Era un día soleado en Beacon Academy, y Pyrrha Nikos estaba entrenando en el campo de combate. Su determinación y habilidad eran admiradas por muchos, pero aún había una sombra de duda en su mente. A pesar de sus logros, sentía que siempre debía esforzarse más, especialmente por el apoyo que siempre había recibido de su equipo y sus amigos. Mientras practicaba, una ráfaga de viento hizo volar su cabello rojo, y se detuvo un momento, observando el horizonte.
De repente, un destello brillante iluminó el cielo. Pyrrha frunció el ceño, mirando con curiosidad. Unos momentos después, un extraño apareció ante ella un hombre de cabello rubio, con una sonrisa brillante y una actitud despreocupada. Llevaba un abrigo rojo largo,gafas de sol,camisa y pantalon negro.
Cayó al suelo sacudiéndose el polvo.

-¡Hola! Soy Vash ¿Dónde estoy?- preguntó con entusiasmo, como si no estuviera preocupado por su llegada repentina.
Pyrrha se quedó atónita. -¿Quién eres? ¿Y cómo llegaste aquí?-
-Soy un....mmmmm Gudou esta vez creo... bueno, un poco diferente. Estoy buscando un lugar donde la gente no se pelee tanto, ¿sabes? Y parece que estoy en un lugar interesante,- respondió Vash, sin perder su sonrisa se metio en problemas con Xcthol -El Dios cabra- Un humanoide sádico, controlador de la mente, como un fauno , probablemente bastardo o amante de Shub-Niggurath.
Pyrrha no podía evitar sentirse intrigada. -Este es Beacon Academy. Aquí entrenamos para ser cazadores y proteger a las personas aunque a veces tenemos conflictos internos.-
Vash inclinó la cabeza, notando la pasión en la voz de Pyrrha. -¡Eso suena genial! Pero, ¿no sería mejor si todos se entendieran en lugar de pelear?-era más divertido disfrutar de una buena bebida.
Pyrrha sonrió levemente, sintiendo que había una conexión instantánea. -Eso es lo que todos esperamos. A veces, los conflictos son inevitables, pero siempre hay una oportunidad para la redención.-
Vash asintió, la chispa de interés brillando en sus ojos. -Me gusta tu forma de pensar. ¿Te gustaría mostrarme cómo entrenan aquí? Quizás pueda aprender algo.-
Sin dudarlo, Pyrrha aceptó. Ambos se dirigieron a la sala de entrenamiento, donde varios estudiantes estaban practicando. A medida que entraban, Vash observó a los luchadores y se sintió impresionado por su destreza.
-¡Esto es increíble! ¿Puedo intentar?- dijo Vash, sus ojos brillando de emoción.
Pyrrha rió suavemente. -Claro, pero ten cuidado. La competencia aquí es fuerte.-
Con un ligero guiño, Vash se adentró en el combate. A pesar de no ser un guerrero tradicional, su agilidad y habilidad con la pistola sorprendieron a todos. Aunque no usaba sus habilidades en máximo esplendor, su estilo de lucha era creativo, y todos quedaron intrigados por su enfoque.
Ser Gudou le permite muchas cosas.Los Dioses Gudou localizados como Dioses de la Trascendencia , son una de las clasificaciones de Dioses en Shinzabansho.
Habiendo alcanzado el Taikyoku, poseen un poder omnipotente, capaces de manifestar su Ley como deseen, aunque a diferencia de su contraparte, el Dios Hadou, son autónomos. Sus Leyes afectan su propio universo interno, o afectan su propio cuerpo. No se ven afectados por la realidad circundante o el Atziluth-Tai (Ley Suprema) y, en cambio, cambian la realidad en sí misma, formando un universo Taikyoku. Como no emanan y permanecen perfectamente internos al usuario, el mundo que los rodea permanece espléndidamente inafectado
Se juegan todo por un ideal único, se juegan todo lo que les exige su ser para avanzar hacia ese ideal, para seguir avanzando y hacer realidad su ideal.
