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Re: zero arco 3, 4, 5.

Pueden seguir aquí después del cp25 Luego subiré el Arco 1 y Arco 2. A partir del CP 329 comienza el arco 5.

delta_zero_1153 · แฟนตาซี
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503 Chs

Una Maldición Ineludible. Parte 3

_Ferris: Su-Subaru-kyun… ¿Estás bien?

Al ver que su respiración empezaba a normalizarse, Ferris le habló a Subaru, cuyos sentidos apenas daban abasto para darse cuenta de lo duro que estaba el suelo en el que había caído, y empezó a levantarse con notoria dificultad.

Y mirando el rostro de Crusch, que seguía tumbada en la cama,

_Subaru: ¿Ha funcionado, Ferris? ¿Aunque sólo fuera un poco?

_Ferris: Ah…

Tras comprobar cómo estaba Crusch, Ferris volvió a tomar asiento.

Él también lo veía. La mejilla que tenía la erosión ahora tenía un aspecto ligeramente mejor. Si un tratamiento como este era posible, entonces salvar a Crusch también era——

_Crusch: No lo haga, Natsuki-sama…

Subaru se puso en pie para intentarlo una vez más… Pero Crusch lo detuvo.

Al no entender lo que significaban esas palabras, Subaru preguntó.

_Subaru: ¿No lo has notado? Tu mano ha…

_Crusch: ——¿Mi mano?

Al oír esto, Crusch se miró la mano. Y entonces, finalmente notó el cambio.

Al igual que en la pierna derecha, las venas ennegrecidas que se extendían sobre su piel eran pocas. Si tanto había mejorado, entonces la decisión de Subaru de liberar a Crusch de la maldición sería inquebrantable.

Pero había algo extraño: comparada con la erosión que le había quitado a Crusch, la propagación en Subaru había aumentado mucho más.

Tanto la mano izquierda como la mejilla de Crusch habían dejado de estar tan ennegrecidas gracias al toque de Subaru… pero, a cambio, la piel del brazo derecho de Subaru se había oscurecido completamente hasta la parte anterior del codo. Las cantidades, claramente, no eran equivalentes.

La relación de transferencia de la maldición no fue uno por uno, sino más bien un diez por uno.

_Subaru: Pero, aun así…

Si eso era o no razón para dudar, era un tema aparte.

Subaru sintió dolor al momento de la transferencia; pero, una vez el cuerpo de Subaru aceptó la maldición, ésta no parecía lastimarlo en absoluto.

Comparado con el constante sufrimiento infernal de Crusch, Subaru sólo sentía dolor por un momento. Además, entre que lo sufriera una mujer o un hombre, era obvio quién debía soportar la fealdad de esta maldición.

Si era para salvar a Crusch, a Subaru no le importaba que su brazo o pierna derecha se oscurecieran.

_Crusch: Natsuki-sama, no lo haga… No puedo aceptarlo.

_Subaru: No digas tonterías. Sólo pica un poco, no hay problema. Si lo comparamos con hacerme un tatuaje para presumir y arrepentirme después, esto es como ensuciar un cuerpo que ya estaba sucio. Además, puedo quitarte el dolor. Es extraño, pero no parece darme problemas. Así que…

_Crusch: ¿Puede garantizar que será así en el futuro? Quizás ambos terminemos incapaces de pelear. En esta situación tan crítica, eso sería un golpe fatal…

Preocuparse más por la ciudad y la gente que por su propio cuerpo, esa era la decisión de Crusch. Era muy lógico, pero no todo debía solucionarse de esa manera.

_Crusch: Ferris, por favor, detén a Natsuki-sama…

_Ferris: Y-yo…

_Crusch: Por favor. Ahora no soy la única que necesita a Natsuki-sama…

_Ferris: Si Subaru-kyun ha decidido ayudar… co-con el sufrimiento de Crusch-sama…

La vacilante decisión de Ferris era que Crusch era la prioridad; y nadie podía culparle por ello. Después de todo, ninguno de los presentes se equivocaba.

La noción de que "todo lo que no esté mal, está bien" era un error.

