Capítulo 23: El plan

––Ven…

Una mano cubrió su boca justo cuando empezó a hablar, y oficial comenzó a luchar inmediatamente.

Una voz helada le susurró al oído: ––Me mantendría calmo y charlaría conmigo si fuera tú. Si quisiera matarte, ya estarías muerto. No cuentes con los guardias. Su reacción sería extremadamente lenta. Puedo matarte antes de que los llames... Cien veces. ¿Puedo soltar tu boca ahora?

Marvin estaba preguntando en broma. El oficial gordo asintió continuamente, sudando frío.

¡Bang!

Marvin derribó fácilmente una gema blanca pura que había extraído sigilosamente de su bolsa. La misma cayó al suelo, haciendo un sonido de tintineo.

––No trates de ser listo ––le advirtió Marvin––. Esta es tu última oportunidad. ¡Siéntate!

Las piernas del oficial dejaron de responder y se sentó en una silla.

Marvin recogió la gema y la puso en su bolsa. Era una de protección, hecha por la Iglesia de Plata. Podía aumentar la luz divina interna y proteger al usuario. El oficial no era tonto, pero era una pena que la mente de Marvin fuera más rápida.

––Enmascarado de Cuchillas Gemelas... ¡¿Eres tú?!

El oficial logró vislumbrar el disfraz con claridad, e inmediatamente se asustó.

––¿Qué quieres?

––Discutir sobre un negocio contigo.

Marvin se sentó, firme como una montaña, y no le preocupó que el otro tuviera trucos bajo la manga. De hecho, ya había revisado el cuerpo del oficial cuando estuvo en contacto con él, y aparte de la gema, no tenía ningún otro elemento especial.

––¿Qué tipo de negocio?

El funcionario estaba furioso.

¡Bang! Una pequeña bolsa con más de una docena de gemas cayó sobre la mesa. El oficial echó un vistazo con calma y dijo débilmente: ––Esta cantidad está por debajo de mí.

Marvin asintió: ––El señor Miro es un alto oficial del ayuntamiento, esta pequeña cantidad naturalmente no es suficiente para sus ojos. ¿Pero qué hay de esto?

Colocó luego suavemente una linda muñeca junto a la bolsa de gemas.

El rostro de Miro se volvió sombría inmediatamente.

––¿Qué le hiciste a Jenny? ¡Bastardo! ¡Te mataré!

Parecía haberse vuelto loco.

Esa muñeca había sido un regalo de cumpleaños para su hija más querida, ¡pero ahora estaba en manos del Enmascarado de Cuchillas Gemelas! La intención de la otra parte era clara. ¡Fue un secuestro! ¡Su propia hija estaba en su poder!

Maldita sea, ¿todos esos guardias están comiendo mierda?

¡Y todavía quedaba el guardaespaldas privado que juraba tener la fuerza de un rango 2 y que definitivamente sería capaz de proteger a Jenny! El corazón de Miro se llenó de rabia. Si no hubiera tenido la capacidad de usar su razocinio para reprimirse, arriesgaría su vida para lidiar con ese tipo.

...

Se quedó en silencio después de un minuto.

––¿Ya estás calmado? ––dijo Marvin con indiferencia––. Entonces, ¿podemos continuar con nuestra discusión de negocios?

––Me estás secuestrando. Esto es una amenaza, y no estamos teniendo una discusión de negocios ––dijo fríamente Miro.

––No importa, en cualquier caso, el Señor Miro no es menos capaz de hacer negocios similares.

Marvin observó sus ojos y, efectivamente, el oficial se sentía incómodo. Al haber estado en esa posición durante tantos años, ¿cómo podría no tener algunos negocios turbios? ¡Tenía un tercio de las acciones del negocio de esclavitud de Ciudad Costa del Río! En cuanto a secuestro y asesinato, éstos eran simplemente actividades comunes. Pero no anticipó que alguien tendría ideas sobre él.

De hecho, no era que sus ayudantes de rango 2 fueran inútiles. En realidad, era extremadamente difícil lidiar con los dos Asesinos Fantasmas de Marvin. Ellos habían golpeado directamente al guardaespaldas y luego se llevaron a la niña.

Marvin no planeaba hacerle nada a la niña, simplemente la usaba como moneda de cambio, nada más. Y parecía que ella era bastante importante para Miro.

––Oye, ¿cuánto quieres? Escuché que eres un asesino a sueldo. ¿Cuánto le pagó el otro? Lo duplicaré. Devuélveme a Jenny, pronto ––dijo Miro.

––La señorita Jenny puede volver a casa a salvo. Bajo la premisa de que puedes lograr esto.

Marvin le entregó gentilmente un sobre.

––No quiero ningún otro problema esta noche. Si no hay inconvenientes, la señorita Jenny puede volver a casa mañana. Oh cierto... Ya que no quieres esa bolsa de joyas, que así sea.

Marvin luego tomó la bolsa y giró como para irse.

Un sirviente entró desde el exterior y preguntó, aturdido: ––Maestro, esa persona...

