Tang Mengying abrió la ventana y se sentó en la cama. Seleccionó algunas fotos que había hecho y se las envió a Su Qianci a través de su teléfono móvil.
La primera clase de la tarde acababa de empezar y el teléfono de Su Qianci empezó a sonar sin parar mientras el profesor entraba. Estaba mortificada. Se disculpó rápidamente y lo silenció. Mientras el teléfono vibraba, vio que las notificaciones indicaban que estaba recibiendo imágenes.
Se las enviaba Tang Mengying.
Su Qianci ni siquiera quería verlas. Cuando estaba a punto de meter su teléfono en su bolso y concentrarse en la lección, le llegó una línea de texto: "Mira, este es un regalo del hermano Sicheng...".
Frunció el ceño y abrió el mensaje. El texto entero decía: "Mira, este es un regalo del hermano Sicheng, una casa así de grande y bonita...".
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