Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
"Michael cerró los ojos y tomó un largo y profundo aliento. Luego se volvió hacia el doctor —Apáguelo.
El doctor asintió solemnemente. Hizo una última evaluación de la condición de Anthony para asegurarse de que no había señales de recuperación. Luego, procedió a desconectar el soporte vital que mantenía a Anthony con vida.
La máquina emitió un último pitido, un claro indicador de que Anthony nunca volvería a despertar. Justo entonces, sonó el teléfono móvil de Michael. Era Evan Boyle.
Inhalando bruscamente, Michael se tomó algún tiempo para controlar sus emociones antes de atender la llamada —Hola, Evan...
—Hola Michael, hablo en representación de Christian —dijo Evan—. Mientras veía a Christian siendo llevado a la cámara de ejecución, continuó —Quiere que te diga que lo siente porque no pudo ayudar a Leah.
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