_Crusch: No debe permitir que las emociones de un único momento le cieguen. Se lo ruego, Natsuki-sama…

_Subaru: Aun así, quiero hacerlo, Crusch-san.

_Crusch: ¿Acaso no dijo… "Déjenme el resto a mí"?

_Subaru: ¡—hg!

Los suplicantes ojos de Crusch atraparon a Subaru y no le dejarían huir.

¿Esas palabras que daban tanta confianza habían salido de mi boca?

Parecía que Crusch le estuviera pidiendo a Subaru que cumpliera su palabra.

_Crusch: Por favor… dígamelo a mí también.

_Subaru: …

_Crusch: "Déjame el resto a mí".

Una sonrisa adolorida esperaba las palabras de Subaru.

Conteniendo el aliento y moviendo la lengua dentro de su boca seca, Subaru cerró sus ojos en silencio.

Al no pensar en el futuro y estar únicamente inmerso en lo que tenía frente a él, Subaru había provocado que Crusch dijera cosas innecesarias; así que, por lo menos——

_Subaru: Crusch-san, descansa aquí, por favor.

_Crusch: …Natsuki-sama.

_Subaru: Y déjame el resto a mí.

_Crusch: ——Sí.

Si únicamente se trataba de cumplir el rol necesario y decir las palabras que Crusch quería oír, entonces tendría que hacerlo.

Al escuchar las palabras de Subaru, Crusch respiró hondo y pareció relajarse.

Sus párpados se cerraron con debilidad, delatando el gran esfuerzo que había hecho hasta ahora para mantenerse prestando atención. Y dejando salir un suspiro silencioso, Crusch comenzó nuevamente su batalla contra los efectos de la maldición.

_Subaru: Lo lamento, Ferris. Debo irme ya.

_Ferris: Yo… ¿qué debería hacer?

Habiendo recolocado la fina manta que cubría a Crusch, Subaru, que se había puesto de pie, oyó una débil voz. Era la primera vez que veía a Ferris mostrar debilidad.

En el fondo, lo que quería ahora era quedarse junto a Crusch.

Pero en la situación actual, la habilidad de Ferris no permitiría tal cosa.

_Subaru: Necesito tu ayuda. No te estoy diciendo que salgas del Ayuntamiento; pero si algo pasa, diré que evacúen a los heridos aquí. Si eso ocurre, lo dejo en tus manos.

_Ferris: …A quien más quería salvar… y no puedo ayudarla.

_Subaru: Ferris…

_Ferris: Lo siento. Dije una estupidez… sólo dame un momento, por favor.

Mientras miraba hacia otro lado, Ferris se sentó en una silla junto a la cama. Finalmente, Subaru palmeó ligeramente su hombro y salió de la habitación.

Wilhelm seguía esperando en el pasillo, exactamente igual que cuando Subaru cruzó esa puerta.

_Wilhelm: Agradezco de corazón que considerase los sentimientos de Crusch-sama.

Wilhelm dijo esto mientras Subaru se le acercaba.

¿Logró oír lo que pasó adentro, o mi cara es como un libro abierto?

_Subaru: No fue algo tan noble como "considerar sus sentimientos"; sino que me dio ánimos. En cualquier caso, ¿qué pasa con mi cuerpo?

Haber absorbido parte de la maldición de Crusch, y que tuviera menor efecto en él. Y si se remontaba a más atrás, el llamado Gen de Bruja y el Regreso por Muerte… todo era realmente vago.

¿Encontraría algún día una conclusión y el motivo de esas cosas?

_Subaru: Dejemos a Crusch-san en las manos de Ferris. Pero, cuando todo se resuelva, pienso volver a intentar lo que hice antes.

_Wilhelm: ¿Está bien su brazo derecho?

_Subaru: No parece muy confiable a primera vista; pero no debería haber problema si uso mangas largas y guantes. …Si es con tal de rescatar a una bella chica, una cicatriz que no desaparece no supone ningún problema.

Aunque eso le causara algo de aversión, eso era lo que Subaru pensaba de verdad.

Si no había otra solución, tomar completamente la maldición de Crusch también estaba bien; incluso si su cuerpo se volvía negro como el carbón, en cuyo caso, tendría que pedir perdón a Emilia, Rem y Beatrice.

