Capítulo 43: Primer Paso

Habían pasado 30 minutos desde que la expedición salió del supermercado y el grupo ahora estaba en la entrada del puente que conectaba la zona segura con el 'exterior'.

Cloud estaba saliendo de su vehículo junto a las dos bellas mujeres cuando notó la expresión de uno de los guardias - "¿Algo fuera de lo normal?"

"Esas cosas han estado actuando extraño, señor" - respondió el soldado con respeto - "No ha habido muestras de actividad en los últimos días, como si hubieran desaparecido como si nada"

". . ." - Yuriko se quedó en silencio mientras pensaba.

"¿Sucedió algo?" - preguntó Saeko mientras se incorporaba con las demás.

"Según el reporte del cabo, no se han visto ni huellas de esas cosas en el puente" - respondió el rubio - "Eso me molesta un poco"

"Pueden haber dos motivos para esto, uno, hay un grupo de sobrevivientes que está llamando su atención, o dos, habían pocos en la zona y sin querer los hemos acabado" - dijo Saya mientras se acomodaba los lentes - "Aunque es bastante obvio que la primera opción es la más acertada"

"Seamos sinceros, no somos los más afortunados como para entrar a una zona casi limpia" - continuó Yuriko.

Cloud no dijo nada, solo negó con la cabeza porque sabía que era ley de vida que a los protagonistas, siempre le pasan las cosas más raras y peligrosas.

"Supongo que tendremos que estar atentos" - murmuró el rubio con seriedad - "Gracias por la información"

"Es lo que menos podemos hacer, Cloud-sama" - dijo el soldado con respeto.

"El cambio de guardia vendrá mañana, así que podrás encontrarte con tu familia dentro de poco" - con una sonrisa en su rostro, Cloud volvió a subir a su vehículo - "¡Andando!"

* * * * *

"¡¿Por que?!" - gritó un chico mientras corría junto a una mujer tomados de la mano - "¡¿Por que nadie nos ha venido a ayudar?!"

El dúo había estado tratando de encontrar un lugar seguro con la esperanza de poder esperar a ser rescatados.

En un principio pensaron que lo habían encontrado, pero antes de que todo pudiera mejorar, las cosas empeoraron a más no poder.

El chico descubrió que esos sobrevivientes, eran unos monstruos.

Ellos atarían a los sobrevivientes y luego de definir como poder usarlos, los dividían en dos grupos, unos eran los que eran necesarios para sobrevivir, personas como enfermeras, médicos o incluso mujeres para hacer cosas que no era necesario indagar más y el otro eran las presas, sobrevivientes que serían usados como comida... si, escucharon bien, comida.

Ese grupo estaba compuesto por caníbales, personas que no pudieron resistir más el hambre y cayeron en la decisión de devorar a los de sus misma especie.

El dúo se salvó porque al parecer alguien dejó caer el cadáver de una víctima pasada por error frente a ellos justo cuando uno de los sobrevivientes los estaba llevando a la base central.

El chico al ver esto no dudó en tomar a su madre y salir corriendo lo más rápido que pudiera, aunque tenía que agradecer que la persona que los estaba llevando, no era la más fuerte o ejercitada de la cuidad.

En estos momentos la pequeña familia estaba escapando sin saber a donde ir porque podían escuchar como un grupo de personas estaban detrás de ellos.

"¡¿Por que no nos dejan ir en paz?!" - se preguntó el chico con pesar.

Sus piernas estaban empezando a dolerle de tanto correr y no ayudaba que su madre ya estuviera mostrando síntomas de fatiga.

Los dos no habían comido nada en todo el día y ahora les estaba empezando a pasar factura.

El pobre chico solo tenía 12-13 años mientras que su madre era una mujer de unos 38.

"Hijo... corre... déjame aquí y huye..." - dijo la mujer mientras respiraba con pesar - "Ellos me mantendrán con vida... al menos por ahora... así... que usa este tiempo... para pedir... ayuda..."

"¡Pero sabes que es lo que ellos te harán!" - gritó el chico mientras las lagrimas corrían por sus mejillas - "¡No voy a dejar que eso suceda!"

La mujer lo había criado sola.

Él había nacido de una relación que los padres de la mujer no aprobaron y no ayudaba que ella terminara embarazada a los 17, cuando todavía estaba en la escuela.

Una bella mujer de tan solo 30 años, mostrándose mucho mayor de lo que es por el hecho de que todo lo que tuvo que trabajar por darle una buena vida a su hijo.

El pobre chico estaba asustado, pero no se permitiría que su madre, la única persona que lo había apoyado, quedara atrás, no cuando su destino era incierto en las manos de esos bastardos.

