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Cap. - 2 -

Violet enardeció de cólera ante tal comentario despectivo hacia los chicos, a pesar de ser hija de un Duque, Violet luchó enormemente para estar donde está, por lo que cualquier comentario o acto de desprecio hacia el esfuerzo de otros le resultaba intolerable, sin dudarlo exclamó:

—¿Tiene usted alguna prueba que confirme eso? O ¿se encuentra de mal humor al ver que su hijo perdió?

El Señor Arthur podía sentir la mirada penetrante que Violet tenía sobre él, en aquel momento pensó: si las miradas mataran… Y es que su enojo era tal que se notaba con facilidad, incluso entre los presentes.

—Usted mismo lo dijo Lady. Violet, a pesar de que ambos jóvenes no tienen completados sus tatuajes lograron cazar a un jabalí rey, una hazaña que sería creíble para cualquier cazador o pirata experimentado, pero ¿dos jóvenes? ¿no le parece extraño? —respondió el Señor Arthur sin ceder.

El comentario acertado del Señor Arthur logró calar entre los presentes quienes rápidamente apoyaron la idea del Señor Arthur, pero en eso Jayden —el hermano mayor— comentó:

—Nosotros no hemos cazado a la bestia, de hecho, fue el escudo de Lady. Violet lo que terminó matando al jabalí, lo único que hicimos fue molestarlo a tal punto que sólo fijará su mirada en nosotros, eso fue suficiente para guiarlo hasta aquí, las reglas de la competencia no especificaba que teníamos que traer al animal muerto, solo decía que teníamos que traerlo hasta la villa. Lo único que hicimos fue aprovecharnos de las reglas que usted como creador de la competencia estableció.

La respuesta acertada que dio Señor Arthur fue superada ante la astucia de Jayden, quien rebatió con facilidad el comentario lleno de veneno que había hecho Señor Arthur quien ya no supo cómo responder a lo que Violet agregó:

—Bueno, si el Señor Arthur no tiene nada más que agregar, yo, Violet Vandergate declaró a Jayden Demot y a Max Demot ganadores de la competencia.

Obviamente nadie se opondría ante tal afirmación por lo que los presentes empezaron a aplaudir y felicitar a los ganadores, los músicos volvieron a tocar devolviendo el ambiente festivo al lugar, aunque claro está, Señor Arthur no podía estar más enojado ante lo sucedido, él y su hijo se marcharon del lugar con prontitud, acción que no gustó del todo a Violet y a Lisa —quien fungía como tercera al mando en la flota de Violet—. Entre tanto Mary felicitaba a los chicos por sus logros, Mary tenía cierto apego a aquellos chicos, a pesar de que no tenían mucho tiempo en la villa desde que Mary trató con ellos por primera vez los empezó a ver como si fueran sus hermanos pequeños.

Los dos hermanos, junto con Violet y Mary subieron al estrado y ahí ellas procedieron a darle a los hermanos el premio de la competencia el cual consistía en cien monedas de plata y disfrutar del banquete de la noche en la mesa de Violet y Señor Arthur. Cuando Violet entregó el bolso de cuero cargado de monedas, Jayden le inquirió:

—Me asombró el hecho de que supieras nuestros nombres, nunca lo mencionamos, solo lo anotamos en la lista de los participantes.

—Soy la capitana de una flota de ciento cincuenta hombres y mujeres, es mi deber conocer y memorizar los nombres de cada uno de ellos.

—Pero nosotros no somos parte de tu tripulación.

—No, pero ustedes eran los únicos piratas de la lista, fue fácil memorizar sus nombres.

—Ja, ja, ja.

En eso Max —el hermano menor— interrumpió la conversación:

—Jayden rápido, Mary me pidió que le ayudáramos a trasladar al jabalí rey a la taberna, ella tiene que prepararlo para el banquete.

—Ve —dijo Violet—, nos veremos más tarde.

—Sí.

Con eso los hermanos se fueron del lugar junto con Mary rumbo a la taberna Blue Bird, mientras que Violet y Lisa acordaron ir a la nave para atender unos asuntos relacionados con su llegada a Riverwood. Tan solo unos cuantos pasos dieron cuando un comentario de Violet dejó perpleja a Lisa, ella dijo:

—Alguien me está observando.

