Originalmente, Lin Yun no esperaba demasiado de esa subasta. Después de todo, la gema mágica que se necesitaba para el núcleo de la Rueda de los Diez Mil Hechizos solo podía calificarse como invaluable. Había ido hasta allí nada más que para probar suerte y ver si aparecía algo interesante, pero no esperaba que esta fuera tan buena y pudiera obtener dos objetos que necesitaba. Finalmente se estaba concentrando en la subasta.
Era algo que valía la pena visitar.
Aunque no pudiera encontrar la gema central para la Rueda de los Diez Mil Hechizos, habría valido la pena si podía completar una parte del Bastón de la Fatalidad.
Hasta estaba un poco arrepentido...
Si hubiera sabido antes que en Okland había materiales mágicos tan buenos, habría visitado ese lugar antes en lugar de perder su tiempo en Ciudad de Mil Velas. No solo había perdido tiempo sino que, además, Cadgar se había aprovechado de él.
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