webnovel

Re/turn

La muerte no es el final.

Solo... un nuevo comienzo.

[Re/turn]

Noah Miracle, tez blanca, 21 años, 1.77 de altura, cabello grueso, oscuro, cicatriz en la palma de su mano izquierda. Destaca un tatuaje en el brazo derecho, el cual se envuelve alrededor de él, hasta su muñeca, simulando la forma de las ramas secas de un árbol. La última vez que fue visto, traía una sudadera blanca con capucha.

30 de julio 2008. Reportado como desaparecido...

[Re//4U]

10 días antes. Noah ha sido traído a la comisaria, para ser interrogado sobre la disputa en la que se vio envuelto el día 12 de este mismo mes. Según el informe dado al detective, el joven de 21 años, fue encontrado herido en el lugar de los hechos.

La habitación está fría y poco iluminada; en el centro hay una mesa con un par de vasos rellenos de agua. Pasaron alrededor de 2 minutos, entra un hombre, que por su físico pareciera tener unos 40 años; trae puesto un sombrero junto a un traje negro. Hay poca luz, pero se le logra ver una generosa barba llena de canas.

"Que tal Noah, me presento, soy el detective Wayne". Acerca su mano dando un saludo. "Así qué te apellidas Miracle, un apellido casi extinto, me sorprendió al leerlo en el informe". Apoya su libreta sobre la mesa. "No venimos a hablar de eso, cuéntame, ¿Qué sucedió el 12?".

"¿Me aseguran que después de esto, me dejarán en paz?". Pregunta Noah, mostrando indiferencia.

"Si, solo cuéntanos todo". Wayne prepara la lapicera para comenzar a hacer anotaciones.

"Tch". Se queja. "Antes del 12, viene el 11, esto comenzó desde un día antes".

11 de julio 2008.

Parezco ser una persona bastante solitaria, o al menos así me veo yo, prefiero estar tranquilo, sin multitudes. Aquel día, estaba en una cita con mi novia, o bueno, mi ex novia. Eran las 6:30 de la tarde, estábamos los 2 sentados en una colina, sobre el pasto, tranquilos, junto a el mismo sonido del viento. Observando juntos un atardecer carmesí. No necesitaba nada más.

[4U]

"Oye Noah". La chica dirige su mirada directamente a sus ojos, acercándose poco a poco.

"¿Em? Sí, dime". Responde Noah. Sus miradas se cruzan, se pone nervioso, está muy cerca, tan cerca que percibe el aroma de su perfume. Él cierra los ojos creyendo que lo va a besar.

Aquella chica, antiguos compañeros de escuela, cuenta con su misma edad. Su cabello que solo cubría hasta su nuca, era rizado, color castaño. El color de sus ojos era de un vivido marrón que enamoraba a cualquiera de sus compañeros. Sin embargo, solo uno, logró conquistarla.

"Creo... que deberíamos terminar"

Noah vuelve a abrir los ojos. "¿Eh?". Como un cristal roto. "Marlene... ¿Por qué dices eso? ¿Acaso hice algo mal?". Dice con angustia.

"No, no es que hayas hecho algo mal, solo... siento que ya no es lo mismo, quizás estoy confundida, no lo sé, solo... no lo sé". Baja la mirada. "Quisiera poder darnos un tiempo, hay que pensarlo, después, podríamos volver".

"No quiero excusas"

"No te molestes, piénsalo de esa forma, por favor"

Noah, molesto, se pone de pie, recoge su abrigo y se va sin dirigirle la palabra.

Marlene le grita, pero sus palabras no llegan a nada. Se angustia y muerde sus uñas intentando calmarse. Se hacía tarde, se levanta, se sacude y se marcha.

Después de un rato, ya había oscurecido, Noah iba camino hacia su departamento, no quedaba cerca, pero tampoco tan lejos de aquel lugar. La noche comenzaba a refrescar y la calle a iluminar. Mientras caminaba con la mirada abajo, logra oír un estruendo. Gira su vista con dirección al cielo. El reflejo en sus ojos se llena de color. Eran fuegos artificiales, parece haber un tipo de festival a lo lejos.

-Ojalá pudiera verlos con ella-. Piensa.

Aún justo después de haber roto con Marlene, su estupidez generada por el enamoramiento, no le permite pensar en otra cosa.

Se gira y vuelve a su camino. Pero, un último fuego artificial sube, no le presta atención al principio, pero no deja de sonar. -Tarda demasiado-. Se gira y la estela de este, continúa subiendo hasta sobrepasar las nubes. Por un momento, todo fue silencio. Se creyó que se perdería, pero no, este detona creando un golpe de luz a todo aquel que se mantenía observando. "¡Ah!". Noah se queja y aparta la mirada quedando deslumbrado. Frota sus ojos y parpadea consecutivamente. Toda la ciudad fue iluminada, no parecía ser de noche. Al recobrar la vista, observaba todo como si fuera de día.

[Bianco]

Desde aquel momento, el reloj de arena comenzó a contar...

Después de terminar su brillo, Noah continua por su camino hasta llegar a su departamento. Saca la llave de su bolsillo, pero cuando intenta introducirla en el cerrojo, un gato negro salta, generándole un susto. De sus llaves colgaba una pluma como llavero, la cual llamó la atención del felino, queriendo este alcanzarla.

"Yo... emm". Confundido, hace gestos para alejar al gato y por fin poder entrar.

Sin cenar, ni nada, lo primero que hizo fue ir directo a la cama. Se sentía bastante destrozado, un dolor y ardor en el pecho que no podía suprimir. Viendo aquel techo tan conocido, termina por dormirse, sin siquiera ser consciente de la hora.