Miro reprimió su ira.

––Él es mi amigo.

Luego despidió al sirviente, abrió la carta y la leyó. Después de eso, su rostro solo temblaba.

...

Antes de la puesta del sol, en una plaza pública adinerada, unas pocas personas dispersas caminaban de un lado a otro en las sombras.

––Todas caras desconocidas.

Un caballero alto dijo en voz baja: ––Presten atención, no puede haber ningún problema en el distrito rico.

El resto de los seguidores asintieron continuamente.

El caballero llevaba una [Luz de Plata], y esta era una prueba de identidad de una clase especial de rango 2 [Caballero de Plata]. Como líder de la patrulla, su sentido del olfato era bastante agudo.

Los diez civiles ordinarios se reunieron aquí. Ciertamente algo andaba mal. El distrito rico era su jurisdicción, y no permitiría que ocurriera ningún problema. Pero en ese momento, se escuchó el sonido de caballos, acercándose desde un lugar distante.

––¡Señor Fred! ¡Esta es la orden judicial del señor Miro!

Ese era un caballero de calvario, trayendo la orden judicial de la persona más importante del ayuntamiento. Fred la tomó y su rostro cambió.

––¿Esto es serio?

El caballero del calvario no respondió, solo dijo con dureza: ––Esta es la evaluación del señor Miro.

Fred apretó los dientes y comenzó a reunir a todos sus subordinados antes de correr hacia el área del muelle. La orden decía que encontraron rastros de actividades de adoradores del Dios Demonio en ese lugar. Personalmente ordenó transferir a todas las patrullas para buscar. Debían atraparlos esta noche o las consecuencias podrían ser horribles.

Comparados con los adoradores de dioses demoníacos, esos casi miembros de pandillas eran básicamente nada. De todos modos, incluso si algo malo sucediera, aún estaba el señor Miro.

La patrulla silbó al pasar.

Unos cuantos jóvenes que estaban en el borde de la plaza pública adinerada, de repente llevaron una expresión de asombro en sus rostros.

––André, dejaron el terreno de patrulla.

––¿Qué está pasando?

Estaban en círculo alrededor de un hombre alto, algo curioso.

Eran muy jóvenes pero sus aptitudes eran impresionantes. Ana había seleccionado personalmente buenos vástagos de familias de agricultores del Valle Río Blanco.

Había un total de veinte jóvenes guardias encargándose de las tareas diarias de patrulla del territorio. Pero aún no podían soportar enfrentarse a algunos cientos de gnolls, y solo cubrían a los habitantes del territorio mientras se retiraban, por orden de Ana.

––No lo sé, podría ser el plan de la señorita Ana ––dijo Andre rascándose la cabeza––. Sólo tenemos que seguirla.

––Escuché que el Señor fue atacado... ¿Contra quién nos enfrentamos? ––intervino un chico delgado y pequeño––. Es la primera vez que vengo a Ciudad Costa del Río. Es realmente enorme, y si no fuera por el liderazgo de Sanders, probablemente todos nos perderíamos.

––Quienquiera esté tras bambalinas y ponga una mano sobre nuestro Señor, definitivamente le devolveré el pago por completo.

En este momento, una agradable voz hizo eco detrás de ellos.

––¿Qué hay de ti?

La semi elfo Ana salió de las sombras, mostrando una aguda mirada. Los veinte guardias inmediatamente se pusieron de pie y susurraron:

––¡Estamos listos para seguir al Señor y a la señorita Ana!

Ella asintió con satisfacción. No necesitaba dudar de la lealtad de esos jóvenes. Fueron criados en el territorio y tenían un sentido de pertenencia extremadamente alto hacia el Valle Río Blanco.

––El Señor ya planeó todo y tiene los medios para recuperar el territorio ––dijo Ana con calma––. Pero antes de eso, primero tenemos que vengarnos. Durante mi estadía en Ciudad Costa del Río estuve investigando, y descubrí que la inesperada muerte del Antiguo Señor fue instigada.

––¡¿Qué?!

¡Andre casi saltó a la vista!

Ellos, los guardias y el Antiguo Señor tenían una relación extremadamente buena. Y el propio Andre era un huérfano que había sido adoptado por él. Lo consideraba como un hijo adoptivo. ¡No podían creer que el amable Antiguo Señor había sido asesinado!

––¿Quién fue? ––preguntaron los jóvenes guardias con impaciencia.

En ese momento, una voz áspera salió de un callejón no muy lejos.

––Miller, del Distrito Rico.

Todos buscaron al dueño de la voz, solo para ver una sombra parada en el callejón.

––¿¡Enmascarado de Cuchillas Gemelas!? ––dijo Andre, conmocionado.

––Esta noche, síganme para matar al tipo que mató a su propio hermano mayor ––dijo Marvin, mientras fingía ser frío bajo la máscara––. Tengan la seguridad de que su Señor me ha pagado más que suficiente. Estoy del lado de ustedes.

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