Era obvio lo que ellos harían si los atrapaban, a él lo destrozarían para comerlo y a su madre la usarían como juguete hasta que se aburrieran y le dieran su mismo destino.

"Por favor... hijo... corre..." - murmuró la mujer con pesar mientras caía al suelo agotada - "No quiero... que algo te pase..."

"¡Kaasan!" - el chico intentó levantar a su madre, pero no podía reunir fuerza, no con el hambre y cansancio que estaba sintiendo.

"¡Por aquí!" - se escuchó el grito de uno de sus perseguidores - "¡Creo que escuché algo en esta dirección!"

"¡Mierda!" - gritó el chico mientras reunió toda sus fuerzas en un último esfuerzo.

Lentamente levantó a su madre y la apoyó en su hombro mientras caminaba a paso lento.

"Lo... siento..." - era lo único que podía decir la mujer mientras sentía como era arrastrada - "Lo... siento..."

"¡No tienes que disculparte Kaasan!" - le respondió el chico - "¡No es tu culpa!"

". . ." - la mujer no le respondió, solo guardó silencio aunque su mirada estaba llena de preocupación.

"¡Los veo!" - el grupo de sus perseguidores se hacía cada vez más cercano y el sonido de sus pisadas también.

"¡Mierda mierda mierda!" - gritó el chico - "¡No puede terminar todo así!"

"¡Ack!" - la pobre mujer cayó al suelo con su hijo y él no sabía el porque hasta que vio una piedra a un lado la cual estaba ensangrentada - "¡Kaasan!"

"Jejeje, nos tomó tiempo pero por fin los atrapamos" - un hombre miró a los dos sobrevivientes caídos.

"¡Bastardo!" - gritó el chico, solo para sentir como lo pateaban en el estómago.

"No creo que sea mala idea ablandar un poco la carne" - sonrió el hombre - "Pero primero... chicos... ¿que tal si llevamos a la mujer para que nos ayude a liberar un poco de estrés?"

"Jajaja" - los hombres que lo acompañaban soltaron una risa pervertida.

Pero antes de que pudieran continuar, se escuchó el sonido de un disparo.

"¡Alto!" - un grito resonó en el lugar - "¡Manténganse en ese lugar!"

"!" - los hombres se congelaron al ver el cuerpo de uno de sus compañeros.

El chico nuevamente sintió como el sol brillaba, aunque se calmó al ver el estado de su madre.

"No es la bienvenida que esperaba, pero es bueno ver que al menos llegamos a tiempo" - el chicos se sorprendió al escuchar una voz que no parecía ser tan mayor.

Rápidamente un grupo de hombres armados rodeó al grupo, quienes estaban asustados a más no poder.

"Q-Quienes son ustedes..." - dijo el líder con pavor.

"¿Nosotros?" - dijo la voz joven con un tono divertido mientras caminaba frente al grupo, mostrando la imagen de un apuesto chico de 18 años de cabello rubio - "Nosotros somos sobrevivientes, nosotros somos cazadores, nosotros... nos hacemos llamar Los Jueces..."

". . ." - los presentes quedaron en silencio porque nunca habían escuchado hablar sobre un grupo con ese nombre, menos cuando se nota que son fuertes.

"No es difícil de creer que no nos conozcan" - sonrió el chico rubio - "Después de todo, nosotros somo un grupo de sobrevivientes de una zona diferente, una que hemos limpiado completamente a la que llamamos la 'Zona Segura' "

"!" - los hombres abrieron los ojos de golpe cuando escucharon eso.

Nunca pensaron que escucharían algo como una zona segura, pero para su mala suerte, no podrían verla.

Jueces...

Solo ese nombre les daba una gran pista de como era realmente el grupo.

"¡Señor!¡Por favor!¡Ayude a mi madre!" - gritó el chico mientras tomaba a la mujer con cuidado - "¡Ellos la hirieron!"

"Lo se, lo vi" - asintió Cloud con seriedad - "Shizuka-chan"

"¡Hai~!" - y detrás del rubio, una hermosa mujer rubia de grandes pechos caminó, haciendo con esto que los asustados hombres, no pudieran hacer otra cosa que babear por tal belleza.

". . ." - Shizuka solo frunció el ceño con asco al notar las expresiones de los hombres.

"Tranquila Shizuka-chan, solo preocúpate por la mujer" - sonrió el rubio mientras le daba un beso en la mejilla.

"Ok~" - sonrió la rubia mientras revisaba con cuidado a la mujer - "Hmm... no es grave...las chicas pueden con esto"

"Ok, llevémosla dentro" - asintió el rubio, para luego mirar al chico - "Tú también chico, ven para que puedas cuidar a tu madre y de paso me cuentas como sucedió todo esto"

"Gracias..." - murmuró el chico mientras seguía a Shizuka y al soldado que llevaba a su madre con cuidado.

