Aurora miró a Jane… A la tigresa del Himalaya, cuyo nombre era 'Jane'.
Pelaje blanco con rayas negras, ella era una 'bola de pelo' muy adorable que logró que Aurora deseara acariciarlo.
Era bastante grande midiendo cuatro metros de longitud y dos metros de altura, con una cola larga y esponjosa tal vez usada por su especie para abrigarse en climas fríos.
Aurora no negaba que era muy hermosa a su manera, como un gato gigante… Cualquier persona admiraría la belleza de esa tigresa.
Por tal razón no se sentía avergonzada por el deseo de acariciarla.
"Entonces… ¿Quieres que seamos aliados de la Academia de Héroes para el desafío grupal?" Preguntó su dueño, Daniel.
Ese joven era el rango S de la academia junto a su compañera.
"Sí. Las dos academias son fuertes y nuestros oponentes también lo serán, pero creemos que un aliado con una fuerza confiable es mejor." Respondió Aurora y desviando su mirada a Daniel, agregó. "Sus resultados en el torneo fueron excelentes, es por eso que esperamos aliarnos."
La Academia Cernunnos era poderosa y fuerte, la destreza del domador junto a su bestia lo convertía en un enemigo demasiado poderoso.
Además, los estudiantes aprendían muy rápido.
Aurora los había visto mejorar y aprender cuando ella vino a enseñar un poco.
Sumando la unidad de los estudiantes y las bestias y ellos como academia, era innegable que eran unos aliados confiables.
Iba a ser obvio que sus oponentes serian poderosos, ya que cada domador de bestia era considerado como dos individuos, no obstante, tenían la fuerza para enfrentarlo.
"Primero me gustaría consultarlo con mis compañeros, pero es muy posible que aceptemos debido a que nosotros también estábamos planeando realizar ese desafío." Dijo Daniel con una expresión fría característica de él.
Aurora asintió.
Su forma de liderar era parecida a Edward, buscando la opinión de sus compañeros y eso era algo que permitía mantener la unidad.
Ninguno de los dos deseaba que hubiera conflicto entre estudiantes si llegaban a estar juntos.
"Y si deseas puedes acariciarla… Jane, no te hará daño." Agregó Daniel al notar su mirada.
Aurora se avergonzó un poco al ver que su intención era revelada tan fácilmente, pero al final aceptó y se acercó para acariciar la cabeza a esa gran tigresa.
Era agradable y la tigresa se dejó acariciar mirando a Aurora seriamente.
¿Cómo sabía que era serio?
La respuesta era la mirada fija innata de un depredador y a pesar de que sonaba raro, ella había conocido a otros de este tipo.
Para alguien que visitaba el bosque mágico llegaba un momento que reconocía algunas expresiones.
"Pensé que no te atreverías." Murmuró la tigresa.
Sin sorprenderse porque hablará, Aurora dio una sonrisa y acarició orejas peludas de la tigresa.
Que sea Rango S, le daba una sensación dominante y mayor fiereza a la mirada.
Seguramente, muy pocos se atreverían a acercarse para acariciarla y si se agregaba que podía hablar y tenía una inteligencia similar a un humano, entonces el número de personas que se acercaría sería mínimo.
Después de todo bastantes personas pensaban que las bestias mágicas tenían un estatus similar a un humano y la trataban de la misma manera.
El contacto no era común en personas que recién se conocían y era lo mismo con las bestias mágicas.
"En realidad, Rupert me dijo que no eras mala." Confesó Aurora sonriendo entretenida.
La tigresa soltó un gruñido bajo, seguramente tratando a Rupert como su enemigo.
Tras disfrutar un rato, se terminó retirando para no molestarla demasiado.
No era mentira que Rupert le había hablado de la personalidad de sus compañeros y habló de Jane tal vez porque ella la había estado mirando bastante la vez que entrenaron.
"Me hubiera gustado abrazarla." Murmuró Aurora al estar en el ascensor sola.
—Creo que ella te hubiera dejado.
Su sistema dio su comentario y Aurora asintió.
