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Necesito guardar la calma, no es para tanto, somos esposos, es normal que nos besemos y estemos juntos. Me cuesta algo de trabajo acostumbrarme a este nuevo Akira. Es mucho más sincero y no piensa antes de hablar. No sé si sea buena idea dormir a su lado estando de esta manera, su olor, su voz, sus manos, sus besos. Sacudí mi cabeza al pensar en esto. Tienes que calmarte, Akira está mal, debes apoyarlo como su esposa y ayudarlo a recuperarse. Es por eso que debes quedarte junto a él, por nada más. Guardaré esas ganas para cuando se recupere. No es el momento.

—¡Ay, se quema!—todo por andar pensando en otras cosas. Ahora tendré que volver a hacerlo — suspiré desanimada

Luego de casi una hora en la cocina, pude terminar. Le traje la comida a Akira, supongo que se la daré yo. Espero no ponga resistencia.

—Akira, he traído la comida—me senté a su lado en la cama

—¿Me la darás?— preguntó

—Si, está algo caliente.

—No solamente la comida está caliente en este momento.—mi cara de vergüenza no encontraba donde meterla

—Te ayudaré a sentarte —lo sujeté haciéndolo sentar en la cama

Su cara estaba muy cerca a la mía y Akira no dejaba de mirarme. Es vergonzoso. Me senté nuevamente y acerqué la cuchara a su boca. Akira cerró los ojos y abrió la boca. Es tan lindo y tierno. Sacudí mi cabeza. ¡Concéntrate!

—¿Sabe bien, Akira?

—Si, tendría mejor sabor si me lo das de tu boca —quise hacer de cuenta que no escuché lo que acababa de decir

Continúe dándole la próxima cucharada, pero mis nervios se notaba en mis manos. Las manos me estaban temblando, a lo que Akira comenzó reír.

—No sé que te causa risa, Akira. Será mejor que comas. —no dejaba de mirarme mientras le daba la comida—Tendremos que bañarte, pero lo haré aquí en la cama o a menos que quieras que se contrate una enfermera y que lo haga.

—¿Estarías feliz de que alguien más me vea desnudo?— mi respuesta era obvia

—No, es por eso que lo haré yo. Luego de que no te sientas incomodo.

—¿Cómo podría sentirme incomodo?

Busqué el equipo y lo bañé como pude. Lo escuché jadeando mientras lo tocaba. Tragué saliva al escucharlo así, puedo entender lo excitado que debe sentirse ya que no puede hacer nada. A pesar de no recordar nada, su cuerpo estaba ardiendo como el mismo Akira caliente de siempre. Quise ayudarlo un poco con mis manos,  su rostro estaba rojo y sus jadeos eran incontrolables. Se ve tan sexy de esta manera.

—Lisa, no puedo más—dijo jadeante

Unos segundos bastó para que pudiera descargar toda lo que tenía.

—Eres una esposa muy cruel.—dijo, casi sin aire

—¿Por qué?

—Porque quisiera sentirte a ti.

—No se puede, Akira. Es por eso que lo hice — desvié la mirada

—¿Dirás que no lo deseas?— evadiendo la pregunta, fui al baño a limpiarme

Kaori comenzó a llorar

—Alimentaré a Kaori.—le dije

Busqué a Kaori y la traje al cuarto con Akira. Me senté en la cama y la alimenté, sus pequeños ojitos me miraban. Akira se veía muy contento al verla, al terminar le puse a Kaori en el pecho ya que lo pidió. Akira le comenzó a hablar a Kaori, quien en pequeños instantes se durmió. El escuchar la voz de Akira le hace bien, tanto como a mí. La llevé a la habitación y la acosté en el moisés. Se ve tan tranquila, debe estar tan feliz de poder estar en los brazos de papá.

Me siento algo cansada será mejor que me acueste a dormir un rato, ya mismo se levantará a buscar comida nuevamente. Prendí el monitor y lo traje al cuarto. Me acosté en la cama y me tapé, ha sido un día largo.

—¿No necesitas nada, Akira? —le pregunté antes de irme a dormir

—Si, siéntate encima de mí.

—Akira, no empieces con lo mismo, no vas a desarreglarte. Será mejor que me acueste a dormir. Buenas noches —me giré y me cubrí con la sábana

—¿Realmente crees que estoy tan inválido como para no poder ayudar a mi esposa a calmar sus deseos? No deberías ser tan tonta.

—Siempre con lo mismo, eres el único que te consideras inválido. Jamás he dicho eso, pero no quiero que vayas a lastimarte por mi culpa. ¿Qué te cuesta esperar un tiempo? ¿No acabaste de venirte?

—¿Crees que solo de eso se trata? Si no consideras que estoy hecho mierda, entonces ven aquí.—suspiré molesta y me levanté

No puedo hacer movimientos bruscos por mi herida y si lo lastimo voy a morir de la pena, pero ¿Quién le hace entender algo a Akira?

—¿Así es suficiente?—me senté lentamente encima de él

Estando cara a cara a él, no me atrevía a mover ni un músculo. Podía sentir por encima de la ropa que la ayudita que le di, no fue suficiente. Desvié la mirada al verlo mirándome, con su mano movió a un lado mi bata y acercó su boca a mi seno.

—Akira, ahí no—aunque le dije que no lo hiciera, lo hizo

Se sentía extraño, están muy sensibles. Lo chupaba con mucha fuerza, estaba intentando aguantar mis jadeos ante esa sensación. Mi cuerpo se sentía muy caliente por esto, es como si hubiera pasado tiempo desde que Akira y yo hacíamos esto.

Akira cambio al otro seno, mientras ponía su mano en mi cuello. Mi cuerpo estaba en fuego.

                        *Akira*

Recuerdos

—Tal parece que eres como todas las perras— mi mano presionaba fuertemente su cuello

                        *Lisa*

—Akira, ¿estás bien?— le pregunté, al ver que su expresión lucía extraña

—No sabía que mi esposa le gustaba que la tratara tan mal.—su rostro jamás lo había visto de esa manera. Sujetó mi cuello con fuerza.

—Akira...—le aguanté la mano y me levanté rápidamente, tosiendo casi sin aire

—¡¿Pensabas matarme?!—me alejé lo más que pude

Akira se sujetaba la cabeza con desespero, ¿será que está recordando algo? Su actitud cambió por completo en un segundo, me daba miedo. Será mejor que llame al doctor.

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