"Señor... ¿que hacemos con ellos?" - preguntó un soldado.

"Ya saben que hacer con aquellos que rompen las reglas" - dijo Cloud mientras escuchaba como los hombres pedían piedad, solo para que luego de unos segundos se escucharan el sonido de los disparos.

* * * * *

Luego de curar a la madre del chico, él les contó sobre como el grupo de esos hombres hacían cosas horribles.

Cloud y los demás no dudaron en ir donde ellos e investigar directamente, solo para comprobar que lo que dijo el chico era verdad, así que hicieron las cosas como siempre, castigaron a los bastardos y liberaron a los inocente.

Cloud solo pudo negar con la cabeza con asco al ver los cuerpos de los hombres que ahora estaban en el suelo.

Las pobres mujeres solo deseaban morir luego de todo por lo que habían pasado.

Saeko quería aceptar sus pensamientos, pero Cloud dijo que era mejor que volvieran a la base central y ver si podían volver poco a poco a como eran antes de que eso sucediera.

Yuriko fue la responsable de matar a los responsables, solo para poder darle la sensación de venganza a las pobres mujeres que muy probablemente terminarían en el grupo X.

"Se lo que están pensando, pero puede que en esos momentos, ellas puedan encontrar a alguien que pueda ayudarlas a salir de toda esa oscuridad" - suspiró el rubio - "Démosle esa oportunidad"

"Señor, hemos revisado la zona y no encontramos a muchos zombies" - dijo un soldado.

"Eso solo hace pensar que Saya tenía razón y esas cosas ahora están concentrándose en otro grupo" - Cloud asintió cuando escuchó las palabras de su subordinado - "Como sea, mejor revisemos un poco más para poder encontrar un nuevo punto de control"

"Podríamos usar el conjunto de departamentos que está a pocas cuadras" - dijo Yuriko con seriedad mientras le daba una foto al chico - "O al menos esa es la opción que nos dio Saya-chan"

"No es mala idea" - asintió el rubio - "El lugar es lo suficientemente grande como para que nuestras fuerzas puedan habitar, sin contar que frente hay otro conjunto de departamentos"

Yuriko solo sonrió - "¿Entonces?"

"Nos dirigimos hacia ese lugar" - sonrió de vuelta el rubio.

* * * * *

Luego de avisarle a las tropas el donde estarían, Cloud dividió a sus tropas.

Un grupo pequeño fue el responsable de mandar a las mujeres y sobrevivientes capturados para llevarlos a la zona segura, mientras que el segundo grupo fue el que siguió con su camino.

Cloud nuevamente estaba mirando por la ventana de su auto, solo para ver los estragos que quedaron por el caos.

El olor a sangre se mantenía al igual que la destrucción en los locales o viviendas del lugar.

"Se siente tan extraño ver todo esto de nuevo" - murmuró Cloud mientras miraba con pesar - "Y solo ha pasado un mes"

Shizuka solo acarició la mejilla de su novio/amante con cariño mientras lo abrazaba con cuidado.

Yuriko miró la interacción con una pequeña molesta, aunque sacudió la cabeza para quitarse esos pensamientos, después de todo, ella no tenía ningún tipo de relación con el chico, aunque tal vez sea porque su pequeña princesa estaba interesada en él.

"Señor... estamos a punto de llegar" - dijo el conductor mientras la mirada del rubio se afilaba - "Ok"

La puerta del auto nuevamente se abrió mientras Cloud salía junto a las dos mujeres.

Los demás vehículos detrás de él también pararon.

"No está tan mal" - dijo el rubio mientras miraba el edificio.

Se notaba que estaba un poco dañado pero era manejable.

"Vamos... es tiempo de ver nuestro nuevo hogar" - Cloud le dio una sonrisa a sus subordinados.

"¡Hai, Cloud-sama!" - gritaron los soldados mientras entraban con cuidado al edificio.

"No podemos dejar que ellos hagan todo el trabajo... ¿verdad?" - dijo Saeko mientras tomaba el mango de su espada con una mirada afilada.

Ella había estado esperando un poco de acción, pero hasta ahora, no había sucedido nada.

"Anda" - asintió el rubio, solo para ver como la chica corría dentro de la construcción a toda velocidad.

"Wow... si que estaba reprimida" - dijo Shizuka con sorpresa al ya no poder ver la silueta de su amiga y hermana.

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Chicos que han leído mi antigua historia, la leyenda del Kyubi... ¿quieren ver algo refrescante? Entonces vuelva a esa historia y lean el 9 y 10 para notar el gran cambio en el inicio de la relación entre Kurama y Mikoto.