ISHMAR

ISHMAR (firma de Ishtar y Josué)

Hannah, Ishtar y Pedro, están conversando en el área de comida; debatiendo sobre el sentido y estrategia que deben tomar en otros asuntos, así como los inconvenientes de aceptar continuar trabajando con determinado cliente problemático. Cuando llega Josué animado por el éxito en sus audiencias, alardeando de ello; para rematar preguntando por la conclusión del asunto se Sandro. 

Pedro –Lo tenemos en la bolsa. En menos de dos meses tendremos la resolución. 

Hannah –No estés tan confiado, que de seguro esa víbora –acentuando esto con desdén– va impugnar la sentencia y la va a hacer cansada. 

Hannah que es una abogada especializada en asuntos fiscales, pero con amplia experiencia en materia familiar y penal ya que trabajo en sus inicios en ambos juzgados; y hasta hace poco litigaba de todo, hasta que se integró a la firma de Ishtar y se dedicó a la exclusividad de la materia fiscal, no deja de apoyar. Una joven, delgada, castaña, con un humor caprichoso e infantil, que a pesar de tener su belleza e inteligencia, no ha tenido mucha suerte en el amor. 

Pedro –Estoy preparado para eso y más. –Dice con aire de suficiencia y experiencia–

Hannah – Pues espero que Sandro tenga estomago muy fuerte porque si no, no sé cómo soportara este largo pleito con Casandra. Y más tú Ishtar. ¿No te ataco, ni agredió?

Pedro –Ish, puede también con eso y más. Controlo bastante bien la situación y el abogado limito y callo en varias ocasiones a Casandra; también lo hizo la secretaria del juzgado. 

Ish –Así es. No es como todas las demás audiencias, esto se volvió algo personal. Pero intento mantener la objetividad y compostura, no le daré el gusto a ella y no dejare que Sandro pierda la cordura –dice con gesto amargo–

Josué –Bueno, por mientras es tiempo de celebrar el triunfo en esta batalla cotidiana. –Dice sacando una botella de whisky de la alacena, junto con unos vasos– ¿No?

Pedro –Tu siempre tan… –Niega con la cabeza–

Hannah –Por favor, nos lo merecemos. 

Ish –Como un premio por un buen día de trabajo. 

Josué –Excelente –dice sirviendo los vasos– ¿bebes? –dirigiéndose a Pedro que con un gesto de derrota más forzado de lo que quisiera, acepta–

Josué que es el intelecto de la firma, mientras que Ishtar es la mano ejecutora y la que materializa todos y cada uno de los proyectos que idea, procesa y se le ocurre a Josué; son los fundadores de la firma ISHMAR. Un hombre joven, alto moreno, corpulento de facciones toscas y semblante intimidante. Perfecto para hacer las intimidaciones legales, y los tratos duros, el policía malo de la firma; mientras Ishtar se encarga de las conciliaciones, y de tener el protagónico del policía bueno. Josué quien recién se casó, amigo de Ishtar desde que ella comenzó su vida como abogada postulante, después de haber abandonado el trabajo dentro de los juzgados y en la burocracia. Una de las pocas personas que a su pesar le advirtió a Ishtar de los problemas que existiría al iniciar una relación con Sandro y aun así la apoyo. Tal como ella lo hizo cuando fundaron la firma y cuando el decidió casarse. 

Pedro, hermano de Pablo socio de Sandro, que prefirió trabajar independiente y alejado de la sombra de su hermano; ha revelado estar mejor en esta firma un sinfín de ocasiones. Especialista en materia de informática, civil y mercantil. Un hombre de estatura promedio, castaño, alegre y fiestero, casado desde hace ya bastante tiempo y con la misma apariencia de un hombre soltero; un caballero, coqueto pero fiel. 

Ish – ¿Alguien sabe si ya volvieron los pasantes?

Josué – ¡Esos flojonazos! No estaban cuando entre. 

Hannah – Ya se fueron, menos Jorge que no lo vi llegar. 

Pedro –Él iba a ir a la Capital a recoger y entregar los trámites de obra de la constructora con la que Ish firmo contrato la semana pasada. Y debía entregar algunas controversias. 

Josué –Pero sí es el más torpe de todos. 

Hannah –No claro que no. Dalia está peor. Mejor llámale. –Dirigiéndose a Josué, que saca el celular para llamar a Jorge–

Josué –No contesta. 

Ish –Insiste. 

Mientras Josué, volvía a llamar y bebían de sus copas; entra Jorge en el comedor; disculpándose por no responder, porque su teléfono se quedó sin pila. 

Pedro – ¿Cómo te fue?

Jorge –Bien. 

Pedro – ¿No hubo complicaciones? ¿Hiciste todos los encargos?

Jorge, dice optimismo– Si, todo. Solo ocurrió un accidente en la oficina de la constructora pero quedo todo bien. Entregue los documentos y traje los acuses de las controversias. 

Ish – ¿Y los documentos que debía firmar el Ingeniero Vega? 

Jorge –No… –Dudoso y nervioso– esos no me los entregaron

Pedro –Te los entregue en otro folder; explícitamente te encargue los regresaras. –Le dice con semblante frio e inexpresivo–

Josué – ¡Resuélvelo! Tienes hasta el mediodía de mañana para traerme esos documentos. –Con tono dictador. –

Jorge –Está bien. –Abnegado, acepta y se retira. –

Hannah – ¡Se pasan con el chico! 

Ish –No, pero él no pone la suficiente atención y cuidado. 

Josué – Con uno eran peores, cuando éramos pasantes. Es como te forjan.