_Subaru: Pero ya hablaremos de eso cuando superemos este obstáculo y sobrevivamos. Wilhelm-san, bajemos. Probablemente estén hablando sobre el plan para retomar las Torres de Control justo ahora.

Probablemente, todos los poderosos que había reunido este bando estarían reunidos allí.

Lo que pasaría después dependería de la cooperación y habilidades de los Arzobispos del Pecado, así como de la ejecución del plan de ataque. Sólo quedaban seis horas para la hora que había fijado el Culto de la Bruja.

_Wilhelm: Subaru-dono, tengo una petición respecto a ese tema.

_Subaru: ¿Una petición?

Las palabras de Wilhelm detuvieron a Subaru mientras se dirigía a las escaleras. El veterano espadachín asintió con la cabeza, y sus ojos mostraban preocupación hacia su líder, la cual permanecía al otro lado de la puerta que había detrás de él.

_Wilhelm: Si es posible, por favor recomiéndeme para la tarea de subyugar a Lujuria; puesto que conozco bien sus poderes de mutación y ultrarregeneración. Sólo le pido eso.

_Subaru: ¿Piensas vengarte por lo de Crusch-san?

_Wilhelm: En efecto; pero, más allá de eso, es esencial capturar a Lujuria viva para saber qué le ocurrió a Crusch. Por ese propósito, incluso me convertiría en demonio. Definitivamente le sacaré la verdad antes de cortarle la cabeza.

Aquella aura asesina del Demonio de la Espada fue como una ola de calor para Subaru.

Furiosa y oscura, la sed de Wilhelm por vengar a su señora ahora ardía en llamas, ya que no había sido capaz de hacer nada al respecto.

_Subaru: No me parece mal que tengas tantas ganas, pero… ¿y los Soldados Cadáver?

_Wilhelm: …

_Subaru: Conoces a tu esposa mejor que nadie, ¿no? Pase lo que pase, te necesitaremos para zanjar ese asunt—

_Wilhelm: —Subaru-dono, ¿Reinhard está abajo?

Mientras Subaru le mencionaba sus preocupaciones, Wilhelm le interrumpió repentinamente.

Subaru asintió torpemente. No podían permitirse atacar sin el poder de Reinhard; sin embargo, los guerreros que estarían allí serían claros obstáculos para él.

_Wilhelm: ¿Podría evitar mencionarle a Reinhard la verdadera naturaleza de los Soldados Cadáver?

_Subaru: …¿Eh?

Perplejo, Subaru no pudo entender el porqué de aquella abrupta petición.

_Subaru: ¿Quieres decir… que no le diga lo de tu esposa, Wilhelm-san?

_Wilhelm: Sí, exacto. Para Reinhard… Para mi nieto no sería agradable encontrarse con mi esposa en forma de Soldado Cadáver. Seguramente se culparía. La culpa es únicamente mía.

_Subaru: ¿Culpa tuya? Pero eso…

"—no es cierto", quiso decir Subaru, pero no podía hacerlo así como así.

Porque justo ahora recordó las palabras de Heinkel cuando apareció por la mañana a arruinar el ambiente.

Aunque Subaru no podía creerlo, tampoco podía contradecir que Wilhelm había considerado que Reinhard era la causa de la muerte de su esposa; ya que, después de todo, Wilhelm no negó aquel pasado tan difícil e increíble.

_Wilhelm: Subaru-dono, ¿considera que la Protección Divina del Santo de la Espada es especial?

_Subaru: …Sinceramente, creo que sé poco sobre ella. Tal vez quienes son conocidos como Santos de la Espada simplemente lo tienen todo y se vuelven increíblemente fuertes. Esa es la única impresión que tengo.

_Wilhelm: A grandes rasgos, no se equivoca al considerarla así; sin embargo, hay una diferencia entre la Protección Divina del Santo de la Espada y las demás Protecciones Divinas… y es que puede ser heredada.

_Subaru: Una Protección Divina… heredada…

Wilhelm asintió.

El anciano espadachín cerró sus ojos, como si recordara momentos tristes.