Si Hadou es la disposición de los reyes, Gudou es la disposición de los guerreros y artesanos. Una actitud que no se preocupa por el curso del mundo y que sólo busca llevar su propio camino hasta su fin último con gran pasión y seriedad.
Después de algunas rondas, Vash se detuvo, sonriendo de oreja a oreja. -¡Eso fue divertido! Me encantan estos desafíos. Pero dime, ¿qué haces cuando pierdes?-
Pyrrha, recordando sus propias derrotas, respondió con sinceridad. -Aprendo de ellas. La pérdida es parte del crecimiento. Cada caída me hace más fuerte.-
Vash asintió, reflexionando. -Tienes razón. Siempre hay que levantarse y seguir adelante. Es lo que hace que la vida valga la pena.-Su mentalidad de gudou se ramifica en eso.
En ese momento, Jaune Arc entró al gimnasio, su expresión llena de nerviosismo al ver a Vash. -¿Qué está pasando aquí?- preguntó, mirando con desconfianza al recién llegado.
Vash se acercó, extendiendo la mano con una gran sonrisa. -Soy Vash. Encantado de conocerte. Estoy aquí para aprender de estos cazadores.-.....Genial con lo que vino a encontrarse el que encabeza la lista negra de shav y muzan.
Jaune, sintiendo la amabilidad de Vash, tomó su mano. -Soy Jaune Arc. Aunque no soy tan fuerte como Pyrrha, estoy aquí para mejorar.-
(Nt:pruffffff hahahahahaha en tus sueños escoria )
-¡Eso es lo que importa! Nunca subestimes tu potencial, amigo. Todos tenemos algo que aportar,- respondió Vash con entusiasmo, haciendo que Jaune sonriera un poco....No sería tan cruel decirle que el segundo y quinto cielo (Dioses del trono) lo quieren muerto o al menos una buena parte de los habitantes del trono lo haria.
Mientras tanto, Pyrrha observó a ambos hombres, sintiendo que había algo especial en este encuentro. En su interior, se dio cuenta de que la amistad y la conexión eran fundamentales para enfrentar cualquier desafío. Y mientras compartían risas y anécdotas, la atmósfera se llenó de optimismo.
Los días pasaron, y Vash se convirtió en un visitante frecuente en Beacon Academy. A menudo entrenaba con Pyrrha y Jaune, compartiendo historias de su mundo y aprendiendo sobre la vida como cazador.
Un día, mientras estaban en el campo de combate, una sombra oscura apareció en el horizonte Un Wendigo grimm. Pyrrha y Jaune sintieron la tensión en el aire, preparándose para la batalla. Sin embargo, Vash, con su característico optimismo, levantó la mano. -¡Espera! Tal vez podamos hablar antes de pelear. ¡Quizás haya otra manera!-
Pyrrha, sorprendida por la valentía de Vash, asintió. -No esta vez vash. Siempre hay una oportunidad para resolver las cosas sin violencia.Pero es un grimm no se puede razonar con eso.
-Lo intentaré de todos modos-se acercó a la criatura que gruñía y extendia sus garras-hola hola, como estas.
Pacifismo es algo que siempre se podría optar.
Cosa que no funcionó.
Y vash solo disparo volando a la criatura en mil pedazos.
En ese momento, se dio cuenta de que a veces, el verdadero poder no estaba solo en la habilidad de combate, sino en la capacidad de conectar y comprender a los demás. Y así, el encuentro de Vash Stampede con Pyrrha Nikos y Jaune Arc se convirtió en un capítulo memorable en sus vidas, lleno de lecciones sobre la amistad, la redención y el poder del entendimiento.
Con el tiempo, Vash se había convertido en parte del equipo en Beacon Academy. Su presencia ligera y optimista era un bálsamo para las tensiones que a menudo acompañaban la vida de cazadores. Sin embargo, a pesar de la camaradería que había crecido entre ellos, Jaune Arc no podía evitar sentir un poco de celos hacia Vash. El recién llegado era un gran luchador, y parecía que todos, desde sus compañeros de equipo hasta los profesores, admiraban su habilidad y su actitud despreocupada.
