EL NACIMIENTO DE UN DIOS

Dentro de un bosque, Alexander tenia toda su concentración en su presa que estaba no muy lejos de él.

Su respiración era lenta mientras sostenía el arco junto con la flecha que iba a disparar. Con un ojo cerrado y el otro cerca de la flecha, Alexander empezó a trazar la trayectoria de la flecha en su mente. Calculó la fuerza que necesitaría aplicar sobre el arco para que la flecha logrará dar en el objetivo.

A unos 50 metros de él, un ciervo con grandes cuernos se encontraba comiendo. No siendo consiente de la presencia de Alexander, el ciervo había bajado la guardia. Aprovechando este descuido, Alexander realizó los últimos preparativos para disparar.

¡Swfff!

Después de descargar la fuerza que Alexander aplicó sobre el arco, la flecha salió disparada a gran velocidad. Un silbido fue producto de la gran velocidad a la que viajaba la flecha.

En ese momento, la orejas del ciervo se movieron y alzó su cabeza. Al descubrir el sonido provocado por la flecha, se puso alerta y estaba a punto de escapar, pero fue demasiado tarde. En menos de un segundo, la flecha lanzada por Alexander había impactado sobre el cráneo del ciervo.

El cuerpo del ciervo cayó completamente hacia el suelo mientras arrogaba sus últimos sonidos. Alexander salió de su escondite y se acercó hacia donde estaba el ciervo.

Sacó una navaja de su mochila y empezó abrir la carne del ciervo. Realizó algunos cortes sobre el cadáver mientras buscaba algo.

"Sin núcleo... Ah! Al parecer hoy no es mi día de suerte"

Abatido, Alexander habló. Al descubrir que el ciervo no tenia núcleo mágico se sintió decepcionado. El día de hoy había cazado a 2 ciervos, 5 jabalíes y 8 aves. Entre todos ellos, solamente un jabalí contenía un núcleo mágico de nivel bajo. Alexander podría vender el núcleo mágico de nivel bajo al Gremio de Comerciantes por un par de monedas de plata.

Aunque un par de monedas de plata no era mucho, podría cubrir las necesidades básicas de una persona durante una semana.

"Al menos aun podré vender la piel los animales que case por algunas monedas de cobre o incluso por una moneda de plata mas..."

Realizando algunos cortes, Alexander logró desprender la piel y los cuernos del ciervo.

Sacó una pequeña bolsa que estaba amarrada con un pequeño listón, lo abrió ligeramente y una fuerte fuerza de succión provino de ella.

En ese momento, la carne y los cuernos del ciervo fueron atraídos por esa fuerza de succión hacia dentro de la bolsa. En segundos, la piel, los cuernos y la carne del ciervo desaparecieron.

"Tendré que comprar una nueva bolsa de almacenamiento. La que tengo actualmente tiene un espacio limitado."

Alexander reflexionó mientras guardaba nuevamente la bolsa.

Miró hacia el cielo para descubrir que estaba apunto de anochecer. Los últimos rayo del sol estaban despareciendo en el horizonte para dar la bienvenida a la oscuridad de la noche.

"Ya esta por anochecer. Seria demasiado tonto si quiero regresar a casa a esta hora. Tendré que acampar aquí."

Al decidir que acamparía dentro del bosque, Alexander fue realizar algunos preparativos. Busco algunas ramas y hierbas secas que le pudieran servir para alimentar a la fogata.

Mientras tanto, arrogaba un polvo alrededor de donde descansaría. Este polvo tenia como objetivo ahuyentar a las bestias mágicas de rango bajo y medio.

Alexander sabia muy bien que dentro del Bosque Profundo habitaban innumerables bestias mágicas de rango bajo y medio, aunque también existieron rumores que hablaban de la presencia de una bestia mágica de rango alto en las profundidades del Bosque Profundo. Debido a que nadie había logrado ver a esa misteriosa bestia magica de nivel alto, creyeron que era solo una invención de aventureros y cazadores.

Dejando solo a las bestias mágicas de nivel bajo y medio como los habitantes del Bosque Profundo, existían una gran variedad de ellos.

Desde bestias mágicas inofensivas hasta bestias que amenazaban la vida de una persona. Existieron muchos casos en donde aventureros, cazarrecompensas, mercenarios y cazadores se adentraron al Bosque Profundo en busca de algún tesoro, perdieron sus vidas debido a que se toparon en su camino con algún tipo de bestia magica. Si la persona no era lo suficientemente fuerte para hacerle frente a tal situación, el único resultado seria una muerte segura.

Por tal motivo, se crearon diferentes artículos especiales para asegurar la vida de las personas. Uno de estos artículos era el Polvo de los Mil Olores. Era un mezcla de diferentes sustancias y plantas raras que provocan algunos olores irritantes para las bestias mágicas. Aunque no evita que las personas se encontraran con alguna bestia magica, por lo menos el Polvo de los Mil Olores lograba ahuyentarlos y así evitaba que se acercaran.

Alexander encendió una fogata y cocino un pedazo de carne mientras observaba el cielo estrellado. Las copas de los arboles del Bosque Profundo no era grandes, por lo que era posible ver el cielo sin dificultad.

" pensar que dentro de un mes cumpliré 17 años. El tiempo pasa demasiado rápido... También se cumplirán 5 años que madre, padre y abuelo fueron asesinados. Pero aun no he podido vengarlos..."