_Wilhelm: Esa Protección Divina se ha heredado sin excepción desde la época de Reid Astrea. La Protección Divina se convirtió en la herencia de la familia Astrea, y siempre se ha elegido un miembro del clan para ser el siguiente Santo de la Espada. La Protección Divina de mi esposa definitivamente fue traspasada a Reinhard.

_Subaru: Una Protección Divina heredada por el clan… entiendo. Y cuando tu esposa murió, la Protección Divina se transfirió a Reinhard.

Entendiendo eso, la mente de Subaru se convenció de que, cuando el Santo de la Espada fue asesinado por la Ballena Blanca, el siguiente en la línea de sucesión fue Reinhard. Era un pasado triste, pero no parecía haber ningún problema con dicha transferencia.

Sin embargo, eso no cuadraba con lo que se había dicho en la discusión de los Astreas en la mañana.

La angustia de Wilhelm, las burlas de Heinkel y el silencio de Reinhard indicaban que la transferencia no había sido completamente normal.

Y la respuesta era——

_Wilhelm: Ocurrió… mientras atacaban a la Ballena Blanca.

_Subaru: Wilhelm—san…

_Wilhelm: Reinhard recibió la Protección Divina mientras mi esposa estaba en medio de la expedición contra la Ballena Blanca. Durante esa batalla, mi esposa, abandonada por el Dios de la Espada, se vio obligada a luchar como una mujer ordinaria.

——Esa era la verdad tras la discordia en la familia Astrea.

En medio de la batalla para subyugar a la Ballena Blanca, la Protección Divina fue transferida súbitamente. Y, en el campo de batalla, el resultado fue que ahora sólo queda el actual Santo de la Espada.

Y aun habiendo sido convertida en una persona normal y mera predecesora, luchó contra la mabestia para defender a muchos otros soldados——y perdieron contacto con ella.

_Wilhelm: Quien le quitó su espada a mi esposa fui yo. Quien le puso demasiadas reglas a mi esposa, la forzó a dejar de lado el Dios de la Espada que tanto la amaba, y la convirtió en una mujer ordinaria fui yo y nadie más. Fue eso lo que llevó a mi esposa a la muerte.

_Subaru: …

_Wilhelm: El Dios de la Espada que mi esposa traicionó no la perdonó, y fue por eso que perdió su Protección Divina en el campo de batalla. Sólo podía confiar en una espada… me imagino cómo debió haberse sentido. Es cierto que yo no pude aceptarlo y difamé a Reinhard por haber sido elegido por la Protección Divina. Mientras mi nieto lloraba la muerte de su abuela y tenía que soportar un destino demasiado grave que acababa de serle impuesto, yo no pude perdonarlo. Me… arrepiento de eso.

La noche anterior, el arrepentimiento que Wilhelm le había mostrado a Subaru——Ese era su error.

Aun sabiendo que Reinhard no había hecho nada malo, Wilhelm lloró la muerte de su esposa y no pudo aceptarlo. Como resultado, los Astrea se habían dividido.

_Wilhelm: No quiero repetirlo. Reinhard no tiene la culpa de la muerte de mi esposa. No tengo ninguna razón para culpar a mi nieto.

Y así, en lugar de revelárselo a Reinhard, Wilhelm decidió solucionarlo él mismo.

A raíz de esta conversación, Subaru ahora entendía dolorosamente bien ese sentimiento. Subaru deseaba poder cargar ese peso que soportaba Wilhelm, pero era demasiado peso.

_Subaru: Respecto a Crusch-san y tu esposa… deberíamos dejar el tema, Wilhelm-san. Incluso si no menciono a los Soldados Cadáver, la pregunta de dónde podrían aparecer es—

_Wilhelm: —Esa es una preocupación innecesaria, Subaru-dono.

_Subaru: ¿Eh?

Al ver que Subaru estaba a punto de decir que era imposible saber con certeza dónde estarían, Wilhelm sacudió la cabeza.

Mientras su expresión se convertía en una mueca temible, el Demonio de la Espada habló.

_Wilhelm: ——Porque es imposible que mi esposa no venga a verme.