Un día, mientras el equipo estaba reunido en la sala común, Pyrrha, emocionada por un nuevo entrenamiento, propuso un pequeño torneo amistoso entre los estudiantes. -¿Qué les parece si hacemos una competencia? Así podemos ver cómo hemos mejorado y aprender unos de otros,- sugirió, mirando a todos con una sonrisa.
Vash levantó la mano con entusiasmo. -¡Suena genial! ¿Puedo participar? Me encantaría enfrentar a algunos de ustedes en un combate amistoso.-.....50/50 tener que bajar su taikyoku para no matar a nadie es algo complicado.
Jaune, sintiendo un impulso de probarse a sí mismo, también se ofreció. -Yo también quiero participar. Estoy listo para enfrentar a cualquiera.-
La idea de pelear contra Vash, que había estado demostrando ser un luchador formidable, hizo que Jaune sintiera una mezcla de emoción y ansiedad. Pero, decidido a demostrar su valía, se inscribió.
El día del torneo llegó, y el ambiente estaba lleno de emoción. Los estudiantes se reunieron para ver las peleas, y el campo de combate se llenó de risas y gritos de ánimo. Pyrrha, como anfitriona, explicó las reglas y comenzó a organizar las parejas de combate.
Finalmente, llegó el momento del combate entre Vash y Jaune. Jaune, sintiéndose un poco nervioso pero decidido, se acercó a la arena. -Voy a dar lo mejor de mí,- pensó, intentando ahuyentar sus dudas.
Vash, con una sonrisa amplia, se preparó. -Recuerda, esto es solo un entrenamiento. Divirtámonos con esto, ¿de acuerdo?-
La pelea comenzó, y mientras ambos luchadores intercambiaban golpes, Jaune intentó aplicar lo que había aprendido. Sin embargo, Vash, con su agilidad sobrenatural y sus reflejos, esquivó cada uno de sus ataques con facilidad.
-¡Vamos, Jaune! ¡Puedes hacerlo!- gritó Pyrrha desde la esquina, pero cada vez que Jaune lanzaba un ataque, se encontraba con la destreza de Vash, que parecía anticipar cada movimiento.
Jaune sintió la presión aumentando a medida que el combate continuaba. En un intento desesperado, decidió lanzar un ataque más potente, una de sus técnicas aprendidas. Pero Vash lo detuvo con un simple dedo, contraatacando con un golpe que desarmó a Jaune, enviando su espada volando por los aires.
El sonido del metal chocando contra el suelo resonó en el aire, y todos los presentes se quedaron en silencio, atónitos. Jaune se encontró en el suelo, mirando a Vash, que se quedó con una sonrisa en su rostro, ofreciendo su mano para ayudarlo a levantarse.
-¡Eso fue impresionante, pero creo que necesitas un poco más de práctica!- dijo Vash con una risa amigable, ayudando a Jaune a levantarse.
Jaune, sintiéndose humillado, sonrojó de vergüenza mientras sus compañeros se reían suavemente. -Sí, claro... eso fue solo un calentamiento,- murmuró, intentando recuperar su dignidad mientras se secaba el sudor de la frente.
El siguiente combate fue entre Vash y Pyrrha. La tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo mientras ambos se preparaban. Jaune, aun sintiéndose abrumado por su derrota, observó con atención.
La batalla entre Pyrrha y Vash fue intensa, cada uno mostrando su habilidad y técnicas. Pero al final, Vash logró conectar un golpe decisivo, lo que le dio la victoria. Todos vitorearon por ella, mientras Pyrrha, aún con una sonrisa, la aplaudió. -¡Bien hecho, Vashy! Me alegra haberme enfrentado a ti.-
Después de la pelea, Vash se acercó a Jaune. -No te preocupes por lo de antes. Todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades. Lo importante es aprender y crecer.-
Jaune, sin embargo, se sintió cada vez más pequeño. -Sí, claro. Solo... desearía poder haber hecho más,- respondió, sintiendo que su valor como cazador se desvanecía un poco más.