12 de julio 2008.

La alarma suena, estira su brazo para detenerla, falla un par de veces, pero lo logra. Se siente fatal, por sus lloriqueos de anoche durmió muy poco. Desorientado se levanta y arranca el número 11 de su calendario, para estar al día. Siempre como una rutina. Después se dirige al baño, para lavarse la cara sintiéndose un poco mejor. Sale y entra a su cocina la cual comparte espacio con su sala; se sirve un plato de cereal, camina hacia su sofá en la sala, se sienta y enciende el televisor para ver las noticias mientras desayuna.

"Nos informan, nuevamente el caso de otro secuestro, esta vez ocurrió en la madrugada y desde entonces, la búsqueda no ha parado, se recomienda no salir en solitario y mantener..."

-¿No han aumentado últimamente los secuestros?-. Piensa mientras termina de desayunar.

Su celular vibra, es un mensaje de su amigo Derek. Amigo de la infancia de Noah, su actitud siempre se mantiene alegre; su cabello está teñido de color naranja, con las raíces negras, su color natural. Ambos cuentan con la misma estatura, pero pareciera que Derek es más alto, ya que siempre mantiene una posición recta.

"You Noah, voy llegando y traigo galletas". Ese fue el mensaje, en el cual adjunta una foto de él, junto a las galletas, sonriendo.

Noah se queja, mira el reloj en su celular, marca las 10:32. Había olvidado por completo que le prometió ir al cine ese día. Recuesta su cabeza viendo hacia el techo y cubre sus ojos con su antebrazo.

-Quizá, no está tan mal salir con él, me podría distraer-

Pasó el tiempo, suena el timbre. "Ya voy". Responde, pero vuelve a sonar el timbre, una y otra y otra vez. "¡Que ya voy!". Dice molesto a la par que abre la puerta.

"Bonjour my little friend". Dice Derek.

"Te he dicho que no toques tantas veces el timbre". Responde Noah, chocando los puños como saludo. Sale y cierra con llave.

"Que amargado ¿Te pasó algo bueno?". Le da una palmada en la espalda. "Siempre he dicho que le falta un poco de dulzor a ese amargor y he ahí donde entro yo".

"Si, si, lo que digas"

Desde entonces, su conversación se volvió sin importancia, hablaban sobre series que veían o videojuegos que jugaban. Una vez, acercándose al centro de la ciudad, en donde hay un gran edificio, el cual es un hotel prestigiado, sin embargo, por algunos problemas en el pasado, tuvieron que quitar su nombre de la entrada; así solamente, los clientes ya existentes, están enterados de que es un hotel.

De fondo suenan unas sirenas. Noah se inquieta. Al adentrarse más, se dan cuenta de que hay una gran multitud frente al edificio.

"Hey, Derek". Le da un ligero golpe en el hombro para llamar su atención. "¿Sabes qué pasó?".

"¿Ah? No, cuando pasé hace rato, no había nadie, solo compré las galletas y me fui". Responde Derek.

"Deja voy a preguntar, si quieres, tú espera aquí".

Las sirenas cada vez suenan más cerca.

Noah se acerca, parece que nadie le hace caso, así que intenta entrar a la fuerza entre todos ellos; al estar todos tan amontonados, le resulta imposible no empujar a alguien; poco a poco logró darse paso. Al llegar, queda impactado. Aquel color rojo sobre el asfalto, un rostro irreconocible e incluso viseras alrededor. Se trataba de un suicidio. Según el murmullo de la gente, parece que se lanzó desde lo más alto del edificio.

En su vida se había imaginado ver una escena así. Con sus dos manos se cubre la boca para evitar vomitar, mientras intenta alejarse de ahí. Al salir deja de resistirse y suelta todo. Derek alcanza a verlo, se preocupa y se acerca.

"Ey, ey ¿Qué pasó? No te vez nada bien". Dice Derek.

"Un... un cuerpo". Responde Noah.

"¿Cuerpo?... Si es una broma, no es gracioso"

"Te parece que estoy..."

Cae la arena, pero yo prefiero manecillas. Y con ellas, no eres capaz de dar la vuelta.

Las sirenas que se oían a lo lejos por fin llegan, eran patrullas, estaban en una persecución. Pasa el primer coche, a gran velocidad solo a un metro de ellos; era el único que no pertenecía a la policía; las personas que iban en él, estaban disparando. Noah y Derek se agachan, pero todo paso tan rápido, que un segundo en la manecilla parecía eterno.

Derek toma del brazo a Noah, con la intención de salir rápido de ahí. Intentan refugiarse junto con las demás personas de la multitud, pero... el coche que no pertenecía a la policía vuelve a disparar; una de esas balas da justo al conductor de la segunda patrulla, haciendo que pierda el control y se estrelle contra la tercera patrulla, esto provocó que ambas volcaran.

Sobre el reflejo del ojo, un milímetro de separación entre la vida y la muerte.

-¿Así moriré?-. Fue el último pensamiento de Noah.

Noah, Derek, y las personas de la multitud son aplastados por los coches de policía, pintando el lienzo de un bello color rojo...

[Rouge]

La alarma está sonando de nuevo, es momento de levantarse.

Noah despierta y se sienta de golpe, está sudando, tiene el pulso acelerado. Respira fuertemente, siente como si hubiera dejado de tomar aire por horas.

Aún no apaga la alarma y comienza a molestarle; se da dos golpes en las mejillas para lograr calmarse. Estira la mano y por fin apaga la alarma.

-¿Qué fue eso?-. Se levanta de la cama para arrancar el día 11 de su calendario. "¿Lo soñé?".

Fecha: 12 de julio 2008.

ตอนถัดไป