35. Positivo

Mi madre me pidió hora para el médico para una revisión porque no me veía muy bien, me dieron fecha para un mes después. Daniel me dijo que eso era mucho tiempo, convencimos a una amiga de su clase para que me comprara el predictor la semana siguiente. Cuando ella le dijo a Daniel que lo tenía quedamos con ella.

Esa tarde en su casa me hice la prueba, estábamos esperando los resultados cuando María llego a casa. No se dio cuenta por que estábamos en la habitación de Daniel, cuando llego el momento de mirar lo que había salido yo no quería mirar. Le dije que no podía que estaba muerta de miedo, Daniel dijo:

-¡Tranquila! Yo lo mirare, no pasa nada. Pásame las instrucciones que no se como se descifra esto.- Le pase la caja y el papel que iba dentro, lo leyó y después miró el resultado. Cuando lo miró supe que era positivo por que dijo:

-¡Mierda!- Se mordió el labio y me miró, después me dijo que había dado positivo. Teníamos que ver a algún medico así que me llevaría a urgencias, fingiríamos que me encontraba mal. Le dijimos a María que nos íbamos a dar una vuelta y que volveríamos más tarde. Tuvimos que esperar media hora, cuando nos atendió el medico me hizo muchas pruebas. El resultado tardaría, mientras hablamos de que íbamos a hacer, Daniel me dijo:

-¿Tu que quieres hacer? Es duro decidir esto, ¿Si nos lo confirma, que hacemos?- Le dije que estaba muy asustada y muy nerviosa, estaba en shock. Daniel abrazándome me dijo:

-Si lo confirma puedes abortar, tenerlo o darlo en adopción. Ante todo me tendrás a tu lado, nunca te dejare sola. Tenemos que pensarlo bien nos jugamos mucho, también podemos hablarlo con nuestros padres.- Iba a contestarle algo pero salió el medico y dijo:

-¡Tenemos los resultados! Entrad y os diré que nos han dado.- Entramos, nos sentamos y el doctor dijo:

-Primero de todo voy a examinarte, ve detrás del biombo.- Hice lo que me pidió el doctor, después volvimos donde estaba Daniel sentado. Después dijo:

- Los resultados han confirmado que estas embarazada, también que te faltan unas vitaminas. Lo mejor seria que lo hablarais con vuestros padres, ellos nos pueden aconsejar que hacer. Porque eres joven tienes que tener en cuenta la opción de abortar o darlo en adopción.- Estaba llorando cuando el doctor nos dijo:

-Hay cosas que para evitarlas es mejor no hacer nada que lo haga posible. Si optarais por tenerlo tienes que hablar con el departamento de maternidad para que controlen el proceso.- Asentimos y salimos, paseamos un poco y fuimos al parque cerca de donde había aparcado la moto. Nos sentamos en un banco, al rato volví a llorar de manera silenciosa, las lágrimas caían por mi cara. Daniel no se dio cuenta hasta que una de mis lágrimas cayó sobre la mano que tenia encima de la mía. Me miró y dijo:

-¡Emi! Me duele verte así, no podemos hacer nada ahora, lo que debemos hacer ahora es hablar con nuestros padres. Quizá se enfaden pero nos ayudaran a ver las cosas como son.-Nos tranquilizamos y después fuimos a su casa. Tardamos dos semanas en decírselo a todos. Quedamos que primero hablaríamos con mis padres y después con los suyos.

Esa noche antes de cenar les dijimos que teníamos que contarles algo. Mi padre y mi madre se miraron y le dijeron a mi hermana que se fuera a su cuarto. Ella protestando obedeció, no hablamos hasta que oímos la puerta.

Mi padre dijo:

-¿Y bien? ¿De que nos tenéis que hablar?- Daniel me cogió la mano y dijo:

-Ante todo quiero que tengáis en cuenta que no fue intencionado, nos pillo de sorpresa incluso tomando las precauciones, ha pasado. Si hubiéramos esperado un tiempo quizás no estaríamos en esta situación. No podemos cambiar lo que ha pasado.- Mi madre dijo:

-¿Qué ha pasado? Explícanos más porque así no vamos a ningún lado.-Con la voz quebrada por el temor de cómo se lo tomarían les dije llorando:

-¡Estoy embarazada!- Mi padre se apoyó en el respaldo de su silla, mi madre dijo:

-Por lo que puedo entender de lo que nos has dicho Daniel, tomasteis precauciones, ¿no?- Daniel asintió y dijo:

