4: Regresando a Konoha

"Así que esta es Konoha" - dijo Kurama con emoción mientras miraba los alrededores llenos de gente, ignorando las miradas curiosas de la gente que parecía haber reconocido a Kushina y Anko a pesar de los años.

"Esperemos que los hombres de Hiruzen-sama sean rápidos" - dijo Anko mientras se encogía de hombros luego de haber pasado por la seguridad en la entrada.

Kushina simplemente se encogió de hombros, aunque su expresión cambió a un ceño fruncido cuando vio un grupo de Anbus aparecer delante de su grupo - ". . ."

"El Hokage requiere de su presencia" - dijo la líder de los Anbus, una mujer con máscara de gato y cabello morado, y por la voz, Kushina la reconoció de inmediato.

"Yugao" - murmuró Kushina con una expresión acomplejado.

"No sé de quién está hablando, yo soy Anbu Neko" - dijo la mujer de cabello morado con una ligera molestia.

"Lo siento, creo que me confundí de persona" - respondió Kushina mientras comprendía las intenciones de su antigua estudiante que no había visto en años - "Ok, vamos"

El trío rápidamente fue escoltado hacia la [Torre Hokage], solo para que Kushina se sorprendiera al ver un rostro familiar en el puesto de secretaria del líder militar - "¿Qué haces aquí?"

"¿A're ~? No esperaba verte tan pronto, traidora" - dijo Midori, quien simplemente le dio una sonrisa - "Y veo que regresaste con el monstruo, y la puta de las serpientes"

Anko simplemente la ignoró porque ya estaba acostumbrada a los insultos, aunque Kurama estaba frunciendo el ceño porque no le gustaba esta actitud de la mujer que parecía tener una vendetta personal en su contra.

"El Daimio anuló nuestro exilio, ahora, te pido que nos dejes entrar porque Minato quiere hablar con nosotros" - dijo Kushina con el ceño fruncido.

"¿Mi esposo?" - repitió Midori con una sonrisa burlona - "Ya veo, supongo que es necesario que él mismo te lo explique"

La expresión de Kushina se oscureció, aunque rápidamente volvió a la normalidad porque ella ya había aceptado que Minato no era nada para ella, así que él podía hacer lo que quisiera con su vida.

"Ok, es suficiente" - dijo una voz masculina de edad avanzada - "Este no es el lugar para esto, Midori"

"L-Lo siento, Hiruzen-sama" - respondió Midori al ver la persona que había llegado - "Minato-kun me dijo que le dejara pasar cuando llegara"

Hiruzen simplemente bufó con irritación antes de saludar a Kushina y los demás - "Vamos, yo también quiero saber qué es lo que tiene planeado Minato, y luego de eso, quiero que hablemos por un tiempo, porque honestamente, tengo curiosidad por lo que han hecho durante estos años"

Kushina asintió con calma mientras los tres entraban a la oficina, ignorando la mirada molesta de la secretaria de cabello verde.

"No importa, Minato-kun ya es mío" - murmuró Midori con desdén antes de volver a su trabajo.

"Ha pasado tiempo, Kushina Uzumaki, y... no sé tu nombre, monstruo" - dijo Minato con una mirada fría, aunque por dentro, él podía sentir cómo su ira antes dormida, empezaba a despertar ante la presencia de la entidad que había robado su cuerpo, su chakra, su todo.

Kurama frunció el ceño ligeramente cuando sintió la extraña conexión que tenía con este hombre, y esto no venía desde su ADN, sino desde su chakra - "¿Quién eres?"

"Hmph, mi nombre es Minato Namikaze, Yondaime Hokage de Konoha" - bufó Minato mientras entrecerraba los ojos - "¿Y tú quién eres?"

"Mi nombre es Kurama" - respondió Kurama con sorpresa ante el tono hostil del hombre rubio.

Minato se detuvo en seco cuando escuchó esto, solo para apretar los dientes al escuchar el nombre del niño - "¿Puedes repetirlo?"

"Kurama" - respondió el niño de cabello rojo, solo para salir volando por el golpe sorpresivo del Yondaime.

"¡Kuro-chan!" - exclamó Kushina con terror al ver a su bebé salir disparado por la ventana - "¡Minato, bastardo!"

Minato no le prestó atención, él simplemente salió corriendo detrás del niño con una ira incontenible - "¡¿Cómo te atreves a usar ese nombre?!"

"¡¿Estás demente, Minato?!" - rugió Hiruzen mientras corría detrás de su sucesor - "¡Estás atacando a un niño!"

"¡Guarda silencio, anciano!" - exclamó Minato con furia, solo para soltar un gemido de dolor al ver cómo un sin número de cadenas doradas atravesaban su cuerpo y lo atraían hacia su oficina - "¡KUSHINA UZUMAKI!"

Un grupo de Anbus rápidamente apareció alrededor de Kushina para detenerla, solo para notar la mirada fría del viejo Sandaime.

"¡Alto!" - exclamó Hiruzen con molestia - "¡Desde hoy, Minato ya no está capacitado para ser Hokage!"

Los Anbus se quedaron quietos, confundidos con las palabras del viejo Sandaime.