Confundida por tal comentario Lisa respondió:

—Estamos en un festival donde tu eres la invitada de honor, todos te están observando.

—Sí, pero solo uno lo hace con la intención de matarme.

En eso Violet fija su mirada en el segundo piso de un hostal que estaba en las cercanías, las ventas de la habitación que daban a la calle estaban decoradas con unas cortinas negras por lo que resultaba imposible ver el interior de la habitación desde donde se encontraban, Lisa al observar la habitación a la que Violet había fijado su mirada preguntó:

—¿Quieres que vaya a investigar?

—No, puede que solo haya sido mi imaginación. Vamos, tenemos que reunirnos con Wayne.

—De acuerdo.

Y con eso, ambas siguieron con lo suyo, aunque la presencia que Violet sintió si estaba ahí, en esa habitación, de hecho, no era solamente una, eran tres personas, dos hombres y una mujer los que se encontraban en la habitación. El sujeto que estaba observando a Violet desde la venta lo hacía de tal forma como si de un cazador y su presa se tratase, en aquella habitación se tramaba algo que sacudió a todos los habitantes de Riverwood, un acto que sería recordado más tarde como la mayor tragedia de Riverwood.

—Esa mujer me asombra, aún en un festival nunca baja la guardia —comentó el acechador. Un hombre corpulento que causaba temor solo con observar.

—¿Qué esperabas? Es una Vandergate después de todo —le responde la mujer, delgada y rodeada de un aura asesina—. Matarla no será nada fácil.

—No se preocupen mis camaradas —comentó el líder de aquel equipo, el que daba más miedo de los tres por su apariencia de loco, mientras sujetaba un cristal rojo entre sus manos—. Nosotros tenemos el destino a nuestro favor.

A esa misma hora, pero en otro lugar de la villa, Derrick Demot —padre de los chicos— intentaba vender sus telas, antigüedades y libros. Tenía cincuenta y cinco años, su contextura era de una persona pesada, lleno de optimismo y mala suerte para las ventas y ese día no era la excepción pues el negocio no había ido muy bien.

—¡Venga, vengan y observen todo lo que variedades Derrick tiene para ustedes! Pueden preguntar sin compromiso.

Sin embargo, los lugareños pasaban de largo. El hombre suspiraba mientras se lamentaba:

—En esta villa sí que está difícil la venta, pensé que al venir aquí en la época del festival lograría vender bastante, pero veo que me equivoqué, espero que a los muchachos les esté yendo mejor que a mí.

En eso un hombre se acercó.

—Disculpe caballero, temo que es hora de pagar el impuesto de estadía.

—Ah sí, lo tengo aquí conmigo, tres monedas de plata ¿verdad?

—Así es.

—Aquí tiene. Y, oiga, amigo, ¿aquí la gente no compra nada en los festivales?

—Claro que sí, es la época donde más dinero se gasta.

—Ya veo, es que me ha ido bastante mal este día.

—Eso es porque vende cosas muy viejas señor

—¿Viejas? ¡Esto son tesoros!

—Telas coloridas y con horribles diseños, ¿eso es un tesoro para usted?

—Bueno, depende de los gustos, además, están a buen precio.

—Como usted diga señor, quizás en la noche mejoren sus ventas.

—Sí, quizás tenga razón.

—Bueno, si me disculpa....

—Adelante, no le entretengo más.

Gracias a la amabilidad de Mary, Derrick había establecido su puesto ambulante —que no era otra cosa que la carroza donde viajaban él y los chicos, junto con sus dos fieles caballos: trueno y rayo — a lado de la taberna Blue Bird, en cuanto los chicos divisaron a su padre apresuraron el paso y finalmente lo saludaron.

—Oye papá, ¿cómo estás? —preguntó Jayden al llegar junto a su padre.

—¿Cómo te ha ido con las ventas hasta ahora? —agregó Max.

—Chicos, que bueno verlos, la verdad es que no he vendido nada aún, la gente de aquí no aprecia el arte.