-Por eso mismo no lo esperábamos, incluso tomando todas las precauciones ha pasado. El doctor dijo que podría haber sido que el preservativo estuviera defectuoso o en mal estado. ¡Pero eran comprados de ese día!- Daniel se golpeo el muslo con el puño, mi padre que había estado en silencio nos dijo:

-¿Y ahora? ¿Qué pensáis hacer? Un bebe no es un juguete, necesita cuidados, manutención y sobre todo un lugar estable. ¿Habéis pensado en las opciones?- Daniel dijo que si pero que queríamos consultarlo con ellos antes, también dijo que sus padres aun no sabían nada. Mi padre dijo:

-Esto se tiene que hablar con calma, has dicho que habéis ido al medico. ¿Os ha dicho que podéis hacer?-Asentimos- Vamos a hacer una cosa, Daniel llama a casa y pídeles a tus padres que vengan. Después lo hablaremos entre todos para hallar una solución.- Daniel se levantó y llamó a sus padres que al escuchar su voz ya sabían que algo iba mal, sobre todo al saber que se iban a reunir también con mis padres.

Cenamos todos en mi casa, María se había quedado en la suya, después de cenar mi hermana fue mandada a su cuarto de nuevo. Mis padres les explicaron a los suyos la situación, por un momento el padre de Daniel dijo furioso:

-¿Y los preservativos para que están?- Daniel defendiéndose le respondió molesto:

-¡Papa! ¿No escuchas cuando te hablo? Te digo que los usamos pero se ve que tendrían algún defecto. Sabes de sobra que los compré pensando en protegernos, ¡si tú mismo me echaste la bronca por comprarlos!, de todas maneras mira para que han servido.- Su padre se calmo un poco y su madre nos dijo:

-Ahora no podéis haceros cargo de un bebe, estáis estudiando. Si decidierais tenerlo tendríais que pensar en que, Daniel tendrías que dejar el futbol y ponerte a trabajar mientras estudias. No consentiríamos que echaras a perder tu futuro en los estudios. Emily, tendrías que quedarte con él bebe y no podrías seguir estudiando. Lo mejor seria un aborto o una adopción, pero el problema con lo último es que podríais encariñaros con él bebe en el proceso del embarazo. – Mi madre que estaba a mi lado me cogió la mano y dijo:

-¡Pensadlo bien! Sabes que nosotros os apoyaremos pero la decisión es vuestra. Pensadlo unos días y cuando lo tengáis claro decídnoslo, entre todos encontraremos la forma de aceptarlo.- Todos nos iban a apoyar, eso relajo un poco la presión que tenia encima. Mientras nuestros padres hablaban nos fuimos a mi cuarto en silencio, escuchando como nuestros padres discutían sobre el tema.

Dentro de mí pensaba que quería tenerlo pero no quería que Daniel dejara lo que más le gustaba, era egoísta. No iba a arruinarle el futuro con un bebe, pensar en ello me dolía mucho por que sin saberlo yo ya quería a ese bebe.Mientras lo estaba pensando mi mano inconscientemente estaba acariciando mi vientre, donde estaba nuestro bebe. Este bebe era el fruto de nuestro amor, no tenia nada de malo y no quería que lo tuvieran otras personas. Daniel me estaba mirando fijamente, como si pudiera leer mi mente me dijo con decisión:

-¡Emi! No quiero ni darlo en adopción ni matarlo, solo quiero que lo tengamos. Este bebe es tuyo y mio, nadie nos lo va a quitar, ¡Lo vamos a tener!- Mi cara de sorpresa era inmensa, le dije asombrada:

-Pero ¿Y tu futbol? Y ¿los estudios?- Cogiéndome las manos me dijo que en la universidad conocía a chicos que trabajaban, seguían estudiando y en cuanto al futbol dijo que era un afición y que jugaría los fines de semana. Me dijo que como tenia algunos créditos le dejarían trabajar en la biblioteca de la universidad. Me contó que si estaba en la biblioteca podría estudiar mientras trabajaba, después me dijo:

-¡Todo va a salir bien! ¡Confía en mi!- Asentimos y nos besamos, después salimos en dirección al salón a decirlo a nuestros padres. Mi padre dijo:

-¿Estáis seguros? Va a ser un camino difícil, tenemos que acordar haber como lo hacemos todo.- Como mis padres lo tenían peor económicamente me ayudarían en lo que pudieran, me iría a vivir con Daniel. Sus padres insistieron en que terminara el curso, después estudiaría a distancia en casa. Daniel tendría que pagar los gastos del bebe y ayudar un poco en casa, yo ayudaría en las tareas para librar un poco a su madre de trabajo. No se nos ponía fácil pero lo habíamos decidido.