Viejo conocido

Xiao Yan dejó de ocultarse tras ver que había sido descubierto. Se reveló, recorrió al hombre de negro con la mirada, y dijo:

—Solo estoy de paso. No es necesario estar ansioso.

Los ojos del hombre de negro estudiaron a Xiao Yan con frialdad. La edad de la otra parte parecía ser un poco menor a la suya. Sin embargo, basado en sus agudos sentidos entrenados por haber luchado con otros durante muchos años, el hombre podía notar vagamente una sensación de peligro desde Xiao Yan. Su corazón quedó ligeramente sorprendido. Aunque sabía claramente que esos que podían llegar en ese momento a ese lugar definitivamente tenían ciertas habilidades, no había muchos que pudieran hacerlo sentir un poco de peligro.