Apenas Fang Zhenyi terminó su frase, el mayordomo e incluso Nian Xiaomu miraron hacia arriba y posaron sus ojos sobre ella.
¿Esta mujer estaba buscando problemas de la nada otra vez?
Fang Zhenyi miró al mayordomo con una risa gentil. —Bueno, ya que las personas tienen maneras diferentes de cuidar, sugiero que Nian Xiaomu entregue su guardia para yo cuidar mejor a la Pequeña Señorita.
—...
¿Sólo una entrega de guardia?
Un rastro de asombro apareció en los ojos de Nian Xiaomu.
Esta era una solicitud sencilla. Ella la hubiese aceptado, incluso aunque el mayordomo se hubiera opuesto.
Era grandioso que Xiao Liuliu hubiera salido exitosamente de la cirugía y que sus heridas estuvieran sanando tan bien. No obstante, ella era una niña después de todo. Había que tomar nota acerca de muchas cosas a la hora de realizar sus cuidados.
También, resulta que ella debía informar a Fang Zhenyi sobre un par de recordatorios.
—Seguro, voy a cuidar de la Pequeña Señorita. Ustedes, chicas, pueden efectuar el cambio de guardia —El mayordomo habló simplemente y cargo a Xiao Liuliu.
Al escuchar lo dicho por el mayordomo, una mirada de felicidad se mostró en los ojos de Fang Zhenyi, como si hubiera triunfado; Se dio media vuelta dirigiéndose a la habitación.
Aunque era la segunda vez que visitaba la habitación de Xiao Liuliu, igual no pudo controlar la mirada de admiración en sus ojos.
Con certeza, éste era el estilo de vida de los ricos…
Era sólo una niña, pero tenía la vida de una princesa...
—¿Por dónde deberíamos empezar? —Nian Xiaomu entró justo detrás de ella, preguntándole directamente.
Finalmente, Fang Zhenyi disimuló su mirada envidiosa cuando escuchó la voz de Nian Xiaomu; Con una mirada arrogante, señaló el kit de medicina.
—Puedes empezar con esto.
—Le cambié el vestido a Xiao Liuliu a las 6 p.m. de la noche, por lo que sólo tendrás que ayudarla a cambiarse nuevamente antes de dormir…—Nian Xiaomu abrió el kit de medicina y comenzó a hacer la entrega de la guardia de una manera muy seria.
Antes de culminar su frase, Fang Zhenyi la interrumpió: —Sólo estamos nosotras dos aquí. ¿Igual quieres continuar con éste acto?
—…
Nian Xiaomu estaba perpleja.
¿Qué quiso decir ella con eso?
¿No era ella quien había estado haciendo alarde con toda esa pretensión?
—Nian Xiaomu, ¿exactamente qué es lo que vas a hacer antes de querer abandonar la residencia Yu? —Fang Zhenyi se aproximó y le interrogó de forma altiva.
—... —Nian Xiaomu finalmente comprendió que el denominado "relevo" era una excusa después de todo.
Fang Zhenyi no demostraba un interés genuino hacia Xiao Liuliu. Eso era sólo parte de su táctica para demostrar dominio.
Justo cuando Nian Xiaomu estaba a punto de cerrar el kit de medicina para marcharse, Fang Zhenyi se le acercó y la detuvo.
—¡Nian Xiaomu, vas a tener que irte hoy, aunque no lo quieras!
Al culminar su frase, Fang Zhenyi levantó la taza de agua sobre la mesa y procedió a vaciar el contenido en el kit de medicina.
—¡¿Qué estás haciendo?!
Atónita, Nian Xiaomu tomó la muñeca de Fang Zhenyi y la empujó hacia atrás fuertemente.
Abrazó el kit de medicina e inmediatamente revisó su contenido.
Xiao Liuliu las necesitaba esa noche…
Antes de tener el chance de sacar la medicina, Fang Zhenyi tomó la taza vacía en su mano, la colocó en el lugar original y se dirigió hasta la puerta, vociferando: —Nian Xiaomu, ¡cómo te atreves a mojar la medicina de la Pequeña Señorita! ¿Cómo cuidaste de ella?
Esa voz asustó a todos en la sala.
Antes de que Nian Xiaomu tuviera oportunidad de reaccionar, el mayordomo se había apersonado en la habitación. Mientras miraba las medicinas mojadas, luego a Nian Xiaomu (quien abrazaba el kit de medicina) la cara del mayordomo se hundió…
—No fui yo…
—¡Nian Xiaomu, es mejor que me des una explicación razonable con respecto a esto! —El mayordomo balanceó sus brazos, alejó a los curiosos y abandonó el cuarto.
…
En la sala.
El mayordomo estaba parado al frente, con su rostro sombrío.
Tembloroso por la rabia, señalaba repetidamente a Nian Xiaomu, quien estaba parada justo al frente.
—Tú, tú, tú…¡Explica lo que has hecho!
—¿Qué explicación necesita, mayordomo? como usted recién ha visto en éste instante, las medicinas están todas mojadas. Si yo no hubiese solicitado un cambio de guardia hoy, lo que sea que hubiese ocurrido iba a ser mi culpa…—contestó Fang Zhenyi con sus ojos rojos, quien respondió antes que cualquiera, con una expresión acompañada de una sensación de aflicción.
Antes de continuar, se escucharon voces saludando procedentes de la puerta.
—Joven Amo.