Los extraños eventos que le ocurrieron al grupo mercenario Red Hawk hicieron que Rhode albergara ciertas dudas y se pusiera cada vez más vigilante. Aunque por fuera parecía haber sido un accidente, sentía que algo andaba mal. Tal como Shauna había dicho, aquella persona le había dado 150 monedas de oro como depósito. Esa cantidad de dinero era demasiado como para ser solo por diversión.
No cabía duda de que algo estaba ocurriendo detrás de bastidores.
Rhode consideró las consecuencias en su mente y, al final, se negó a permitirle a Lize que recogiera información sobre Red Hawk. Como Barney había causado una desavenencia entre sus dos grupos mercenarios, Rhode no pensaba arreglarla, y le pidió al Viejo Walker que volviera a la Asociación de Mercenarios asumiendo su «yo viejo».
—Cuando vuelvas a la asociación, ayúdame a vigilar cualquier movimiento anormal —le dijo Rhode al viejo Walker, sentado detrás de un viejo escritorio de madera en el estudio mientras escribía algo en un papel—. Infórmame inmediatamentesi hay algo particularmente extraño. Luego, si es posible, consígueme un tanque.
—¿Tanque? Nunca he oído hablar de eso.
Rhode se dio un golpe en la frente. Luego corrigió rápidamente su oración.
—Eh, encuentra a alguien que pueda quedarse al frente cuando estemos en problemas. Recuerda, no necesitamosmás de dos personas. Aunque por el momento nos hacen falta miembros, el aspecto en el que debemos mejorar es nuestro trabajo en equipo.
—¿Alguien que pueda quedarse al frente? —Habiendo oído loque Rhode le pidió, el viejo Walker se acarició su lampiña barbilla y se quedó pensando—. Mmm, tengo algunaspersonas en mente. Pero, muchacho, creo que deberías estar listo para gastar bastante.
—¿Cuánto? —Rhode alzó la cabezay vio al viejo que estaba sentado frente a él.
—300 monedas de oro —el viejo Walkersonrió.
—¿Tanto? —Rhode fruncióel ceño. La recompensa de oro por completar el cementerio de Pavel solo era de 500 monedas. Ahora el viejo Walker decía que necesitaba más de la mitad de eso, lo que confundió un poco a Rhode. Normalmente, reclutar a un mercenario no requería tanto dinero. Uno decente apenas costaba unas 100 monedas de oro. Incluso había mercenarios que no querían dinero por unirse a un grupo. Por ejemplo, Marlene y el viejo Walker. El anciano solo había querido 50 monedas mientras que Marlene solo estaba interesada en ganar experiencia. ¿Y ahora Walker quería 300 monedas de oro para reclutar gente?
El viejo sonrió con ironía ante la reacción de Rhode. Desde que se unió al grupo mercenario, Rhode siempre había tenido una actitud sarcástica hacia él. Así que de alguna forma quiso darle una cucharada de su propia medicina. Por supuesto, no diría sus intenciones explícitamente porque ya era parte del grupo, pero... Cuando hay ganancias de por medio, gastar dinero es inevitable.
—De acuerdo —Pero para su consternación, aunque Rhode había expresado sorpresa al principio, no se enojó ni se alegró. En cambio, abrió una gaveta y agarró una bolsa de oro antes de arrojarla casualmente sobre la mesa—. Aquí hay500 monedas de oro. Tómalas.
—¿Eh? —Al ver esto, la cara delviejo Walker se puso tiesa—. Oye, muchacho, ¿esteno es nuestro pago? ¿Y me lo estás dando como si nada?
—No importa. Por el momento, no necesitamos usar el dinero. Ya que lo necesitas, llévalo contigo.
Ni siquiera pestañeó al lanzar la bolsa de monedas. Para el viejo Walker, 500 monedas de oro era una cantidad considerable de dinero, pero para Rhode solo eran una gota en el océano. En el juego, cuando era líder de una hermandad, manejar millones de monedas de oro era rutina. Por lo tanto, estás míseras 500 monedas no eran suficiente para que se angustiara. Francamente, le preocupaba más que el anciano dudara en gastarlas. Si eso ocurría, lo deduciría de su parte del pago.
Si solo Walker supiera lo que Rhode estaba pensando, sin duda reconsideraría inmediatamente su sugerencia. Desafortunadamente, leer la mente de otras personas no era su fuerte. Así que la impresión que el anciano tenía de Rhode mejoró, ya que vio esto como un acto de generosidad.
—No te preocupes, chico —El Viejo Walkertomó la bolsa con una expresión solemne—. Te prometo que traeré uncandidato adecuado que te satisfaga —se inclinóy mostró una sonrisa sutil—, me aseguraré de que tu dinero sea aprovechado.
