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CHICA MISTERIOSA

Desperté inusualmente temprano para ir a la universidad, regularmente me quedaba dormido y se me hacía tarde. Así que hice todo con calma, desde tomar un baño hasta desayunar, y luego caminé hacia donde se encontraba aparcado mi Jeep.

Conduje con tranquilidad hasta la universidad y aparqué mi auto cerca del edificio de mi clase correspondiente. Mis clases transcurrieron sin ninguna novedad y para mi receso decidí ir a comer a mi restaurante favorito francés Le Chat Noir, el cual estaba como a unos diez minutos caminando.

Decidí ir a pie para ahorrar un poco de gasolina, camino allá me perdí completamente en mis pensamientos. Y entonces la vi… Era la chica más linda que había visto desde que llegué a Estados Unidos, llevaba puestos unos jeans negros, un suéter rosa pastel y unos botines negros. En cuanto se dio cuenta de mi mirada, me miró de vuelta a través de sus gafas negras sin que yo apartara mi vista de ella en ningún momento.

Realmente me causaba curiosidad aquella chica, en ese momento me olvidé hasta de mi nombre, así que decidí seguirla a lo lejos hasta que entró en una cafetería a la que yo había ido un par de veces con mis amigos. Tres minutos después de que ella entrara, me detuve frente a la puerta decidiendo qué era lo mejor, ¿debía entrar a la cafetería y establecer contacto con la chica o dejarlo pasar y seguir con mi vida?

En menos de lo que recuerdo ya me encontraba dentro de la cafetería, me dije a mí mismo que todo estaría bien, lo peor que podía pasar era que me rechazara y si sucedía así simplemente seguiría con mi vida sin tomarle tanta importancia. Entonces comencé a buscarla con la mirada por todo el lugar hasta que la ubiqué y pude notar que para ese momento ella ya  estaba mirándome, en cuanto se dio cuenta de mi presencia, bajó la mirada casi de inmediato, esa reacción me causó algo de ternura así que un impulso me llevó a acercarme a donde se encontraba esa misteriosa chica que llamaba tanto mi atención.

Esquivé alguna mesas hasta llegar a la suya y en cuanto estuve frente a ella pregunté si el asiento estaba ocupado, lo cual ella negó con indiferencia. Tomé asiento sin dejar de mirarla, me presenté lo cual ella hizo también y pensé en preguntarle si quería salir conmigo al rato o algún otro día.

Cuando estaba a la mitad de la frase, la mesera llegó con el pedido de Jordana interrumpiendo completamente la conversación. En cuanto estuvimos solos de nuevo, cambié el tema de la conversación inmediatamente pensando que tal vez era muy pronto para invitarla a salir. Regularmente mi conducta era muy precipitada y me gustaba ir rápido con las chicas… pero con ella todo era muy diferente, me intrigaba conocer un poco más que sus labios o su lado cursi; quería conocer todo de ella, desde sus sueños hasta su lado más oscuro, conversamos un rato más sobre el lugar y al revisar mi celular me di cuenta de que ya era hora de regresar a la escuela, pues Y&R está más lejos que mi restaurante favorito. McClane me preguntó si yo no iba a ordenar nada, a lo cual respondí dudoso que mejor lo dejáramos para otro día. Contemplé la opción de perder la clase y pedir un café pero si mi padre se enteraba por alguna casualidad de mi falta, me llevaría de vuelta a Corea inmediatamente, lo cual no quería que pasara. Así que me puse en pie rápidamente y salí de la cafetería sintiendo que había olvidado algo.

Camino a la universidad caí en la cuenta de aquello que se me había olvidado, no le pedí su número a McClane y tampoco sabía de algún lugar como la universidad en la que ella estudiaba para poder localizarla después, sin embargo intenté dejarlo pasar como una mala jugada del destino. El resto de mi día transcurrió sin novedades hasta que llegó la hora de volver a mi apartamento. Antes, pasé al supermercado a comprar algunas cosas que hacían falta en mi neceser y algo de comida para la semana.

Al llegar, recibí una llamada de mi padre la cual contesté al tercer tono luego de aparcar mi Jeep en el supermercado.