Mientras apretaba el puño, Alexander fortaleció nuevamente su determinación: asesinar al responsable de la muerte de su familia.

El pertenecía a una familia poderosa en influyente dentro del país, la Familia Lawrence. Debido a que sus antepasados habían obtenido grandes logros al país, el Reino Italkia, la reputación de su familia se alzó.

Hasta llegar al grado que podían influir en las decisiones dentro del país. Fue considerada la familia noble mas fuerte dentro del reino, solo por debajo de la familia real. Incluso el propio Rey los trataba con respeto y consultaba su opinión antes de tomas decisiones. A pesar de la gran influencia y fuerza de la Familia Lawrence tenia, su lealtad hacia la familia real fue irrefutable. Ambas familias habían creado lazos a lo largo de los años. Sabiendo esto, el Rey nunca tuvo el temor que la Familia Lawrence se revelara y tratara de tomar el trono.

En resumen, la Familia Lawrence era la espada y el escudo del reino.

Fue así durante mucho tiempo, pero todo terminó hace 6 años. Durante una campaña militar, el abuelo y el padre de Alexander se habían dirigido a las líneas del frente en lo que podía ser considerado la ultima batalla, pero algo extraño sucedió.

Un grupo de figuras aparecieron en el campo de batalla, según informes estaban encapuchados y no portaban el uniforme que pertenecían a las tropas del Reino de Messina.

Realizaron un conjuro y desataron un enorme ataque en contra de las tropas del Reino Italkia. Tres cuartas partes del ejército fue asesinado mientras que la otra cuarta parte con dificultad logró sobrevivir. En un sólo ataque, la Familia Lawrence había perdido la mayoría de su ejército. Debilitando considerablemente su fuerza. El abuelo y padre de Alexander fueron capturados por el enemigo y finalmente asesinados. Conservaron sus cabezas y se las mandaron al Rey acompañado con una amenaza.

Ellos solamente querían erradicar a la Familia Lawrence y nada mas. No iban a intervenir en la guerra ni mucho menos atacar al Reino Italkia con la única intención que no interfirieran o tratarán de proteger a la Familia Lawrence.

Sabiendo lo peligroso y poderoso que era este enemigo desconocido, por la seguridad del reino, el Rey no tubo otra decisión que ceder y no interfirió.

Esa misma noche, un grupo de personas se adentró en la residencia de la Familia Lawrence. Hay que mencionar que dentro del Reino Italkia, la residencia de la Familia Lawrence era considerada como un fuerte impenetrable. Pero debido a los acontecimientos recientes, la residencia estaba desprotegida.

Es por eso que el grupo de figuras logró ingresar a la residencia sin ninguna dificultad.

La residencia de la Familia Lawrence se convirtió en un baño de sangre. Las figuras asesinaron sin piedad a todos los miembros de la familia.

Niños, ancianos, hombres , mujeres, sirvientes fueron asesinados sin importar sus súplicas. La madre de Alexander sabía que la Familia Lawrence estaba condenada y no había nada que pudieran hacer para evitarlo. Siendo así, miró a su hijo de 12 años, Alexander. Lágrimas brotaron de sus ojos al pensar que era el fin.

Ella no podía aceptar eso. Ella no permitiría que la vida de su hermoso hijo terminara tan pronto. Con esa convicción, ella dio órdenes a los pocos soldados que aún habían logrado sobrevivir.

Les pidió que escaparan con su hijo y protegieran incluso si era necesario arriesgar sus propias vidas. Siendo honorables y fieles soldados de la Familia Lawrence, aceptaron sin dudar.

Antes que los soldados escaparan a través de un pasadizo secreto que los llevaría hacía afueras de la residencia, ella se despidió de Alexander con un fuerte abrazo. Aunque trató de no llorar enfrente de Alexander, no lo logró.

"Vive... Vive y se feliz. Recuerda que mamá siempre estará a tu lado."

Esas palabras surgieron de ella entre llanto y dolor.

Alexander no quería abandonar a su mamá. Él quería estar junto a ella. Así que se aferró y no la soltó. Su mamá sabía que no podían esperar más tiempo por lo que utilizó un conjuro, una estela de luz surgió de su mano y tocó la frente de Alexander. Alexander sintió que su conciencia se debilitaba y su visión se hacía cada vez mas borrosa.

El solo podía ver como se alejaba más y más de su madre. El rostro triste de su madre reflejaba el dolor que ella estaba sintiendo. Mientras lloraba, ella alzó su mano y se despidió de Alexander.

Lo último que Alexander recuerda fue una gran explosión que provocó la destrucción de la residencia. Su casa que había habitado toda su vida junto con su familia, se había reducido solamente a las ruinas que se convirtieron como prueba de que alguna vez existió.

Un fuerte dolor en su pecho surgió. Sentimientos de odio, venganza y desesperación azotaron su mente. Apretando sus puños, él determinó nuevamente su objetivo: vengar a quien o quienes hayan sido los responsables de la muerte de su familia. Sin importar el costo, el haría todo lo posible para lograr su venganza.

Después de un tiempo, Alexander logró tranquilizar sus emociones.

"Ahh..."

Soltó un largo suspiro al mirar la fogata y descubrir que su carne se había quemado.