Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
"Wendy miró el cuchillo de frutas en su mano. No sabía qué estaba tramando Michael.
Extendió su mano para retirar la otra, pero se dio cuenta de que no podía moverse. Michael tenía un agarre mortal en su muñeca.
Michael la agarró de la mano y apuntó el cuchillo hacia su pecho. —Yo fui quien te hizo daño. Hazlo si eso significa que ya no estarás enfadada conmigo.
—Michael, ¿qué quieres decir con eso? —Wendy de repente sonrió. Sin embargo, su sonrisa estaba llena de desesperación—. ¿Estás forzando mi mano?
—Así es. Estoy forzando tu mano —Michael asintió y continuó—. ¿No puedes hacerlo? Lo sabía. No debes ser capaz de soportar hacerme eso porque aún me amas. Te prometo que manejaré lo que ocurrió hoy, ¿okay?
—¿No puedo soportar hacerte eso a ti? —Wendy de repente empezó a reír en voz alta—. ¿Manejarás lo que ocurrió hoy? Había muchos reporteros ahí hace un momento. Lo que ocurrió definitivamente será noticia mañana. Dime, ¿Cómo voy a pretender que nada ocurrió hoy?
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