—Hola Jong dae, espero no ser inoportuno, pero necesito saber lo que pensaste respecto a mi propuesta del otro día.

—Más que una propuesta, creo que fue un ultimátum.—Dije entre dientes.—Sólo dame más tiempo para pensarlo, ¿Sí?

—Tres meses Jong dae, tres meses y ya no más. Creo que he sido bastante paciente contigo, hasta mis colegas me hacen ver lo blando que he sido contigo. Ellos ni siquiera dejarían ir a sus hijos a Norteamérica en primer lugar.

—Pero tú no eres ellos padre y gracias por respetar mis decisiones.

—Sí, en fin. Espero tu respuesta, por favor sé puntual. Adiós.—Dijo mientras colgaba el teléfono.

Mi padre siempre ha sido así de frío conmigo, así que no me sorprendió que ni siquiera hubiera preguntado cómo estoy o que colgara tan rápido, regularmente sus llamadas sólo eran para dos cosas: decirme las cosas que hacía mal o recordarme que fue un error dejarme venir aquí, entonces respire profundamente para intentar liberarme del estrés espontáneo y luego bajé del auto para entrar al súper. Luego de poner en el carrito todo lo que necesitaba, me dirigí hacia la caja registradora, pagué mis artículos y regresé a mi auto.

Al llegar a mi apartamento, fui directamente a hacer mis deberes escolares, los cuales me tomaron una hora. Al terminar, me hice cereal con leche para  cenar, me puse mi pijama y me acosté en la cama mientras pensaba en McClane, si el destino nos quería juntos, no habría nada que hacer más que esperar y sino, el destino se las vería conmigo.

A la mañana siguiente desperté tarde como siempre, lo normal para mí, y pensé en lo que haría en el día mientras me duchaba. Contemplé la opción de ir a casa de mi mejor amigo y luego ir juntos a  Y&R  después de la escuela intentando coincidir con McClane otra vez. Al salir de la ducha, me puse una playera blanco y negro, un pantalón negro, tenis casuales blancos y mi chaqueta de mezclilla favorita.

Una vez en la escuela, me costó un poco concentrarme en las clases sin siquiera saber por qué, aquello era muy raro en mí, pues regularmente era de los que más ponían atención. A la hora de salida, decidí llamar a mi mejor amigo y quedar con él en Subway, él contestó mi llamada al sexto tono justo unos segundos antes de que yo decidiera colgar.

—Sehun, creí que no contestarías. Nunca lo haces.—Dije un tanto impresionado

—¿qué hay bro?

—¿quieres un Subway?

—Ammm… pues sí.

—Perfecto, entonces te veo en diez minutos en el Sub que está cerca de la uni.

—¿cerca? ¡Querrás decir a quince minutos en auto!—Dijo con sarcasmo

—Ya, no seas nena y ven para acá. Estoy en la salida de la escuela, si quieres vamos en mi Jeep y te paso a dejar a tu casa después.

—¿y cómo se supone que llegue allá si llegué a mi depa hace una hora y mi novia tomó mi auto prestado?

—Pues termina con ella y consigue tu auto de vuelta.—Dije en tono de broma y riendo, aunque su novia de esta semana realmente no me agradaba para nada. Y es que Sehun cambia de novia tan rápido que es complicado tomarles cariño de cuñado, no me puede culpar.

—Ajá y luego tú serás mi novia ¿o qué?—Dijo con un tono sarcástico.

—Sí bebé, así es.—Dije románticamente pero imitando a la vez su sarcasmo.

—Muy gracioso Chen, pero prefiero tomar un taxi, te veo en diez. No te muevas de ahí.

Al llegar a Subway, después de aparcar, bajamos del auto y entramos al establecimiento listos para ordenar. Mientras comíamos, decidí contarle a Sehun acerca de la chica misteriosa de ayer.

—¿y entonces te gusta?

—No lo sé, es muy pronto para decirlo.

—Vamos Chen, a ti te gustan todas

—Pero con ella es diferente, me hace olvidar que "todas" existen. No lo sé, siento que podría ser… "Ella".

"Ella" es nuestro código para decirle al otro que hemos encontrado a la chica que podría terminar con nuestra idiotez y nuestra forma de ver a las chicas como un desahogo físico.

