¡El culpable! (4)

La palabra "por qué" sonaba en las dudas de todos los demás.

Fu Jin había trabajado en la fábrica de ropa durante muchos años; era honesto, leal y capaz.

Todos los demás en la fábrica lo respetaban.

Especialmente durante este período de tiempo, cuando hizo una lluvia de ideas con todos para mejorar el arte del teñido anudado para aumentar las ganancias, solo para que pudieran convencer a Mo Kun de quedarse con la fábrica.

Todos los demás habían visto sus esfuerzos. Como tal, nadie nunca sospechó de él.

"¡¿Por qué exactamente?!" Con los ojos enrojecidos, el gerente Hong aulló con voz profunda.

Las manos de Fu Jin temblaron ante el sonido de sus rugidos y casi dejó caer el cuchillo.