La atmósfera se tornó más seria cuando Vash miró a Jaune con algo de falsedad.
Jaune asintió, aunque en su interior seguía sintiéndose desanimado. Mientras todos se reunían para celebrar el torneo, él se quedó atrás, reflexionando sobre lo que había aprendido, pero también sobre cómo Vash parecía tenerlo todo.
Sin embargo, en ese momento de duda, Pyrrha se acercó a él. -No te desanimes, Jaune. Eres un gran cazador, y estoy segura de que tienes un gran futuro por delante. Todos enfrentamos desafíos. Lo importante es seguir adelante.-
Con esas palabras de aliento, Jaune sintió una chispa de determinación renacer en su interior. A pesar de la humillación que había sentido, sabía que debía seguir luchando y mejorando. Mientras miraba a Vash y a sus amigos, comprendió que cada uno tenía su propio camino, y que su viaje apenas estaba comenzando.
La historia de Jaune Arc no terminaría aquí. Con el apoyo de sus amigos y la voluntad de seguir adelante, se comprometió a convertirse en el cazador que siempre soñó ser, sin dejar que las derrotas lo detuvieran. Y aunque Vash Stampede había llegado a Beacon Academy como un extraño, había dejado una marca profunda en la vida de todos, incluido Jaune. La verdadera batalla apenas comenzaba.
La vida en Beacon Academy continuó fluyendo con la energía vibrante de la juventud y el aprendizaje. Con cada día que pasaba, Vash Stampede se integraba más en la vida del equipo. Su entusiasmo y su enfoque positivo habían dejado una huella en todos, pero especialmente en Pyrrha, quien no podía evitar sentir una conexión especial con él. Cada vez que estaban juntos, su corazón latía un poco más rápido, y sus sonrisas eran un reflejo de una química que ambos compartían.
Sin embargo, mientras Pyrrha se sentía atraída por Vash, también comenzó a preocuparse por sus propios sentimientos. ¿Era correcto sentir eso por alguien que acababa de conocer? A menudo se encontraba distraída, pensando en sus interacciones con él, y aunque sus momentos juntos eran sencillos y alegres, había una profundidad en sus conversaciones que resonaba en su interior.
Un día, mientras el equipo estaba en su rutina de entrenamiento, Pyrrha decidió acercarse a Vash, quien estaba practicando sus disparos en el campo de tiro. Ella se acercó con una sonrisa, sintiendo la emoción de la oportunidad de hablar con él. -Hola, Vash. ¿Cómo te va con el entrenamiento?-
-¡Hola, Pyrrha! Estoy mejorando, creo. Pero tengo que admitir que estoy un poco celoso de tus habilidades de combate,- respondió Vash, riendo mientras se giraba para mirarla. -Eres increíble.-
Pyrrha sonrió, pero al mismo tiempo, una oleada de nerviosismo la invadió. -Gracias. He estado entrenando mucho. Pero tú también eres muy talentoso, Vash.-
En ese momento, Jaune observaba desde la distancia, sintiéndose un poco incómodo al ver la interacción entre sus amigos. A pesar de su propia lucha por mejorar, no podía ignorar el aire de conexión que existía entre Pyrrha y Vash. Cada risa compartida y cada mirada intercambiada le hacían sentir un extraño nudo en el estómago.
A medida que pasaban los días, Jaune se dio cuenta de que sus sentimientos por Pyrrha no habían disminuido, y ahora se enfrentaba a la competencia de alguien como Vash. Una mañana, decidió hablar con ella. -Oye, Pyrrha, ¿puedo preguntarte algo?-
-Claro, Jaune. ¿Qué pasa?- respondió ella, mirándolo con curiosidad.
-¿Qué piensas de Vash?- preguntó, tratando de sonar casual pero sintiendo un ligero nerviosismo.