—Es broma, ¿cierto?—Su rostro se torno serio y un poco preocupado.

—No, ella tiene algo distinto a las demás chicas, aunque aún no identifico que es. Supongo que el tiempo lo dirá

Mi mejor amigo cerró sus ojos, dio un suspiro de resignación y volvió a mirarme con cara de pocos amigos, entonces dijo:

–—Bueno entonces, ¿Qué más sabes de ella? ¿Le pediste su número?

——No, lo olvide.—Dije ocultando mi rostro entre mis brazos

—Vaya, esa chica realmente te trae como idiota.—Dijo burlándose de mí y soltando una carcajada que atrajo la atención de todas las personas en el lugar.

—¡Bueno ya! ¿No?, mejor hablemos de otra cosa. Ayer mi padre me marcó otra vez para darme su famoso ultimátum del mes.

—¿Qué te ha dicho?, ¿otra vez quería saber si ya tomaste tu decisión?

—Así es, me dio tres meses ésta vez.

—Pues bro, creo que deberíamos ir a estudiar para el examen de Programación de Máquinas.

—Sí, ¿podríamos hacerlo en Yummy & Ready?

—¿y tú desde cuándo quieres ir a ese lugar?, Siempre lo juzgas de sobrevalorado y sin chiste.

—Su café es bueno.—Dije evadiendo la verdadera razón.

—¡Tú ni siquiera bebes café sino es descafeinado y con tres cubos de azúcar!

—Eres un exagerado.

—Y tú un payaso, mejor estudiemos en mi casa. Quiero estar ahí cuando mi novia regrese con mi bebé.—Dijo lloriqueando.

—¿Tu bebé?

—¡Mi auto!

—No le va a pasar nada, anda, vamos sólo un rato.

Al llegar allí, aparqué cerca de la universidad debido al tráfico que había en el centro de New York (la ciudad donde estudiábamos) y fuimos a pie hasta Y&R. Una vez fuera de la cafetería la vi del otro lado del cristal por segunda vez… Se veía aún más hermosa de lo que recordaba, ella estaba sentada con otra chica y parecía que estaban estudiando a juzgar por sus libros de mercadotecnia en la mesa. Justo cuando McClane le lanzó una papa frita a su amiga, sentí una mano en el brazo que me jaló con brusquedad y me liberó de mi hipnosis con la chica misteriosa.

Resulta que la novia de Sehun chocó su auto en la carretera cuando iba rumbo a su apartamento, así que nos tuvimos que ir de emergencia posponiendo los estudios para el día siguiente. Cuando estuvimos con su novia y vimos la gravedad del asunto,  Sehun le llamó a su padre para que le enviara desde Corea a uno de sus trabajadores para arreglar su auto, estaba tan enojado que terminó con su novia y la obligó a pagar los arreglos necesarios del auto. Pobre chica, eso sí le iba a salir caro, pero al menos salió ilesa gracias a que la tecnología de los autos de la empresa de nuestros padres está diseñada para que el auto sufra los daños necesarios mientras tú sufras el menor daño posible. Una vez que se arregló todo, llevé a mi mejor amigo a su departamento y luego me fui al mío.

Camino allá me puse a meditar en los eventos de mi día,  realmente quería saber el número de McClane pero creo que fue suficiente con haberla visto del otro lado del cristal, al menos por ahora. Al llegar a mi departamento me fui directamente a la cama luego de ponerme mi pijama, espero que mañana sea un día menos ajetreado.

Llegué a la escuela cinco minutos antes de que comenzara mi clase y aproveché el tiempo para platicar con Sehun. Me contó que el trabajador de su padre ya estaba camino aquí y luego dijo que tal vez esto le serviría para dejar eso de las novias semanales por un tiempo. A la hora del almuerzo, decidí intentar encontrar a Jordana en Y&R una vez más, así que salimos del salón y camino a la salida vi algo que no podía creer.

La chica misteriosa estaba saliendo de uno de los salones de la universidad junto a la otra chica con la que estaba ayer y se dirigía justo hacia donde yo me encontraba hasta que se detuvo frente a mí.

—¿Acaso estás siguiéndome McClane?

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