Al igual que su compañero humano que según Rupert era un joven con apariencia fría, pero corazón cálido, Jane era similar.
"Esto es mejor. No deseo que piense que la estoy viendo como una mascota." Respondió Aurora bajando por el ascensor.
Para algunas bestias mágicas ser tratadas como 'mascotas' era una ofensa y por esa razón Aurora siempre las trató como compañeros en igualdad de condiciones.
En ese sentido, ella no acariciaría a un León Alado o un Gorila Atronador… Aunque era otro tema si eran pequeños.
Al llegar a la sala del hotel, Aurora notó al Anciano Kernen y al gigante Rupert.
El hotel para los domadores de bestia era muy especial.
Se encontraba al lado de una enorme habitad en donde las bestias mágicas podían ir a descansar, aunque también la sala del hotel era enorme.
Todo para permitir el paso de bestias mágicas de gran tamaño como Rupert a algunas habitaciones del hotel diseñadas para ellos.
Lamentablemente, era para algunas bestias mágicas de menor tamaño.
Individuos gigantes como el Zhar-Ptitsa, no podrían obtener la comodidad que necesitaban en la sociedad humana.
"¿Y cómo fue?" Preguntó el Anciano Kernen sonriendo.
"Lo están pensando, pero creo que aceptaran." Respondió Aurora animada.
El Anciano Kernen ayudaba a los estudiantes a entrenar como hizo cuando la invito a ella, pero aparte de ayudarlo en esas tareas, tomó distancia como los demás profesores cuando se trataba de otras áreas.
"Espero que acepten." Comentó Rupert y al ver que lo miraban, anunció. "Dos academias fuertes unidas… ¡Sus enemigos serán aún más fuertes!"
Se había entusiasmado por la fuerza de los oponentes de la academia que representaba y por más extraño que fuera, Aurora no iba a negar que estaba un poco emocionada.
"Me agrada que hayan conseguido aliados. La verdad es que las demás academias parecen que los miran como un objetivo." Reveló el Anciano Kernen por su parte.
Cada bestia mágica tenía el valor de un punto y si se agregaba su domador, entonces eran dos puntos… Y eso era un número elevado si alguien lograba derrotarlo.
Aurora dio una sonrisa al escucharlo, dándose cuenta de que Rupert le daba un suave codazo a su compañero instándolo.
La diferencia de edad en ambos, aunque no visible era notable por esas interacciones.
Un gorila que sería un 'joven adulto' en personalidad y un anciano con una larga barba blanca cuya edad superaba los sesenta años de edad.
El Anciano Kernen suspiró ante la insistencia de su compañero, dándole una mirada para que se tranquilizara antes de mirarla a ella.
"¿Estos días tienes algo que hacer?" Preguntó el anciano suavemente.
Aurora trató de contener la risa darse cuenta de que Rupert estaba emocionada y al final únicamente logró que sus labios temblaran.
No deseaba poner incómodo a Kernen y menos cuando el compañero que tenía era ligeramente problemático, así que como respuesta negó con la cabeza.
Aparte de la fiesta nocturna que tendría en unas horas, por lo demás estaba disponible.
Las pocas veces que estaba ocupada era cuando entrenaba y visitaba a sus maestros o cuando ayudaba a Edward y entrenaba con Nicole u otros estudiantes.
Rupert soltó un gruñido emocionado y el Anciano Kernen suspiró de vuelta.
"Nos han invitado a participar como oponentes para el desafío grupal. Claro, no nos enfrentaremos a nuestra academia, sino que nos enfrentaremos a otras academias." Reveló el Anciano Kernen y mirando a Aurora, comunicó. "Estoy demasiado viejo para luchar contra jóvenes, pero mi compañero todavía necesita un acompañante."
Rupert la miró con ojos muy animados y una sonrisa vigorosa.
Para la batalla grupal se necesitaban otras personas que se unieran y se había invitado algunos profesores y otros individuos que estaban participando en el torneo como apoyo.
Invitando al Anciano Kernen era algo común, cuando se pensaba que su compañero era un Rango S.