Pyrrha se sonrojó un poco, evitando la mirada de Jaune. -Es... es un gran tipo. Muy amable y divertido. Me gusta pasar tiempo con él.-
Jaune sintió que su corazón se hundía un poco. -¿Te gusta, en serio? Quiero decir, ¿de una manera más que amigos?-
Pyrrha, sorprendida por la pregunta, miró a Jaune a los ojos. -No sé... no lo había pensado de esa manera. Solo disfruto su compañía, pero a veces siento que hay algo más.-
-¿Te gustaría salir con él?- Jaune preguntó, sintiendo que la conversación se estaba volviendo más seria de lo que esperaba.
-Tal vez,- admitió Pyrrha, su voz suave. -Hay algo especial en él. Es diferente a cualquier otra persona que he conocido.-
Jaune sintió una punzada de celos, pero también comprendió que no podía interferir en los sentimientos de Pyrrha. -Solo ten cuidado, Pyrrha. No quiero que te lastimen. Ya sabes, Vash es... un tipo interesante.-
-Lo sé, Jaune. Pero también es una buena persona,- respondió ella, sintiendo que sus emociones estaban en un torbellino. -Quiero ver cómo se desarrolla esto, pero no quiero que nada interfiera con nuestra amistad.-
Mientras tanto, Vash se acercó a ellos, interrumpiendo la conversación. -¡Hey, amigos! ¿Están hablando de mí?- preguntó con su característica sonrisa.
Ambos se sobresaltaron. -No, solo... solo estábamos hablando de entrenamiento,- respondió Jaune rápidamente, sintiendo que su nerviosismo era evidente.
-¡Eso suena genial! Estoy seguro de que Jaune puede enseñarme algunas técnicas de combate,- dijo Vash, dándole un guiño a Jaune.
-Sí, claro, técnicas de combate...- murmuró Jaune, sintiendo que se le caía la cara de vergüenza.
Vash, sin darse cuenta de la tensión, se volvió hacia Pyrrha. -¿Quieres entrenar juntos? Podríamos hacer una pequeña competencia amistosa.-
Los ojos de Pyrrha brillaron. -Me encantaría. Siempre es un placer aprender de ti.-
Mientras los tres se dirigían al campo de combate, Jaune se dio cuenta de que se estaba sintiendo cada vez más alejado de la situación. Observaba cómo Vash y Pyrrha compartían sonrisas y risas mientras se preparaban para el combate, y se sintió como un espectador en su propia vida.
La pelea comenzó, y Pyrrha se mostró más fuerte que nunca, usando sus habilidades y su agilidad. Vash, por su parte, se defendía con gracia, pero había algo en la forma en que interactuaban que hacía que Jaune se sintiera incómodo. Mientras Vash eludía los ataques de Pyrrha, su risa y su energía contagiaron el ambiente.
Jaune sintió que sus inseguridades se intensificaban. A pesar de su deseo de ser un buen amigo, se preguntaba si podría ser el cazador que todos esperaban, especialmente en comparación con alguien tan carismático como Vash.
Finalmente, el combate terminó, y ambos estaban exhaustos pero felices. Vash se volvió hacia Pyrrha, una sonrisa radiante en su rostro. -Eres increíble, Pyrrha. De verdad. Me encanta entrenar contigo.-
-Gracias, Vash. Tú también eres impresionante,- respondió ella, su corazón latiendo rápidamente.
Jaune observó desde la distancia, sintiendo la mezcla de admiración y celos. Era evidente que Pyrrha se sentía atraída por Vash, y eso lo hacía dudar de su propio valor. En un momento de debilidad, se alejó de la escena, sintiendo que el aire se volvía más pesado a su alrededor.
Mientras tanto, Vash y Pyrrha continuaban charlando animadamente. Ella comenzó a preguntarse si su interés por Vash era más que una simple amistad. A medida que se reían y compartían historias, Pyrrha sintió que algo más profundo se estaba formando.
Al final del día, mientras todos regresaban a la sala común, Pyrrha se detuvo un momento para observar a Vash. -Quizás debería decirle lo que siento,- pensó, sintiendo una mezcla de emoción y temor.
