Capítulo 40: ¿Cómo pudiste provocar a Gu Jingyu?

Lin Che todavía estaba sentada en la silla de ruedas, riendo secamente y sin saber responder estas preguntas. Ella no esperaba reunirse con los periodistas aquí.

Llevaba un vestido formal azul de estilo sling que ligeramente no cubría los hombros. Natural pero generoso, la hacía parecer muy fresca y elegante. Su cabello estaba atado alto y revelaba su cuello con hermosas líneas delgadas.

Han Caiying estaba enfurecida por la ira. Estaba segura de que Lin Che estaba haciendo esto a propósito.

"¿Todavía se atrevía a decir que no tenía interés en Qin Qing?".

Al final, la seguridad retuvo a los periodistas y Lin Che por fin pudo entrar.

Vio a Han Caiying con un vestido festivo de inmediato. Era como si solo tuviera que usar todas las cosas valiosas que poseía para mostrar su riqueza.

Mirando a Lin Che, ella comentó:

—Oye. Dijiste que era un inconveniente para ti caminar. ¿No te dije que no tenías que venir?

Lin Che resopló.

—Oh, ¿lo hiciste? Pero, ¿cómo no puedo asistir al compromiso de mi hermana?

Han Caiying respondió:

—Mírate, cosa patética. En el momento en que llegaste, de inmediato robaste la atención de los periodistas. Por supuesto, contigo en una silla de ruedas, no es difícil darse cuenta.

¿Acaso Han Caiying daba a entender que Lin Che se sentaba deliberadamente en una silla de ruedas para llamar la atención?

Lin Che fue demasiado perezosa para explicar. Ella se rió mientras se sentaba en su silla de ruedas.

—No esperaba que los periodistas estuvieran aquí, madrastra. Ustedes hicieron una ceremonia tan grande que atrajo a la prensa. Gracias al compromiso de mi hermana, tengo la oportunidad de obtener mi propio titular. ¿No es eso lo que dijiste? ¿Qué tendría mi propio titular?

—Tu...

Han Caiying de hecho le había dicho eso a Lin Che, pero era un sarcasmo. Poco sabía que los periodistas no solo conocían a Lin Che, sino que también tenían un gran interés en ella.

Por supuesto, Han Caiying había subestimado el poder influyente de Gu Jingyu. Cualquier chisme sobre él desde luego duraba mucho.

—Muy bien, tienes razón. Ya que tu hermana es tan famosa, es justo que ella cuide de ti.

Solo podía decir esto mientras miraba a Lin Che, pensando que no importa qué, la estrella de hoy era Lin Li.

Al cabo de un rato, dispuso que Lin Che estuviera en un rincón donde nadie la notaría o le permitiría captar el foco de atención.

En ese momento, Qin Qing salió de la distancia.

En un conjunto por completo blanco, Qin Qing se veía extremadamente bien ese día.

Era el protagonista masculino del día, así que, por supuesto, era como el príncipe azul. Tan pronto como apareció, todos los ojos se centraron en él.

Siendo el vástago de la familia Qin, creció con una cuchara de oro en la boca. Estaba destinado a ser un ganador en la vida desde que nació. Hoy, se estaba comprometiendo con la bella, sexy y famosa Lin Li. Causó la envidia entre muchos.

Lin Che vio a Qin Qing desde lejos y pensó en lo bien que se veía.

Ella no podía dejar de mirarlo y lo sintió mirarla también. Ella se recuperó rápido con un corazón amargo. "Una última mirada, una última mirada...".

Era una pena que tuviera que estar con Lin Li. Si se tratara de otra persona, darle las bendiciones hubiera sido mucho más fácil, pero ella se mostró reacia porque era Lin Li. ¿Cómo podía darle sus sinceras felicitaciones?

Cuando Qin Qing vio a Lin Che, sus ojos se iluminaron y se sintió un poco avergonzado.

Estaba en una silla de ruedas, pero aún se veía tan deslumbrante.

Parecía que se veía aún más hermosa que la última vez que la vio, a pesar de que no fue hace mucho tiempo. Era como si ella fuera una mariposa que todavía estaba en una metamorfosis en su crisálida, volviéndose más bella cada día. Un día, finalmente iba a salir de su capullo.

Entonces, escuchó a alguien decir desde el costado:

—¿No es Lin Che?

—¿Lin Che? ¿Quién es ella?

—Se rumorea que es la novia de Gu Jingyu.

—Oh, así que es ella. ¿No estaba siendo solo sensacionalista?

—Sí, las noticias se han calmado, pero se ve mucho mejor en la vida real.

Qin Qing entrecerró los ojos para mirar y pensó que de hecho se veía mejor en la vida real.

