Capítulo 38: Inesperadamente, él se sintió decepcionado

Lin Che estaba en una agitación emocional. Ella no sabía cómo podría salir de la casa mañana.

Le echó un último vistazo a su Weibo. Para su sorpresa, su cuenta de fanáticos había aumentado en decenas de miles en poco tiempo.

Sin embargo, no tenía que pensar para saber que probablemente todos esos eran detractores. Lin Che solo pudo suspirar y bajar el teléfono.

Gu Jingze frunció el ceño a su lado.

—Si vas a dormir, no juegues más con tu teléfono.

—Solo eché un vistazo. Dormiré pronto.

Ella yacía de lado, frente a Gu Jingze. Sus ojos ya estaban cerrados. Incluso acostado, el cuerpo de Gu Jingze era recto por completo. Cada vez que Lin Che lo miraba, ella siempre sentía como si él no se moviera en absoluto en la noche.

Lin Che miró su rostro que estaba todo iluminado bajo la débil luz brillante. Solo la mitad de su cuerpo estaba cubierto por la manta, por lo que su cuerpo muy fornido estaba dividido en dos lados a la perfección, uno brillante y otro oscuro. El lado brillante destellaba con una sensualidad y firmeza de color bronce, pero el lado oscuro provocaba pensamientos aún más salvajes que el lado brillante. Parecía estar bañado por una capa de luz tenue y rosada. Su extravagancia daba lugar a una espléndida tentación.

Cuando cerró los ojos, sus pestañas aparecieron incluso más largas de una manera que evocaba más ternura. Sus labios perfectamente formados estaban algo levantados y la línea de su mandíbula perfilaba sin problemas su hermoso rostro en su totalidad, manteniéndolo terso. Debajo de esa cara atractiva, la manzana de Adán en su garganta se movía ligeramente. Más abajo, sus clavículas estaban en una posición donde se podían ver con claridad. Incluso mientras así acostado, su forma se podía distinguir con nitidez.

Aún más abajo...

Lin Che giró la cabeza rápido. Esto fue en serio fatal.

Se sentía como si hubiera entrado en trance por causa de su belleza.

Al mirarlo de esta manera, tenía de verdad una sensualidad fatal.

Además, de repente recordó que este era su marido.

Aunque solo estaban casados de nombre, de hecho era su esposo. La ley reconoció esto.

Sin embargo, era una pena que tuviera otra mujer en su corazón.

Ella suspiró antes de voltear su cuerpo y acostarse bien. Con sus nervios alborotados, realmente no dormía bien. Estuvo medio dormida toda la noche, pero al menos no volvió a moverse.

Incluso Gu Jingze estaba asombrado.

Al principio, había creído que ella terminaría dando vueltas, atacando cada punto de su cuerpo, pero después de esperar bastante tiempo, no se movió ni un centímetro para su sorpresa.

Él había permanecido despierto durante bastante tiempo porque había estado dispuesto a ser acosado por ella, pero ella no lo hizo.

Gu Jingze no tenía idea de cómo se quedó dormido, pero se dio cuenta de que en realidad sentía una ligera sensación de decepción cuando por fin se durmió.

***

Al día siguiente, los dos regresaron a casa en un automóvil. Gu Jingze le mencionó:

—Mi familia quería invitarte a casa para una comida.

—¿Eh? —dijo Lin Che mirándolo con sorpresa.

Con una expresión pausada, Gu Jingze agregó:

—Pero ya rechacé esa invitación.

—Oh... —expresó; ella había estado muy asustada al respecto—. Sí, si vuelvo ahora, definitivamente me preguntarán sobre el escándalo. Tampoco sabría qué decir, así que es mejor no volver.

Gu Jingze inclinó la cabeza y la miró, con una expresión tan oscura como la tinta. La miró antes de fruncir los labios y girar de nuevo.

Después de salir del auto, Gu Jingze se dirigió hacia adentro con grandes pasos.

Lin Che solo podía meterse en su silla de ruedas por su cuenta.

Cuando la criada vino a empujarla, Lin Che levantó la cabeza y le comentó:

—Su señor es muy molesto.

—…

La criada sonrió secamente, sin saber qué debía decir.

Después de que Lin Che terminó de ordenar, se apresuró a ir a la empresa.

Cuando vio a Yu Minmin, le dijo, frenética:

—¿Cómo están las cosas, hermana Yu? ¿Se han resuelto?

En el momento en que Yu Minmin vio a Lin Che, se acercó y le respondió:

—Sí, ya no tienes que estar tan ansiosa. Vi que las noticias han sido controladas. Por el momento, las noticias sobre Gu Jingyu y tú están prohibidas de ser publicadas de nuevo. Los informes de ayer también fueron eliminados.

Sorprendida, Lin Che expresó:

—No puede ser.

—Parece que el equipo de Gu Jingyu tomó acción. De todos modos, nuestra empresa no tiene tanto poder ni tiene conexiones tan poderosas. No pudieron haber bloqueado las noticias, así que es probable que lo haya hecho el lado de Gu Jingyu.

