Gu Jingze miró a Lin Che. Ella lo miró seriamente y su expresión era tan grave por primera vez.
Gu Jingze dijo: —Estás diciendo que no quieres que continúe haciendo esto contigo...
Lin Che también lo miró y le dijo claramente: —Eso es correcto. Creo que esto es completamente diferente de lo que acordamos al principio. Debemos mantener una cierta distancia el uno del otro. Hacer esto ahora me pone en un apuro.
Gu Jingze la miró profundamente a los ojos como si quisiera captar el más mínimo indicio de emoción en ellos que pudiera explicar el por qué.
Sin embargo, si ella quería seguir su acuerdo, ¿Qué más podría hacer él?
Suavemente soltó sus manos y se dio la vuelta. Su postura rígida se veía aún más oscura bajo el brillo de los fuegos artificiales.
También de repente se quedó en silencio.
Después de un largo tiempo, finalmente habló: —Si ya has tomado esta decisión, la respetaré.
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