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                         *Akira*

—¿Usted es la madre de mi esposa? 

—¿Qué es esa pregunta, Akira? Han pasado tantas cosas en estos últimos días. Le has hecho mucho daño a mi pequeña. De no ser por ti, ella no estaría viviendo estas tragedias. La vida de mi nieta ha estado en riesgo por tu culpa. ¿Así es como pretendes que permita esta relación? ¿Por qué no dejas a mi hija ser feliz? A tu lado no va a tener felicidad que merece. No sabes lo que me duele ver a mi hija llorando por tu culpa.

—¿De qué tragedias habla, señora? Fue un accidente de auto, eso a cualquier persona le puede pasar. ¿Llorando por mi culpa? ¿En qué momento la hice llorar?

—¿Cómo eres tan sinvergüenza de preguntarlo? Por tu culpa mi hija solo a estado sufriendo. Prometiste cuidar de ella y mira lo que sucedió ahora. Tus enemigos quieren acabar con ustedes, ese accidente fue provocado por tus enemigos. Pusiste otra vez la vida de mi hija en riesgo. Si algo le hubiese pasado a lisa, te juro que yo misma te mato.

—No entiendo nada, señora. ¿De qué enemigos habla?

—¿Ahora harás de cuenta que eres un santo y no tienes enemigos? Si no estuvieras en negocios turbios nada de esto estaría pasando. Juraste dedicarte a tu familia y mírate. Mi hija y mi nieta es la que se ve afectada en esto por tu maldita culpa.

—Señora, no sé de qué negocio me habla. No entiendo lo que quiere decirme.

—Quiero que se aleje de mi hija. No quiero que la sigas arrastrando más a esta miserable vida que llevas. Ella es lo único que tengo, no acabes con eso también.

—Tenemos una hija, y yo la amo, es imposible que la deje como me pide.

—Eres un ser despreciable y egoísta. ¿No tienes algo de vergüenza? ¿Todas las desgracias que vivió lisa por tu culpa no te han sido suficiente?

Recuerdos

—Eres despreciable y egoísta Akira. ¡Te odio!

Recordé la voz de lisa cuando me dijo eso

—Mi cabeza duele. Detente, señora.

—Eres tú quien debería morirse, Akira.

—¡Cállese!

—Si no te alejas de mi hija, yo misma me encargaré de sacarte del medio.

                       *Lisa*

—Akira, ya llegué. — al verlo me di cuenta que no se estaba sintiendo bien. Suejetaba su cabeza como si le estuviera doliendo— ¿Akira estás bien? ¿Te duele la cabeza?

—¡Aléjate! ¡Saca a esa maldita vieja de aquí! — gritó Akira

—Akira, ¿Qué te pasa? ¿Por qué le hablas así a mi madre?—mi madre salió de la habitación

—¡Es una perra!

—Mr. Jefferson, llame al doctor inmediatamente. Akira no está bien. — le pedí

—Ya regreso. —Mr. Jefferson salió a buscar al doctor

—¿Por qué no me dijistes que te hice daño, lisa? ¿Por qué no dijiste nada del accidente? ¿Por qué mierdas sigues conmigo?—Akira estaba temblando y se aguantaba la cabeza desesperado

—Akira, ¿Estás recordando?

—Entonces es cierto. ¿Por qué, lisa? ¿Por qué no me dijistes?

—No me hiciste daño, solo relájate. Estoy contigo porque te amo, ¿Por qué más podría ser?

—Por mi culpa casi pierdes a nuestra bebé. ¿Aún así me amas?— gritó molesto

—No fue tu culpa. Relájate, Akira.—esto no se veía bien, así que me acerqué a él

—¡Aléjate de mi!

—No lo haré.—lo besé, pensando que eso le haría reaccionar, solo por un segundo correspondió el beso, pero luego me empujó

—Vete, por favor— lágrimas bajaron de sus mejillas, pero no podía dejarlo así

—No puedo dejarte así. Akira, yo te amo y quiero estar junto a ti y nuestra hija.

El doctor llegó en ese momento. Akira fijó su mirada en él.