—Ja. Ja, ja, eres el único que lo ve de esa forma papá —dijo Max.

—Es arte, ¿me escuchan?, arte, solo las verdaderas personas conocedoras del arte lo entenderían, y díganme, ¿cómo les fue a ustedes en la competencia? ¿Lograron atrapar algo?

—Sí, teníamos que cazar un jabalí, y gracias a mi ingenio cazamos un jabalí rey, mira ahí lo tienes —respondió Jaden con orgullo mientras señalaba la carroza donde iba montada el jabalí.

—¡Hey! Yo también ayudé, fui la carnada.

—Sí, bueno, te doy un poco de mérito.

—¿Qué?

—Ja, ja, ja —río Derrick.

En eso Mary se une a la conversación.

—Sus muchachos estuvieron increíbles en la competencia.

—Señorita Mary —dijo Derrick—, muchas gracias por cuidar de mis chicos y por permitirme estar al lado de su taberna, le estoy muy agradecido.

—No tiene por qué agradecerme cada vez que me ve ja, ja, ja. No se preocupe, ustedes también me han sido de ayuda, sin ustedes no hubiera podido reparar el techo de la taberna, ha sido un excelente trabajo.

—Bueno, como vendedores ambulantes que somos necesitamos hacer de todo un poco para sobrevivir, aunque ese agujero si fue un desafío.

—Es cierto —agregó Max—. Parecía que algo cayó de los cielos e hizo ese gran hoyo.

—Es verdad, ¿qué fue lo que pasó Mary? —preguntó Jayden.

—Eso sucedió antes de que ustedes entraran a la villa, en la taberna apareció un pirata de esos que les gusta viajar por todo el mundo, entró a tomar Ceiba fermentada, se pasó de tragos, y cuando noté, se estaba peleando con otro pirata. Fue increíble, no me gustan las peleas, pero este sujeto agarró al otro pirata y de un solo golpe lo mandó a volar, destruyéndose el techo en el proceso —narraba Mary.

—¿De un solo golpe?, eso es increíble —comentó Derrick.

—¿Verdad que sí? —respondió Mary entusiasmada, ella sabía que había presenciado algo extraordinario y le gustaba hablar de eso.

—¿Y qué pasó con ese pirata? —inquirió Jayden.

—Bueno, vinieron los soldados a apresarlo, pero antes de que se lo llevaran, me pagó los daños causados al establecimiento. Me sorprendió mucho, no todos lo hacen.

—¿Cómo se llamaba? —preguntó Max, curioso ante tal pirata.

—No lo sé, nunca me lo dijo y no le pregunté —respondió Mary.

—Bueno, sea quien sea ese pirata es sin duda muy fuerte —agregó Derrick—. Y dígame, señorita Mary ¿planea hacer algo con ese jabalí rey?

—Es cierto, nos hemos dividido el trabajo con los otros locales para cocinar los jabalís que se casaron hoy para el festín de la noche, a mí me tocó el jabalí rey, Max ¿podrías llevar el jabalí a la parte de atrás por favor? También me servirían unas manos extras.

—Seguro, no hay problema.

—Muchas gracias, bueno los dejo, tengo mucho trabajo por hacer.

—No la entretenemos más —respondió Derrick.

Max y Mary se dirigieron a la parte de atrás de la taberna mientras que Jayden se quedó a lado de su padre para ayudarlo con las ventas, algo que se le daba muy bien a Jayden pues era muy bueno endulzando los oídos de las personas.

—¿Así que no has vendido hasta ahora? —preguntó Jayden.

—Pues no, nada, ¿sabes que significa eso?

—¿Qué eres un mal vendedor? —Respondió Jayden sin pelos en la lengua.

—¿Cómo qué mal vendedor?, es la gente que tiene mal gusto, mejor olvida eso, lo que significa es que no tenemos dinero para la comida.

—No te preocupes por eso, Max y yo, ganamos cien monedas de plata en la competencia, además tendremos comida gratis a lado de Lady. Violet Vandergate y el Señor de Riverwood.

—Eso suena fenomenal, buen trabajo ganando esa competencia.