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Ocultándose de los niños

CASA

Ishtar llega a casa, para continuar con su rutina diaria después de asistir a sus clases de artes marciales en un gimnasio, atiende a sus perros Conde y Duque, sacándolos a correr media hora, regresan juega con ellos un poco antes de darles comida, supervisándolos mientras les platica sobre su día, como una costumbre que adquirió para evitar los diarios, que todo psicólogo recomienda. Entra a darse un baño, para luego reunirse en la sala de la casa grande con Sandro, sus hijos y a veces con algunos de los inquilinos que se distraían en la estancia viendo las caricaturas de los niños o alguna película que Sandro pusiera desde su netflix. 

Desde que Sandro se mudó a la casa de Ishtar, como ella no le quiso cobrar renta, el tomo la responsabilidad de pagar los gastos de la casa como gas, luz, agua, internet, netflix, mantenimiento de la alberca y jardín; los cuales en su totalidad mensual se equiparan al monto que ella cobra por alquiler de una habitación, sin alimentos. Pero Sandro tenía la habitación para los niños, mientras él logro el acceso directo a la alcoba de Ish. 

Cuando Ishtar entra en la sala, los niños saltan a abrazarla, saludarla y contarle sobre el día que han tenido en la escuela. La mayoría de las veces cenan juntos y se sientan a ver algún programa en la televisión o a jugar con Conde y Duque, antes de que se bañen para ir directo a dormir. El momento del día en que a pesar del cansancio disfruta, relajándose a lado del hombre que ama. Pero hoy él está aún tenso por el confronta miento con Casandra. 

Ishtar escucha atentamente a los pequeños, Sandro los contempla con ternura y admiración; sin poder evitar pensar que nunca vio una escena así de los niños con su madre. Conmovido por la escena se acerca a ellos para abrazarlos, dándole un furtivo beso a Ish en los labios, mientras los pequeños se distraían con algo que les señalo en el televisor. 

Sandro a petición de Ishtar y por conveniencia en el juicio, no les ha contado a los pequeños sobre su relación con ella. Debido al divorcio ha tenido que llevarlos a terapias psicológicas para que puedan entender, asimilar y aceptar la separación de sus padres, el divorcio y las futuras relaciones amorosas y de pareja que cada uno de los papás tengan. 

Ishtar le sonríe a Sandro, con dulzura ante su acto furtivo; pregunta por la cena. Los niños alegres piden cereal y caricaturas. Seguidos de un baño y el cuento nocturno. Momentos en que Ishtar se dedica a leer alguna obra literaria o ver películas mientras espera a Sandro; aunque en ocasiones para cuando Sandro llega a la habitación de Ish, ella ya está dormida. Pero esta noche lo espera pacientemente, para hablar, ayudarlo a relajarse o solo abrazarlo. 

Sandro –Aun estas… despierta –entra Sandro a la habitación, quitándose los zapatos, y desabotonando su camisa–

Ish –si, estaba esperándote. –Sandro se sienta en la cama, para terminar de desvestirse; Ish se acerca y comienza a darle masaje en los hombros y la base del cuello para desestresarlo– ¿Cómo te sientes?

Sandro – Cansado –besando la palma de su mano– pero estoy bien 

Ish – ¿De verdad? – Le besa la coronilla de cabeza.-

Sandro –Si, solo necesito descansar, tengo audiencia temprano. 

Ish, suspira– Está bien

Terminando con el masaje, le da un beso en la mejilla y se vuelve a su lugar recostándose. Sandro termina de cambiarse, apaga la luz y se recuesta a un lado de Ish, después de un rato en que Sandro medita, se voltea abrazando a Ishtar

Sandro – El masaje estaba bien –le dice, posando unos besos en su hombro y oído, refugiándose en su cuello–

Ish – aja –en un gruñido somnoliento le responde– descansa.

Sandro –Descansa.