Jaune, que había estado un paso detrás de ellos, escuchó las palabras no dichas de Pyrrha y supo que las cosas no volverían a ser las mismas. Había un cambio en el aire, y él no estaba seguro de cómo enfrentarlo. A pesar de sus propios desafíos, la amistad que compartía con Pyrrha estaba a punto de complicarse de maneras que nunca había imaginado.
Con el corazón dividido entre la amistad y la competencia, Jaune se dio cuenta de que el verdadero reto no era solo ser un cazador, sino también entender sus propios sentimientos y el lugar que ocupaba en la vida de aquellos que le importaban. El camino por delante sería difícil, y cada decisión que tomara marcaría el curso de su destino y el de sus amigos.
La atmósfera en Beacon Academy había cambiado drásticamente. La tensión entre Jaune, Pyrrha y Vash era palpable, y aunque todos intentaban mantener una fachada de amistad, el subtexto de sus interacciones estaba lleno de emociones no resueltas. Jaune, sintiendo la presión de sus propios sentimientos, decidió que era hora de enfrentar la situación y expresar lo que realmente sentía por Pyrrha.
Una tarde, después de un largo día de entrenamiento, Jaune se reunió con Pyrrha en la sala común. Había tomado la decisión de ser honesto. -Pyrrha, necesitamos hablar,- dijo, tratando de mantener la calma a pesar de su creciente nerviosismo.
-Claro, Jaune. ¿De qué se trata?- preguntó Pyrrha, su voz suave pero inquisitiva.
Jaune tomó una respiración profunda, preparándose para abrirse. -He estado pensando en nosotros, en nuestra amistad... y... creo que tengo sentimientos más profundos por ti. Me importa mucho lo que sientes, y no quiero que nada se interponga en nuestra relación.-
Pyrrha se quedó en silencio por un momento, sorprendida por la confesión de Jaune. -Jaune, yo... no sabía que te sentías así. Te considero un amigo muy especial, pero...-
Antes de que pudiera terminar, la puerta se abrió de golpe y Vash entró, iluminando la habitación con su energía contagiosa. -¡Hola, chicos! ¿Qué está pasando aquí? ¡Parece que tienen una conversación seria!-
La presencia de Vash hizo que Jaune se sintiera aún más incómodo. Pyrrha sonrió, agradecida por la interrupción, pero Jaune sintió que su momento se desvanecía. -Solo estábamos hablando de entrenamiento,- mintió, intentando evitar que la tensión se intensificara.
-¡Entrenamiento! Eso suena divertido. ¿Puedo unirme?- Vash preguntó, sin percatarse del malestar en el aire.O bueno lo ignoro como ignoraba las quejas de Nerose.
Pyrrha, viendo la frustración en los ojos de Jaune, asintió. -Claro, siempre es bueno practicar juntos.- Sin embargo, dentro de ella, había un conflicto creciente entre sus sentimientos hacia Jaune y la conexión que estaba desarrollando con Vash.
Más tarde, mientras el grupo se entrenaba, Pyrrha se dio cuenta de que su atracción por Vash había crecido. A medida que luchaban juntos, había una química entre ellos que era innegable. Vash la miraba con admiración y alegría, y su risa era contagiosa.
Un día, después de un intenso entrenamiento, Pyrrha se encontró a solas con Vash en un lugar apartado de la academia. La luz del sol se filtraba entre las hojas, creando un ambiente acogedor. Pyrrha se sentó en un banco, y Vash se unió a ella, su sonrisa brillante como siempre.
-Sabes, Pyrrha,- comenzó Vash, su tono sincero. -He disfrutado mucho pasar tiempo contigo. Eres increíblemente fuerte y valiente.-
Pyrrha sintió que su corazón latía más rápido. -Gracias, Vash. Significa mucho viniendo de ti.- En ese momento, el ambiente se volvió más íntimo, y la conexión entre ellos creció.
Vash la miró a los ojos, un destello de seriedad en su expresión. -Hay algo que quiero decirte. Desde que llegué aquí, he sentido que hay algo especial entre nosotros. No solo como amigos, sino algo más.-
Antes de que Pyrrha pudiera responder, Vash se inclinó y la besó suavemente. Fue un beso lleno de ternura y afecto, un momento que detuvo el tiempo. Pyrrha sintió que su corazón se llenaba de calidez, y por un instante, se olvidó de todo lo demás.
