Volvamos atrás en el tiempo en que sólo quedaba un día para que se iniciara el festival de la Tercera Fortaleza.
Ahora mismo Alexander estaba caminando normalmente por la calle, luego de que terminó de ayudar al viejo descarado por el día de hoy.
*Tararear*
Incluso estaba de buen humor, ya que reproducía suavemente la canción, "Believer", de uno de los grupos musicales que más le gustaba en su vida pasada, "Imagine Dragons".
Pero...
¿A qué se debía este alegre estado de ánimo?
Bueno, pues eso era...
...
"... Si, me llevaré uno de esos."
Vendedor: "Ah, entonces serían sólo tres monedas de plata."
Alexander tomó una moneda de oro que tenía en el bolsillo, y luego de que el vendedor del puesto le diera un Onigiri, o sea, una bola de arroz envuelta en una pequeña tira de alga Nori, que en este caso estaba rellena con Yakiniku, o carne cocinada a la parrilla...
Alexander le dió la moneda al vendedor, que estaba vestido con un clásico kimono japonés y la sonrisa eterna de negocios en su cara.
"Puedes quedarte con el vuelto."
Vendedor: "Oh, muchas gracias, usted es muy amable, y si permite que le pregunte... ¿es nuevo en la ciudad?"
"Se nota mucho, ¿eh? La verdad es que estoy de visita en la ciudad, solía ser un carpintero hace tiempo pero lo dejé porque una flecha me lastimó en la rodilla."
Alexander le respondió al vendedor mientras reía, y decía uno de los diálogos que más había querido decir en su vida...
...
Si.
Es cierto.
En este momento Alexander tenía una barrera mágica sobre él, que lo hacía parecer completamente diferente de su apariencia original.
También tenía a Aura Normal trabajando a todo máquina, para pasar incluso más desapercibido por las personas a su alrededor, como si ya se hubiera cansado de Alma Única, y estuviera probando carne fresca para hacer trabajar hasta el cansancio...
... Y aunque su apariencia actual difería mucho de la original, había dejado algunos de sus rasgos presentes en ella.
Razón por la cual algunas chicas ya le habían pestañado descaradamente...
Y el único motivo por el cual él hacía esto, era sólo simplemente por una curiosidad repentina.
...
Vendedor: "... Ok... pero bueno, supongo que llega en buen momento, ya que mañana se celebrará el Festival Anual que se dirige por el Santuario de la ciudad."
El vendedor al principio miró muy extrañamente a Alexander, ya que realmente no se imaginaba porque este había dejado de ser carpintero cuando había sido herido por una flecha, algo que no tenía mucho sentido... aunque como él mismo había visto cosas peores, esto rápidamente se le fue de la mente mientras le decía de la celebración que se iba a realizar mañana.
"Oh, eso definitivamente no lo esperaba, menos mal entonces, gracias por decírmelo."
Vendedor: "No es nada, somos pocos hombres en esta ciudad, tenemos que apoyarnos mutuamente. Incluso te llevaría a la siguiente reunión de nuestro Club de hombres el sábado, para hablar de nuestro nuevo Héroe, Alexander-sama, pero ya estamos llenos."
"Bueno, ¿qué se puede hacer?, entonces adiós."
Alexander se despidió del Vendedor, y este también lo hacía.
Entonces después de que empezó a caminar nuevamente, aunque un poco extrañado con la situación y lo que le había dicho el Vendedor, se comió poco a poco el Onigiri.
Y Alexander tenía que admitir que los japoneses eran realmente unos malditos genios culinarios, ya que de simplemente arroz y carne cocinada, obtenían un sabor muy exquisito como este.
Pensó en volver más tarde y comprar por lo menos mil más para sus Esposas... o los que más pudiera darle el Vendedor.
Ya que ellas se habían vuelto unas glotonas, en el momento en que se dieron cuenta de que podían comer y comer y comer, que no iban a engordar ni una gota, en especial Prim.
'Hehe.'
Y Alexander sonrió algo tontamente para sí, pensando en la gran recompensa que ellas le habían dado por este hecho.
...
"Entonces, ¿mañana a qué hora cerraremos?"
"Mami, quiero un dulce de esos."
"¿Qué vestido piensas que le guste más a Alexander-sama?"
"¡Mokoto-chan, vamos a jugar a la casa de Hiroshi!"
"Ne ne, ¿ese chico no te parece lindo?"
Alexander pasaba tranquilamente por las calles muy concurridas de la pequeña ciudad, mientras incluso sin querer, escuchaba todo tipo de conversaciones.
Y era algo extraño para él, pasear sin destacar casi nada, ya que prácticamente se había adaptado a algo así, y lo aceptaba, aunque también esto le agradaba.
Aunque principalmente se podía ver que lo que más había aquí, eran chicas, la presencia de hombres era realmente muy poca.
Incluso había algunas chicas que lo señalaban.
Alexander sólo sonrió un poco y siguió caminando.
...
Una hora había pasado y Alexander sólo caminaba por la ciudad muy tranquilamente, se había entretenido mucho, ya que todo lo que vió había sido... interesante, por decir menos.
Pero justo cuando estaba por terminar este agradable paseo...
"..."
Alexander se quedó sin palabras al ver la escena delante de el...
Se trataba de un joven hombre, con ropas de un feudal japonés sentado en una banca...
Incluso se podía decir que el ambiente que lo rodeaba era algo depresivo...
Pero nada de esto importaba.
No.
Lo que a Alexander le había llamado la atención, aún contra lo que el pensaba que no era posible en la realidad...
Era que éste tipo...
Tenía el inigualable "Peinado Follador de Protagonista Hentai" en su cabeza...
Alexander estaba sorprendido más allá de las palabras ya que realmente no esperaba que algo así fuera real.
Incluso pensó que el tipo era el protagonista de alguna historia Hentai antigua e Isekai...
Sólo que Alexander sabía que el tipo era buena gente, ya que fácilmente lo podía decir al observar su Aura.
"¡Mamoru-kun~ Apúrate~!"
Alexander y el tipo a la misma vez miraron hacia el lado derecho para encontrar dos mujeres, atractivas lo que algo un poco planas... esperando al tal "Mamoru-kun", dueño del Peinado Follador mientras una lo saludaba con la mano y le daba una sonrisa...
*Gulp*
Alexander vió como el tipo empezó a tragar y sudar un poco, aunque luego sonrió algo nerviosamente y fue hacia allí también.
'Haaa.'
Alexander suspiró mentalmente al ver algo tan... único, como lo que vió.
'Esfuérzate amigo, contigo llevas el peinado más codiciado por los Fans y Otakus masculinos... esfuérzate hasta que seas digno de él."
Alexander puso una cara solemne mientras hablaba mentalmente.
Ya que al parecer, le estaba tomando la vuelta a todo esto de hablar para sí mismo, y aunque aprendiera a controlarlo, el definitivamente iría a Everyone Else is Returned, este era uno de sus sueños más grandes.
...
Alexander sacudió la cabeza un poco y entonces decidió que su día de paseo había terminado.
Ahora, él iba a conseguir esos Onigiris para sus Esposas como el buen Marido que era.