"El Daimio de fuego autorizó la anulación del liderazgo de Minato Namikaze como Yondaime Hokage" - agregó Hiruzen con molestia porque esto significaba que él volvería al mando hasta que encontrara un sucesor digno, y esperando que esta vez él no tomara una mala decisión.

"¡No puedes hacerme esto, viejo loco!" - exclamó Minato con furia al ver que su cuerpo humano estaba siendo retenido con tanta facilidad - "¡Maldigo este débil cuerpo de carne y huesos!"

Kushina e Hiruzen fruncieron el ceño cuando escucharon esto porque las palabras del antiguo Yondaime no tenían sentido.

"Creo que tienen que preocuparse de la seguridad de Foxy-chan" - dijo Anko mientras miraba alrededor con una expresión ilegible.

"¡Kuro-chan!" - exclamó Kushina con terror al recordar al niño que ella había cuidado por años, así que rápidamente puso un sello en el estómago de Minato, antes de saltar por la ventana en búsqueda de su bebé.

Minato soltó un rugido lleno de furia mientras caía al suelo como un saco de papas - "¡Juro que voy a vengarme cuando me libere de estos sellos!"

Hiruzen frunció el ceño mientras se preguntaba cómo las cosas habían terminado de esta forma. Desde hace ocho años, Minato había tomado cada vez más malas decisiones, al punto de que al menos el 80% de los clanes Shinobi de Konoha habían mandado una carta al Daimio para que lo sacara del poder, y no ayudaba que Minato exiliara a Kushina, una de las Kunoichi más populares de la aldea, y terminara teniendo una relación con una mujer como Midori, al punto de tener un hijo al poco tiempo de estar juntos.

"Llévense a Minato al departamento de Interrogación y Tortura (IT)" - dijo Hiruzen con el ceño fruncido - "Quiero que Inoichi investigue a profundidad porque la actitud de Minato durante estos años no es normal"

"Entendido" - dijeron los Anbu antes de desaparecer con un iracundo Minato.

"Por cierto, quiero que retiren a Midori como secretaria, de paso la notifiquen del encarcelamiento de su esposo" - dijo Hiruzen con molestia - "Pero no toquen a su hijo, él no tiene la culpa de los crímenes de sus padres"

"Entendido" - dijeron un segundo grupo de Anbus, solo para escuchar cómo Midori gritaba desde afuera de la oficina.

"Estoy viejo para toda esta mierda" - murmuró Hiruzen, solo para ver cómo Kushina regresaba con Kurama en sus brazos, quien estaba herido, pero recuperándose a un ritmo impresionante - "Tenemos que hablar, Kushina-chan, en especial sobre tu... protegido"

Kushina asintió mientras explicaba todo lo que había logrado aprender durante los años que había estado junto al niño de cabello rojo, empezando con el hecho de que el Kyuubi había desaparecido, o mejor dicho, su consciencia, como si esta hubiera sido eliminada por un factor externo, dejando solo su inmenso Chakra, el cual no pudo ser contenido por el bebé, causando una mutación física y regresión en su ADN, llevándolo a su estado más puro.

"Un concepto interesante, aunque voy a tener que hacer que mis médicos lo investiguen, con tu permiso, claro" - dijo Hiruzen mientras fruncía el ceño ante el desastre que era la oficina, nada comparado con el orden que Minato había tenido durante sus primeros años en el liderazgo.

"Claro, no tengo problema con ello" - respondió Kushina mientras negaba con la cabeza - "Por cierto, quiero que mi pequeño estudiante entre a la Academia"

"Por supuesto, puedes pasar mañana a buscar los papeles" - asintió Hiruzen mientras fruncía ligeramente el ceño al notar un pequeño detalle - "Pero tienes que tener cuidado, tal parece que el niño muestra sus rasgos animales cuando está inconsciente"

"Tranquilo, eso solo pasa porque al estar inconsciente él no puede mantener el control de su chakra" - respondió Kushina mientras acariciaba el cabello del niño con afecto - "Cuando estemos en casa voy a ponerle un sello para restringir su chakra, con eso, incluso si está inconsciente, él no mostrará sus rasgos zorrunos"

Hiruzen asintió, aunque su expresión se puso seria cuando notó la expresión de la mujer de cabello rojo - "¿Qué sucede?"

"Escuché que Minato tiene otro hijo cuando regresaba con Kuro-chan" - dijo Kushina con una expresión acomplejada.

"Sí, su nombre es Menma Namikaze, es un chico inteligente, como Minato cuando era un estudiante" - suspiró Hiruzen mientras fruncía el ceño - "Sin embargo, Minato no le ha enseñado correctamente, o mejor dicho, no le enseñó cosas buenas..."

"¿A qué te refieres?" - preguntó Kushina con sorpresa, porque no podía creer lo que estaba escuchando - "¿Qué fue lo que le enseñó?"

Hiruzen se quedó en silencio mientras soltaba un suspiro pesado - "Menma es una máquina con cuerpo humano, Minato nunca le mostró amor... desde muy pequeño, él simplemente le enseñó cómo usar su chakra para lastimar al resto con una mentalidad de que es mejor golpear primero... Midori a pesar de ser una perra como persona, al menos le mostró un poco de humanidad, pero el niño es como un cascarón vacío..."