Aurora pudo entenderlo, pero…
"¿Invitan con tanta facilidad?" Dudó Aurora.
Se estaban invitando a profesores con demasiada facilidad y si Aurora era honesta, no todos los profesores eran iguales.
Algunos tenían más experiencia que otros, mejores equipos, objetos e incluso en la personalidad eran diferentes.
"Serán correctamente limitados cuando participen, así que no tienes que preocuparte." Respondió el Anciano Kernen y cuando la vio a ella asentir, preguntó. "Entonces, ¿quieres acompañar a mi compañero?"
"¡Nos vamos a divertir!" Exclamó Rupert sin poder resistirse y la miró con intensa ferocidad.
Le estaba dejando su lugar de domador de Rango S a ella… Y eso significaba que sería considerada como un Rango S y tendría que enfrentarse a los estudiantes de ese mismo rango.
Mirando al gorila cuyos ojos parecían estar en llama, Aurora no pudo resistirse.
"Acepto." Respondió con una sonrisa y Rupert soltó una risa animada.
Sería interesante mirar los combates desde otra perspectiva.
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En una habitación privada en el hotel Cristian se acercó a Andrés e informó. "La Academia Cernunnos acaba de aceptar nuestra alianza."
Andrés siguió usando su reloj holográfico comprobando la situación de sus objetivos y al ver que su amigo lo seguía mirando, murmuró. "Espera un momento."
Estaba revisando por los lugares donde transitaba sus objetivos y con quienes se reunían.
La Ciudad Elelín era una ciudad altamente tecnológica con innumerables cámaras repartidas por toda la ciudad para mantener una alta seguridad.
Así que mientras las personas no usaran métodos alternativos para ocultarse, serian vistos.
Nadie se quejaba, ya que esta ciudad era literalmente del emperador y no era llamada la 'Joya del Emperador' por nada.
Hasta ahora sus objetivos no realizaban nada sospechoso.
Entre sus tres objetivos, se encontraba el anciano de sonrisa amable, una mujer empresaria y un hombre con apariencia de maleante.
El anciano rondaba los torneos como un turista común, la mujer empresaria estaba trabajando y el hombre con apariencia de maleante se las pasaba de bar en bar.
Cada uno de ellos tenía un historial criminal pasado o sospechas de estar relacionado con carteles de droga.
La mujer empresaria en su juventud estuvo en una empresa que traficaba drogas, pero no fue encontrada culpable de nada y el hombre de apariencia de maleante trabajo para un cartel de droga y salió de la cárcel tras cumplir la condena.
Era común que ellos fueran objetivos cuando uno pensaba que los antiguos países sudamericanos eran bastante corruptos y eso no solo se extendía a los políticos, sino que también a la fuerza policial y los jueces.
Muy diferente en la actualidad en donde cada persona que asumía un puesto de autoridad firmaba un contrato mágico.
Así que, si alguien decía que tal vez ellos realizaron acciones ilegales y se ocultaron con sobornos resultaría creíble.
Suspirando al no encontrar nada, Andrés dejo su reloj holográfico con decepción.
Se estaba tomando con bastante seriedad su trabajo y realizaba las comprobaciones en todo momento, dejando que su IA mantuviera vigilado a cada uno de ellos.
"Un trabajo bastante agotador." Comentó Cristian al verlo.
Andrés dio una media sonrisa, ya que no había informado completamente cuál era su trabajo y ahora sus amigos y familiares pensaban que trabajaba para una empresa de seguridad.
"Supongo… Siempre hay que mantener la vigilancia." Respondió Andrés y cambiando de tema, añadió. "Es agradable escuchar la aceptación. Ahora tenemos buenos aliados."
La Academia Cernunnos no solo tenían a sus bestias mágicas, sino que los mismos domadores eran individuos con bastante fuerza.
"Cierto. Luego nos enfrentaremos a ellos, pero creo que ahora tenemos mayor posibilidad de victoria." Comentó Cristian asintiendo con suavidad.
Bastantes estudiantes participarían en este gran combate y no solo cada estudiante tenía una profesión diferente, sino que las mismas bestias mágicas eran diferentes.