—Eso espero —Como la atención de Rhode estaba en el papel, no notó la extraña sonrisa de Walker. Despuésde un momento de silencio, Rhode bajó la pluma y miró al viejo—. ¿Algomás?
—Sí, me gustaría preguntar: ¿Cuándo aceptaremos otra misión?
—Ya acepté una. Saldremos en dos días.
—¿Dos días? —El viejoWalker frunció el ceño—. ¿Entonces cuándo tendré tiempopara reunir información?
—Solo Marlene y yo iremos a esa misión —respondió Rhodenegando con la cabeza—. Lize necesitatiempo para estudiar su nuevo hechizo y tú también tienes tus cosas que hacer. Por eso solo iremos nosotros dos —Rhode vio a la joven sentada en la esquina leyendo un libro—. No te preocupes, solo iremos al Bosque Crepúsculo a buscar unas plantas alquímicas. Una simple misión de dos estrellas.
Marlene, que era consciente de la mirada de Rhode, mostró una orgullosa sonrisa como respuesta. Este arrogante acto hizo que Rhode sacudiera la cabeza con impotencia y suspirara.
Francamente, Rhode no planeaba llevar a Marlene. Quería ir solo y conseguir algún equipo decente escondido en el Bosque Crepúsculo. Pero Marlene se enteró de esto e insistió en acompañarlo. Como su prioridad era ganar experiencia, quería salir de Ciudad Piedra Profunda tanto como pudiera. Ante las demandas de Marlene, Rhode eventualmente accedió a llevarla. Sin importar qué hubiera pasado antes, ahora era un miembro de su grupo mercenario, además de que su fuerza como mago del círculo medio sería útil si algo salía mal en el camino.
—Bien, entiendo —el Viejo Walkerasintió con la cabeza y se puso de pie—. Entonces prepararémis propios asuntos y observaré la situación dentro de la asociación. Estaré allí si quieres verme—. Cuando terminó de hablar, el ancianose dio la vuelta y se alejó caminando. Pero justo cuando iba a salir, sonó un golpe en la puerta.
Era Lize. Abrió la puerta y se acercó a Rhode, dándole un sobre.
—Sr. Rhode, esto fue enviado por la familia Keller —Había rastros de confusión en su rostro cuando le pasó la cartaa Rhode. Los grabados que había sobre ella eran hermosos. El símbolo dorado de su emblema familiar revelaba la identidad y el estatus del remitente.
—¿La familia Keller? —Rhodese extrañó y frunció el ceño. Luego estiró el brazo y agarró la carta—¿Conocemos aesta gente?
Al escuchar la pregunta de Rhode, Lize se le quedó mirando con la mirada perdida.
—Eh, Sr. Rhode, ¿loolvidó?
—¿El qué?
—Cuando volvíamos a Piedra Profunda desde el Bosque Crepúsculo, salvó a una señorita...
—Ni idea —Rhode respondiócon seguridad. A juzgar por su expresión, claramente se había olvidado del asunto. Lize estaba pasmada, pero tragó saliva y decidió no decir nada. Después de todo, esos dos no habían terminado en los mejores términos y pensaba que después de aquel incidente, no habría más comunicación. Inesperadamente, la familia Keller había tomado la iniciativa para contactar a Rhode. No sabía qué pretendían hacer.
—La cabeza de la familia Keller me invitó a una cena para agradecerme por salvar a su hija —Rhode leyólos contenidos en voz alta y puso la carta en la mesa—. Entonces, ¿quiénvendrá conmigo?
El viejo Walker fue el primero en rechazarlo. Salió de la habitación e hizo un gesto con la mano a Rhode.
—¿Tomar té con un grupo de nobles aburridos? No cuentes conmigo. Me iré primero, muchacho. Ten la seguridad de que completaré la misión que me asignaste.
—Yo, yo tampoco... —dijo Lize vacilando y mostrandouna sonrisa incómoda. Luego dio dos pasos hacia atrás en silencio—. He estado aprendiendo elnuevo hechizo y creo que... no puedo ir.
—¿Marlene? —Al ver que al viejo Walker y a Lize no les interesaba ir, Rhodedirigió su atención a la última persona en la habitación. Marlene lo pensó un poco antes de asentir con la cabeza.
—Aunque no estoy exactamente interesada, supongo que es bueno relajarse ocasionalmente. ¡Ven, Lize! Vayamos juntos.
—¿Eh? Pero yo...
—Los hechizos no son algo que puedas aprender en un día. Además, no has ido a una fiesta de té en años.
—Esto... Yo...
Gracias al fastidio de Marlene, Lize se puso roja y miró fugazmente a Rhode. Cuando vio que no dijo nada, se sintió un poco aliviada y asintió con la cabeza.