de observación de la bestia, en lo alto de las montañas. A medida que avanzaban un montón de gente joven se fue sumando al grupo y le iban entregando informes a Jr.
Por un lado, Kain estaba feliz porque su hijo parecía un hombre importante que ha alcanzado el máximo desarrollo que puede aspirar una persona. No solo tenía fuerza, sino que más importante, tenía sabiduría y confianza en lo que hacía.
Una vez que llegaron a una gran sala llena de soldados en gruesas chaquetas frente a pantallas semi transparentes y cubiertas de caracteres brillantes, todos se pusieron de pie.
-Bienvenido, general- dijeron todos cuadrándose al unisonó
-Gracias, descansen- dijo Jr. En un tono serió
Al rato después, una niña alada en uniforme militar similar al de los demás, se acercó en un estado de nerviosismo y le dijo a Kain -mucho gusto, señor-
-Mucho gusto, niña- respondió Kain con amabilidad
-Soy Stephanie y bueno, quería saludarlo-
Jr. Soltó un suspiro y le dijo -saluda con normalidad a mi padre, él no es militar y no te regañara-
Stephanie asintió con dulzura y le dijo -mucho gusto en conocerte, gran abuelo-
Kain soltó una risita y le dio un abrazo -mucho gusto, niña, espero que estés bien- dijo
-Sí, estoy super emocionada, el abuelo me dijo mucho de ti, pero, pero yo no soy buena para la magia ni la espada ¿no estas decepcionado?-
-Para nada, niña, más importante aún ¿eres feliz?-
-Con la guerra no, pero espero de ahora en adelante poder ser feliz-
-Entonces da lo mejor de ti, es lo único que podemos hacer-
Stephanie se separó de Kain y asintió con una pequeña sonrisa cargada de esperanzas. Sus alas blancas se agitaron en una muestra de alegría.