Sin embargo, su corazón todavía se sentía incómodo cuando pensó en los rumores entre Gu Jingyu y ella. Pensó que esos rumores deberían haber desaparecido rápido y nunca esperó que siguiera permaneciendo como olas.

En ese momento, el banquete de compromiso estaba por comenzar pronto. Qin Qing estaba a punto de encontrar a Lin Che cuando Lin Li se acercó desde la distancia.

Lin Li llevaba un vestido blanco que la hacía parecer un ángel puro. Qin Qing sonrió y fue hacia ella.

El banquete de compromiso estaba a punto de empezar.

El magnífico banquete de compromiso fue una muestra del poder de la familia Qin y la familia Lin.

La unión de las dos familias definitivamente no fue un asunto menor. Con tantos periodistas alrededor, no tenían espacio para fallas.

Lin Che, quien fue mandada a sentarse en una esquina, miró hacia adelante a Qin Qing y Lin Li. La pareja estaba de pie en el frente y estaban aceptando los mejores deseos de los invitados.

Qin Qing miró a Lin Li con adoración y no pudo evitar sentirse conmovido. Tomando la mano de Lin Li, aseguró:

—Te cuidaré bien para siempre.

Lin Li se emocionó hasta las lágrimas. El compromiso cálido y entrañable era como un cuento de hadas perfecto.

Mientras tanto, Lin Che tuvo simplemente un papel secundario discreto en esta historia.

Aunque estaba sentada con un corazón amargo, ya lo había aceptado.

Durante el compromiso, Qin Qing solo tenía ojos para Lin Li. Cuando todo terminó y Lin Li fue a una entrevista y Qin Qing recordó de repente que no había saludado a Lin Che.

Después de buscar en el área, por fin la encontró en un rincón. Qin Qing caminó hacia Lin Che y le sonrió. Miró su vestido y pensó que se estaba volviendo más y más femenina.

—Lin Che, ¿por qué te escondes tan lejos? —preguntó.

Lin Che miró a Qin Qing y se echó a reír, pensando en silencio que ella no había elegido este lugar. Su madrastra fue la que la había hecho sentarse allí. Por otra parte, incluso en la familia Lin, ella era insignificante. No fue una sorpresa que su madrastra la pusiera allí.

Qin Qing miró a Lin Che y continuó:

—Quería preguntar qué estaba pasando con ese rumor entre Gu Jingyu y tú.

Lin Che respondió en voz baja:

—¿Por qué le prestas atención a eso también?

Qin Qing respondió con una sonrisa:

—Aunque no quisiera, las noticias me bombardeaban todos los días.

Lin Che se rió, avergonzada.

—Esos son simplemente rumores.

—Eso espero. Sin embargo, es mejor que te mantengas alejada de ese hombre. Te he dicho que no es tan sencillo.

—Apenas lo conozco. Es solo un amigo y no se parece en nada a lo que se dijo en el artículo.

Qin Qing escuchó y asintió.

—Es bueno escuchar eso. Solo temo que no sería bueno si una chica tonta como tú fuera engañada.

Lin Che solo pudo sonreír con amargura.

"Sí, ella era tonta".

En ese momento, Lin Youcai parecía ver a Lin Che y Qin Qing charlando alegremente desde lejos. Sus cejas se fruncieron.

"Esta Lin Che se está volviendo más descarada en estos días. ¿Qué pensaría la gente si la vieran hablar con su cuñado de esa manera?".

Lin Youcai caminó hacia ellos sin vergüenza. Sonriendo a Qin Qing, dijo cortésmente:

—Déjame hablar con Lin Che.

Era un derecho dado por Dios que un padre hablara con su hija, así que desde luego, Qin Qing se puso de pie de inmediato.

—Oh claro, tío. Ustedes dos disfruten su charla.

Una vez que Qin Qing se fue, la cara de Lin Youcai se oscureció.

—Lin Che, ¿qué está pasando contigo? ¿Cómo terminaste teniendo rumores con Gu Jingyu?

"Gu Jingyu de nuevo".

Lin Che se rió con frialdad y respondió a su padre:

—No eran más que rumores. ¿Qué hay de malo?

La cara de Lin Youcai se puso rígida de inmediato por su actitud.

—¿Qué pasa? Dime qué anda mal. Te di la oportunidad de casarte, pero la rechazaste y ofendiste a la familia Cheng, dejándonos para limpiar tu desastre. ¿Sabes cuánto tiene la familia Cheng? Huiste y provocaste gente. Sé que quieres ser famosa, pero Gu Jingyu no es alguien con quien jugar. De verdad. Solo por la fama, estás dispuesta a hacer cualquier cosa. Un día, lo pagarás y solo entonces lo lamentarás.