—Akira, ¿Qué está sucediendo? ¿Qué te sientes? — preguntó el doctor

—Váyanse todo de aquí, quiero estar solo.—dijo Akira molesto

—No puedo dejarte sin que te estabilices, Akira. ¿Estás recordando?—la cara de Akira se veía pálida y su cuerpo estaba temblando

—Doctor, creo que le duele la cabeza. La ha estado aguantando por mucho tiempo y su cuerpo está temblando, ¿Qué se puede hacer? No quiero que siga sufriendo.—le dije al doctor

—Será mejor que salga de la habitación, señorita. Yo me encargo, de no poder hacerlo reaccionar en este momento tendré que tomar medidas y cedarlo.

—¿Por qué?

—Su estado mental no está estable en este momento y si recuerda cosas que no debe recordar puede volverse más agresivo. Salga de la habitación yo me encargo del resto.

—Akira, por favor. Tienes que mejorarte por nuestra bebé.—Akira me miró fijamente y salí de la habitación

—¿Qué le pudo ocasionar esto? Él estaba bien antes de salir.—no podía aguantar el llanto. No me gusta verlo de esta manera.

—No te preocupes, Akira es fuerte y se va a mejorar. No sé qué le pudo haber causado eso, pero su madre debe saber, ya que ella estaba con él.—dijo Mr. Jefferson

—Tienes razón. Será mejor que la busque. — me encaminé a buscar  la

Caminé casi por todo el hospital hasta que la encontré.

—Mamá, tengo que hablar contigo. Quiero que me digas que fue lo que pasó con Akira.

—Le dije la verdad, lisa.

—¿Qué verdad?

—Que por su culpa has sufrido mucho, hija. No puedes seguir en los brazos de un criminal como él. Te van a terminar matando a ti y a tu hija. ¿No piensas en ella?

—¿Cómo pudistes?, ¿Por qué te metes, mamá? Akira no recordaba nada de su vida pasada. ¿Por qué tuviste que recordarle las cosas que pasó?

—Es un ser despreciable, lisa. ¿Cómo pudistes enamorarte de alguien así? Te ha hecho mucho daño.

—Es mi vida y es el hombre que escogí. No puedo perdonarte esto que acabas de hacer.

—¿Cómo lo defiendes, hija? Por su culpa te hicieron mucho daño. Si tan solo él no existiera, tú podrías ser feliz. Estoy segura que te sientes obligada a estar con él por tu hija, pero un hijo no amarra. Puedes dejarlo, mejor tarde que nunca. No sigas poniendo en riesgo a mi nieta y menos a ti.  

—Que sea la última vez que hables así de Akira. No me siento obligada a nada, estoy con él porque lo amo, porque es el hombre que escogí para mí vida y lo aceptes o no, no me importa. No puede creer que hayas sido capaz de esto, pensé que lo habías aprobado.

—¿Cómo puedo aprobar esto, lisa? Un hombre que abusó de ti, que por su culpa pasaste tantos momentos desagradables. ¿Cómo puedes estar con él?

—De la misma maldita forma que permitiste que mi padre abusara de ti y aún así lo defendías. No tenemos nada diferente, madre.

—¿Cómo puedes hablarme de esa forma?

—Estoy cansada de que quieras seguir decidiendo por mí, en qué te metas en mi vida, mamá. Es el hombre que escogí y es con quién me quedaré, lo apruebes o no.

—Luego no digas que no te lo advertí, hija.

—No te vuelvas a acercar a Akira. Yo necesito personas que quieran su bienestar, no a alguien como tú. No dejaré que nadie más le haga daño, así tenga que hacer lo que tenga que hacer, no te quiero cerca de él.

—¿Prefieres un hombre antes que tu madre? Es bueno saberlo.

—Él no es cualquier hombre, es mi esposo y padre de mi hija, suficiente razón para defenderlo.

—Ese hombre será tu perdición, y sobre mi cadáver voy a permitir que se salga con la suya y me quite lo único que me queda.

—Si le haces algo más a Akira no te lo perdonaré, madre. Si me entero que traicionas a Akira no me va a importar que seas mi madre, será mejor que te olvides que tienes hija. El daño que le causa a él, se lo causas a Kaori y a mi. No te lo voy a permitir.

—No puedo creer que me hables así, lisa. Todo por defender a ese demonio.

—Ese demonio es el único que quiero. Ahora vete, no quiero verte más. No sé te ocurra volver a molestar a Akira o no respondo.

—Espero no te arrepientas de sacar las garras a tu madre por alguien como él.

—Por defender a mi familia soy capaz de todo. No te vuelvas acercar por aquí.—di la espalda y me fui

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