El precio de la moralidad

Alejandra estuvo dando vueltas por todo su departamento, estaba nerviosa, al inicio había intentado hacer avances en algún trabajo pero no se podía concentrar en lo más mínimo y terminó por darse por vencida. Decidió que quedarse en el departamento la iba a volver loca así que tomó un par de tenis y salió a correr al rededor del parque.

El parque estaba tranquilo, casi no había transeúntes y había muchos jóvenes haciendo ejercicio, así que siguiendo el ritmo de los demás empezó a correr al rededor del parque, estaba tan concentrada en su respiración y ritmo que no vio a la bici, que se acercó por detrás de ella hasta que la tuvo a un lado, haciendo que se cayera a la jardinera. Se levantó toda raspada y adolorida buscando una banca donde sentarse, encontró una banca amplia y con un hombre sentado leyendo. Se sentó y revisó sus heridas, por suerte no eran profundas ni dejarían cicatrices. El hombre a su lado la notó agacharse constantemente y notó que estaba revisando sus heridas, así que sacó de su bolsillo del pantalón un par de curitas y se los ofreció. Ella las aceptó con una sonrisa y las colocó en sus heridas después de lavarlas con su propia saliva, acción que sorprendió al hombre.

Alejandra no pudo evitar sentir la mirada profunda del hombre y cuando volteo a verlo lo encontró con una expresión de sorpresa mientras hacía una mueca, sabía que él la había visto limpiar su herida.

-¿Nunca habías visto a alguien desinfectar sus heridas a la manera tradicional antes?

-No, es la primera vez que veo a alguien usar su saliva.

-Pues quiero que sepas que no existe en este mundo un mejor desinfectante que la saliva, tiene bacterias que ayudan a eliminar otras que generan infecciones y además ayuda en el proceso de cicatrización mejorándolo notablemente.

-Pues es la primera vez que oigo una mención de ello pero si a ti te funciona no tengo problemas con ello.

-¿Entonces porque haces esa clase de caras mientras me limpiaba?

-Lo siento, no era mi intención ofenderte solo me sorprendió por un momento, no esperaba verte limpiarlas de esa manera.

-Está bien, lo dejaré pasar en agradecimiento por los curitas.

-Vaya, que amable eres.

Alejandra no pudo evitar hacer una cara de disgusto al notar el suave y casi imperceptible tono de burla en el hombre. Lo miró más atentamente, era bastante apuesto con su mandíbula cuadrada y bien definida, esos ojos color ámbar, su nariz recta y su largo cabello castaño recogido en una coleta. Su piel del cobre hacía que sus ojos resaltaran más y le daban mayor volumen a sus delgados labios, era una pena que se viera tan desaliñado con la barba y el bigote que empezaba a crecerle. El cabello se le veía algo grasoso y su ropa le quedaba grande, estaba arrugada y tenía manchas de comida y café por todos lados. La playera gris estaba desgastada de las orillas y le colgaba tanto del cuello que se podía ver su pecho, los pantalones deportivos negros se veían deslavados y no combinaban con las chanclas naranjas de plástico que llevaba puestas. Un desperdicio para los buenos rasgos que tenía.

-Gracias nuevamente por lo curitas pero ya me voy.

El hombre vio a Alejandra levantarse y alejarse, con una mirada profunda y significativa la siguió con los ojos hasta que desapareció de su vista. Se levantó y se fue.

Alejandra llegó a su departamento y cerró con llave, estaba segura de haber sentido su mirada la mayor parte del camino, después de asegurarse que no había sido seguida decidió tomar una larga ducha y cenar algo.

Después de la cena vio que ya eran las diez, estaba a una hora de su cita con @te veo en el chat, así que decidió encender su laptop y distraerse viendo videos de gatos en lo que esperaba que dieran las once. En cuanto su laptop marcó las once, cerró todos lo programas y se metió al chat para contactar con @te veo.

@la verdad: Buenas noches, llegué a la hora que me dijiste

@te veo: Ya veo, tu no te andas con rodeos, casi parece que no podías esperar a charlar conmigo otra vez

@la verdad: Me parece bien que te tengas en tan alta estima pero me parece que cualquiera estaría ansioso esperando una pista que le ayude a resolver un caso

@te veo: Te lo pregunto otra vez, ¿estás segura de que quieres hacer esto? Las consecuencias y el precio pueden ser mayores de lo que crees

@la verdad: Estoy completamente convencida, no puedes disuadirme. Ya dije que estoy dispuesta a pagar cualquier precio

@te veo: Eso dices porque aún no eres capaz de ver el peligro que hay en relacionarse con algunas personas de este grupo. No será una decisión tan sencilla como crees. Ya te lo dije una vez y lo vuelvo a decir, para ser parte de este grupo debes dejar de lado tus ideales de moralidad

@la verdad: Estoy segura, además no creo que no se pueda llegar a un acuerdo razonable con las personas mientras lo discutamos correctamente

@te veo: Bueno tu decisión, lo agregaré a nuestra conversación en este momento. Él solo se conecta de noche que es cuando hace sus negocios

Alejandra comenzó a ponerse nerviosa de un momento a otro, estaba muy segura hace unos instantes pero los múltiples intentos de @te veo por persuadirla la ponían muy nerviosa. Le daba la sensación que estaba entrando en un mundo que desconocía por completo

@empresa x: Buenas noches, escuche que la señorita @la verdad tenía una muy buena propuesta de negocio para mí, ¿es cierto?

