Solo una madre

Li Lei se quedó en silencio.

Pero sus ojos profundos le dijeron que era porque estaba en deuda con ella, por lo que no podía soportarlo.

"No podrías soportarlo, cierto... Jajaja". Su Tang se rió mientras lloraba. Extendió sus frágiles y delgadas manos y lo señaló directamente. "Li Lei, ¿tú también tienes momentos en los que no puedes soportar hacer algo? ¡¿Por qué no me matas directamente? ¡Ven, mátame!" Gritó, arrojándose sobre él, tirando de sus brazos y golpeándose con ellos. "¡Mátame, mátame! ¡Mátame!"

Fácilmente atrapó sus brazos y la miró en silencio. Esperó hasta que ella estuvo exhausta de tanto llorar y se desplomó sobre el frío suelo fangoso. Su Tang se cubrió la cara y lloró desesperadamente. "Ni siquiera me matarás..."

Li Lei finalmente abrió la boca. "¿Matar? Siempre serás un perdedor si mueres aquí. ¿Por qué no sigues viviendo? Quizás entonces podrías cambiar el flujo de tu vida, ese es el Su Tang que conozco".

¿Rotación?