Capítulo 19: Mudanza

—No sabía que las cosas terminarían así.

—Qin Chu, déjame ir. Hablo en serio. Pasé bien estos siete años sin ti. Ahora que volviste, lo primero que hiciste fue perturbar a mi familia. ¿Sabes que me arrepiento de haber salido contigo? Debería haber sabido que no debía salir con alguien de una familia rica. Si no fuese por nuestra relación, mi padrastro seguiría vivo y mi madre no me odiaría. Han pasado siete años y se rehúsa a perdonarme. Ahora, finalmente estoy viviendo una vida normal, así que por favor déjame sola.

—¿De verdad te sientes así? —preguntó Qin Chu y la miró con angustia en los ojos.

Huo Mian frunció los labios y lentamente respondió: —Sí, así es. Me casaré con Ning Zhiyuan pronto. Hemos estado juntos por tres años y tenemos una buena relación. Deja ir al pasado.

Al escuchar las palabras de Huo Mian, Qin Chu se quedó sin decir nada.

—De todas maneras, no te volveré a ver porque no hay razón para hacerlo. Si le causas más problemas a mi familia, llamaré a la policía. Eso es todo.

Cuando Huo Mian terminó de hablar, sacó mil Yuanes y los dejó en la mesa antes de marcharse. Su personalidad era la misma que hace siete años. Siempre había sido decidida y nunca había vacilado o sido poco rigurosa.

Esa era la chica peculiar que Qin Chu amaba...

Respecto a lo que sucedió en casa de su madre, ella había malinterpretado su intención. Él verdaderamente quería recompensarla por lo que ocurrió en el pasado.

Un millón de Yuanes no eran mucho para él, pero haría que sus vidas fueran más fáciles. Sin embargo, la madre de Huo Mian no solo se rehusó a aceptarlo, sino que lo maldijo. Él sabía que sus propias manos no fueron las que mataron al padrastro de Huo Mian, pero él era la razón por la cual esto ocurrió.

Los muertos no podían ser revividos.

El odio de Huo Mian era razonable.

Mirando fijamente los dos vasos de agua, Qin Chu se quedó sentado solo por un largo tiempo antes de finalmente abandonar el café.

Luego de su reunión, Huo Mian regresó a su departamento con el corazón apesadumbrado. Sintió que había sido muy directa con sus palabras, pero no estaba segura de que Qin Chu las aceptaría. Ellos no se habían visto en siete años, y muchas cosas habrán sucedido en ese tiempo. ¿Acaso él no tuvo una novia cuando estuvo fuera del país?

Sus pensamientos empezaron a correr...

Volvió a la realidad cuando escucho el pomo de la puerta girando. Ning Zhiyuan empujó la puerta y entró, sin sorprenderse de que Huo Mian estuviera en casa.

—Zhiyuan, volviste. ¿Ya comiste algo?

—Mhm —respondió, con una expresión extraña en su rostro antes de irse a su habitación.

Ignoró a Huo Mian, quien estaba sentada en el sillón de la sala...

Huo Mian lo siguió.

—¿Tuviste muchas cirugías hoy? ¿Estás cansado?

Ning Zhiyuan no respondió, solo abrió el closet y empezó a empacar.

—Zhiyuan, ¿Qué haces?

—De ahora en más ya no viviré aquí—dijo con un tono frío.

—¿Por qué no?

—Porque ya no quiero ver tu cara.

Su respuesta fue simple y malvada.

Huo Mian calló...

—Voy a vivir en la casa nueva y dejaré los muebles aquí. No planeo devolverte tu mitad del pago. Gasté mucho en ti en estos tres años, así que contaré el pago como una devolución. De ahora en más, no nos debemos nada el uno al otro.

—Zhiyuan, el dinero no es el problema.

—El problema es que no tengo dinero. ¿Jajá, cuánto dinero tiene tu ex? Es el príncipe del imperio GK, ¿no? Huo Mian, verdaderamente te subestimé. Tienes un ex novio tan poderoso, así que, ¿qué haces conmigo? ¿Me usabas para pasar el tiempo?