@la verdad: Sí, quería discutir con usted sobre el costo de una de sus niñas

@empresa x: No creo que pueda costear alguno de mis productos, pero se la puedo rentar

@la verdad: Estoy dispuesta a negociar un precio justo por ella

@empresa x: Señorita, me temo que no regateo ni vendo ninguno de mis productos

@la verdad: ¿No hay algo que pueda desear como paga en lugar del dinero?

@te veo: Lo que la señorita quiere decir es que está dispuesta a conseguirle cualquier tipo de información que necesite a cambio de uno solo de sus productos. Yo la ayudaré a tener una información de mejor calidad si accede a ello

@empresa x: Muy tentador, es verdad que la información que @te veo proporciona es siempre la mejor y no se puede conseguir en ninguna otra parte del mundo. Es ciertamente tentador pero deben entender que el costo de mis productos no es barato después de todo es una empresa y la perdida de un objeto se traduce en una perdida de millones. ¿Cómo podrían compensar esa clase de pérdida?

@la verdad: Podríamos ofrecerle información exclusiva que no vería jamás en su vida de otra forma

@empresa x: Mmmmm, veo que es una persona dispuesta a lo que sea por obtener su objetivo. Me agrada esa clase de gente

@te veo: ¿Quiere decir que está dispuesto a negociar con nosotros?

@empresa x: Por supuesto. Me dice que puedo pedir lo que sea, ¿cierto?

@la verdad: Por supuesto, cualquier información que necesita se la puedo proporcionar

@empresa x: En ese caso, ¿tiene una foto del producto que desea comprar?

@la verdad: Por supuesto

Alejandra busco en sus archivos y envió la foto de la niña.

@empresa x: Ya veo. Es uno de mis productos más cotizados así que sabrá que para compensar las perdidas tendré que pedir el doble

@la verdad: Por supuesto, es totalmente lógico

@empresa x: En ese caso quiero información sobre un niño y una niña que estén entre los siete y diez años, deben ser muy bonitos y de piel muy blanca. Es lo que más se está vendiendo en este momento. Mándame información sobre niños que cumplan con esa descripción junto con un informe de su dirección y actividades durante el día

Alejandra quedó en shock durante unos instantes.

@la verdad: Ese precio es muy alto, podríamos negociar otro tipo de pago

@empresa x: Señorita, este negocio es muy competido y no puedo perder ganancias, apenas dos niños nuevos podrían cubrir los costos de la pérdida por la niña que quiere. Y eso solo al inicio que es cuando más podemos cobrar, lo vírgenes siempre tienen un mayor precio en el mercado

El estómago de Alejandra se revolvió, no podía con toda esta información.

@la verdad: ¿No se puede compensar de otra forma?

@empresa x: El precio no está sujeto a cambios. Le recuerdo que usted fue quien dijo que podía pedir lo que fuera

@la verdad: ¿Podría darme tiempo para pensarlo?

@empresa x: Está bien, puedo darle doce horas. Tiene hasta el medio día para darme una respuesta, si no lo tomaré como una cancelación de nuestro trato

@te veo: Muchas gracias, mañana lo volveremos a contactar

@empresa x abandonó la conversación

@te veo: Y ¿cuál será tu decisión?

@la verdad: ¿Cuál decisión? Prácticamente me dijo que podía salvar la vida de una niña a cambio de destruir la de dos niños o salvar a esos dos niños a cambio del de la niña. No hay opciones ahí

@te veo: Te dije que debiste abstenerte de contactarte con ese hombre. Te advertí que el precio no sería fácil y aún así dijiste muy segura que estabas dispuesta a pagar cualquier precio. Pues éste es el precio, ¿estás dispuesto a pagarlo?

@la verdad: ¡Claro que no! No pensé que fuera un hombre tan falto de moral

@te veo: Te dije que debías abandonar la moralidad para interactuar con el grupo. Aquí el precio de la moralidad es la muerte o perderte a ti mismo

@la verdad: No puedo de momento con esto, necesito pensar

@te veo: ¿Te conectarás mañana? Podemos hablar antes de la hora establecida para llegar a una solución si no has llegado a una todavía

@la verdad: Está bien. Yo te contacto mañana

@la verdad abandonó la conversación

@te veo: Aquí te espero

@te veo abandonó la conversación

Alejandra tomó pequeñas respiraciones, se sentía mareada y sin rumbo. No tenía idea de que hacer, decidió darle una leída detallada a las reglas del grupo y después de frustrarse decidió tomar una ligera siesta pero por más que lo intentaba no podía dormir. La ansiedad la estaba consumiendo así que decidió pensar en diferente soluciones con lo que tenía antes del medio día.