"Está bien, déjame". Gu Shinian ya había corrido, frunciendo el ceño mientras cargaba a Gu Shiyuan.
Gu Shiyuan era muy gordita y cuando Gu Shinian la cargó, parecía que llevaba una bola de carne.
El sirviente rápidamente dijo: "Joven maestro, lo siento. No tuvimos cuidado".
Gu Shinian agitó su mano.
Gu Shiyuan se aferró a él. "Bruddah, bruddah, bruddah". No podía hablar con claridad y seguía llamando a Gu Shiyuan. Incluso su voz sonaba rara.
Gu Shinian frunció el ceño. "Es 'hermano'".
"Es bruddah".
"..."
Gu Shiyuan vio pasteles que se veían deliciosos y luchó por bajar.
Gu Shinian no tuvo más remedio que seguirla.
Gu Shiyuan tomó un trozo de pastel con su mano regordeta y se lo metió en la boca.
Dos niños que tenían entre siete y ocho años comenzaron a reírse cuando vieron a Gu Shiyuan actuar así.
Fue porque Gu Shiyuan tenía malos modales para comer e incluso dejó caer un poco de pastel al suelo.
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