Es más, había escuchado de Aurora que algunos estudiantes tenían dos bestias mágicas.
Si bien, únicamente podrían elegir una bestia, la verdad era que podían elegir un compañero diferente para el desafío, teniendo ciertas ventajas.
"Estoy agradecido de que no me eligieran para participar en el Desafío Supervivencia." Dijo Cristian y al ver que Andrés lo miraba, respondió. "Es demasiado pesado."
Ya se habían tomado un tiempo para elegir a los estudiantes que participarían en los diferentes desafíos.
Las autoridades pidieron que ellos presentaran los grupos antes de la fiesta.
Todo eso para permitir que las autoridades los vayan preparando.
En el 'Desafío de Supervivencia' era donde tendrían que ayudar a un miembro herido y Andrés estaba de acuerdo que sonaba como algo demasiado pesado.
Por tal razón, en ese desafío se eligieron a los mejores estudiantes entre los rangos B.
Jordán, Alexey, Nicole, Érica y Leslie.
Los demás serían los estudiantes que elegirían el Desafío Grupal.
Se dejó el Desafío Espartano a los estudiantes de Rango A que, si bien seguramente se enfrentarían a un gran número de enemigos eran muy fuertes.
Dejando a Alice de lado, Clémentine y Rachael eran armas perfectas con los ataques en área.
"La verdad es que el torneo es más interesante de lo que pensé." Dijo Andrés honestamente.
Estos desafíos sonaban muy interesantes, no podía negarlo.
"¿Te arrepientes de no participar?" Preguntó Cristian con curiosidad.
Andrés agitó la cabeza de inmediato.
Ahora tenía trabajo y si bien el torneo internacional era importante por su premio, no podía negar que realizar su trabajo era algo que lo emocionaba y le gustaba.
Mirando la hora en su reloj holográfico, Andrés preguntó. "¿No iras a la fiesta?"
La fiesta empezaría en unas horas y si deseaba ir era mejor prepararse ahora mismo.
Era cierto que iba a ser una fiesta muy formal, pero el Emperador Víctor les regaló a todos los estudiantes un conjunto para que puedan asistir a la fiesta.
Tan solo tenían que ir a cualquier las tiendas de lujo en la Ciudad Elelín y elegir los trajes acordes a la situación.
Esas tiendas ayudarían a los inexpertos a elegir el traje y el conjunto que fuera mejor para la ocasión… Eso era para reducir a los nervios de la fiesta.
Para aquellos que no deseaban pasar vergüenza era un buen método al aceptarlo.
Como era un regalo pago, ayudaba a los estudiantes que no tenían demasiado dinero y no podían permitirse trajes de lujo.
"Me da demasiada vergüenza." Respondió Cristian y sonriendo avergonzado, murmuró. "Asistirán personas demasiado importantes. No tengo los modales, ni la etiqueta para esos ambientes."
Andrés asintió de acuerdo con el murmullo.
Al igual que él, Cristian fue elegido por una beca y venía de una familia promedio.
Esa clase de fiesta tan importante, no era algo que sería de su agrado y a pesar de que según decía iban a ver dos salas para que los estudiantes pudieran tener su propia atmósfera, no ayudaba cuando se pensaba en el alto nivel de las personas.
"Yo tampoco iré. Será demasiado estresante." Reveló Andrés sinceramente.
En cierto sentido había conocido a personas importantes como lo era la Cardenal Brousseau o Urfin como miembro de las autoridades de Grecia y el Imperio Falion, pero una fiesta… Era un tema aparte.
Agregando su trabajo, no tenía razón para aparecer en esa clase de fiesta tratando de hacerse conocer y era lo mismo para Cristian que deseaba servir a su país.
"Entonces, vamos a ver los eventos con los demás." Señaló Cristian con una sonrisa.
Ellos no eran los únicos que se negaron a asistir a ese tipo de fiesta, así que podían divertirse a su manera durante esta noche.
Los eventos de realizados para el público en el torneo internacional era un buen punto turístico para relajarse con los demás.