Parecía que no había armonía entre los Dioses. Bueno, era verdad que cada uno de ellos lucía como si no quisieran conseguir la Tabla del Destino y poseer la poderosa fuerza que contenía.
Para Marvin, la hostilidad entre los Dioses parecía ser algo que podía aprovechar. Después de todo, la situación era muy difícil. Si realmente hubiera una pelea, no sería capaz de ganar. E incluso escapar parecía un lujo.
Pero antes de decir nada, una suave voz resonó por el Plano:
—Esta tierra no ha visto a tantos reunidos desde hace mucho tiempo. Grant, Anubis, Faniya, Molly… Cuantotiempo sin verlos.
Cuando oyeron esta voz, ¡los Dioses se sorprendieron!
—¿Quién ha sido?
¡Alguien había osado llamar a los Dioses más poderosos por sus nombres!
Pero lo que más les impactó fue que los Grandes Dioses y los Dioses Antiguos no se enojaron. En realidad, se obligaron a sonreír.
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