Lin Che dijo en un tono confuso:

—Pero ayer, Gu Jingyu incluso dijo que no lidiaría con eso.

De inmediato, Yu Minmin miró a Lin Che con asombro.

—¿Cuándo dijo eso?

—Ayer por la noche, en WeChat.

—Oye, ¿Gu Jingyu y tú incluso se contactan en privado? —preguntó Yu Minmin, mirando a Lin Che con un ligero interés.

Lin Che se apresuró a decir:

—Por supuesto que no. Solo ayer agregó mi WeChat. Quizás trataba de manejar el escándalo.

Yu Minmin la miró como si estuviera ocultando algo con cuidado. Sonrió y afirmó:

—Realmente subestimas a Gu Jingyu. Él no tiene que lidiar con estas cosas en persona. Puede simplemente dejárselo a su personal.

—Eh, ¿es así?

Por supuesto, Lin Che no era como Yu Minmin, que tenía un conocimiento profundo de estas grandes celebridades en la industria del entretenimiento.

—Gu Jingyu es muy difícil de tratar. Mucha gente piensa que es difícil acercarse. Además, no tendría en absoluto ningún contacto con los novatos.

—Eh... ¿y por qué es tan diferente del Gu Jingyu que yo conozco? —dijo Lin Che—. Creo que es bastante agradable y tiene una forma muy divertida de hablar. Es solo un poco sarcástico.

—¿Es eso así? Entonces... disfrútalo.

Cuando terminó de hablar, le dio unas palmaditas en el brazo a Lin Che.

Lin Che se encogió de hombros sin decir nada. Ella pensó que tal vez tenían conceptos errados sobre él porque no lo conocían bien.

Después de todo, Yu Minmin definitivamente nunca había estado en contacto con Gu Jingyu antes. Ella solo había preguntado y escuchado acerca de él. Cuanto más se propagaban estos rumores, más exagerados se volvían.

En cualquier caso, Lin Che sintió que esto probablemente lo había hecho el equipo de Gu Jingyu.

Después de todo, su equipo tarde o temprano no podría tolerar esto.

Entonces, después de pensar un poco, Lin Che le envió un mensaje de WeChat que decía: "Veo que lo has manejado. Lamento mucho este escándalo y te agradezco que hayas estado dispuesto a resolverlo".

De manera sorprendente, el amigo Gu Jingyu parecía estar disponible todo el tiempo. Ya había llegado su respuesta. Lin Che vio que había respondido: "¿Qué resolví?".

"¿No fue tu equipo el que resolvió el escándalo?".

"Por supuesto que no lo fue. Oh no, qué pena. Todavía quería verlo un par de días más. ¿Ahora se acabó?".

Lin Che realmente quería vomitar sangre.

"Vete y muérete. Gracias a Dios, se han retractado".

"Qué cruel".

Cuando terminó de enviar mensajes de texto a Gu Jingyu, Lin Che resopló y dejó el teléfono.

Pero ella pensó que era extraño. "¿Qué estaba pasando?".

***

Por otro lado, en el lado de Gu Jingze, Qin Hao bajó la cabeza y le aseguró a Gu Jingze que estaba sentado en su silla ejecutiva:

—Señor, ya hemos resuelto el asunto. Todos los informes han sido eliminados. Además, a corto plazo, no se publicarán más informes sobre el tercer joven amo.

Gu Jingze respondió de acuerdo a secas.

Qin Hao le preguntó:

—En ese caso, ¿necesitamos dar un aviso al tercer joven amo?

Hasta la fecha, el tercer joven amo todavía no conocía la identidad de Lin Che, por eso se había producido tal error.

Gu Jingze reflexionó un rato.

—Olvídalo. Si le avisamos, no sabemos si él vaya a crear problemas. Quizás las cosas sean más pacíficas si él no se entera.

Gu Jingyu fue el más rebelde de los tres hermanos, y era común que él hiciera cualquier cosa para hacer infelices a los demás.

Qin Hao dijo:

—Entonces, si pasa algo más, señor, voy a esperar sus instrucciones.

—Espera un momento —habló Gu Jingze—. Bloquea las noticias sobre Gu Jingyu durante dos meses para que se comporte mejor.

Pero incluso con esto, Gu Jingze todavía se sentía incómodo dejándolo ir sin un poco de castigo.

Al escuchar esto, Qin Hao solo pudo responder:

—Sí, señor.

Solo cuando Qin Hao se fue, Gu Jingze bajó la cabeza para mirar el artículo.

En el artículo, se mostraba una imagen de Gu Jingyu y Lin Che en el mismo cuadro hablando y riendo juntos. Fue realmente repulsivo a la vista.

Mirarlo lo perturbaba.

Simplemente tiró el artículo detrás de él. Frunciendo el ceño, pensó: "Qué mal juicio tienen estas personas. ¿Se ven como si pudieran estar juntos?".