Cuando finalmente se separaron, Vash sonrió, buscando su aprobación. -¿Está bien?- preguntó, su voz suave.
-Sí, está bien,- respondió Pyrrha, sonrojándose pero sintiendo una felicidad que no había experimentado antes. -Me gustó.-
-Quieres continuar-
(advertencia advertencia contenido para mayores de edad y sufran en sus caras tards inicio de mini lemon)
sin darle tiempo para responder continuo.
-V-Vash -Pyrrha apenas logró decir antes de que le agarraran el cabello bruscamente y lo tiraran hacia un lado
-Shhhh. Lo único que quiero que salgan de esos hermosos y pequeños labios tuyos son gemidos y gritos de placer. -ordenó Vash mientras pasaba la mano por el húmedo coño de Pyrrha.
-¡Aaah!~- gritó la campeona sumisa.
vash absorbió los gritos desesperados de Pyrrha como si fueran un buen vino.
Y exigió más.
El mitad Gudou de repente envió dos dedos a la ranura de su amante, más que disfrutar la calidez y el nivel de humedad que encontró dentro de ese ansioso agujero.
Pero eso no fue todo. Vash rápidamente se inclinó para tomar uno de los hermosos pezones de Pyrrha en su boca. Pasó la lengua por las sensibles puntas de la carne, saboreando el sabor, pero aún más por cómo gritaba Pyrrha.
-¡AAAAHHHH! ¡Oh dioses, Vash! ¡Yo-AAAHHHH!- Pyrrha gritó de placer cuando sintió los dedos de Vash dominando su coño, su lengua acariciando sus pezones y la otra mano de Vash tirando bruscamente de su cabello.
Pyrrha nunca había sido partidaria de los juegos de dolor ni de las provocaciones, pero Vash hacía que su cuerpo se sintiera como si estuviera en llamas, de la mejor manera posible. Quería que el hombre dominante le tirara aún más del pelo. Quería que realmente jugaran con su cuerpo, siempre y cuando Vash jugara con él.
El alborotador ahora estaba bombeando furiosamente sus dos dedos dentro y fuera del coño chorreante de Pyrrha. Quería escuchar aún más los gritos de la espartana, especialmente si consistían en su nombre. Con ese pensamiento, usó su pulgar para jugar libremente con el sensible clítoris de la chica sumisa, elevando aún más el placer de su amante.
Mientras su mano derecha reclamaba la mitad inferior del cuerpo de Pyrrha, la izquierda de Vash seguía trabajando duro para mantener un agarre firme del cabello.tiró de él para asegurarse de que la chica sumisa ni siquiera pudiera levantar la cabeza para ver exactamente cómo la estaban tomando, Vash quería que confiara en sentirse sola. el gudou también podía decir fácilmente que Pyrrha estaba disfrutando del trato duro. No sería la primera chica con la que Vash había estado que disfrutaba de esas cosas.
Finalmente, la boca de Vash se puso a trabajar tranquilamente, saboreando y jugando con los melones de Pyrrha. Es cierto que no eran exactamente doble D, pero eso a Vash no le importaba. Solo quería probar un poco de su querida Pyrrha, y lo hizo.
Vash hizo girar su lengua alrededor de cualquier pezón que eligiera para jugar en ese momento. Ni siquiera lamió las puntas de esos montículos carnosos hasta que un círculo de saliva lo suficientemente espeso los rodeó.
Cada vez que estaba satisfecha con el nivel de provocación, o si Pyrrha gritaba con suficiente desesperación, entonces el agarre cedía y tomaba el pezón en su boca. Luego succionaba la punta sensible con hambre durante un minuto completo, deteniéndose solo para morder suavemente los nódulos. Después de que transcurriera el minuto de succión y mordisqueo, Vash simplemente movía la cabeza hacia el otro pecho para comenzar el ciclo nuevamente.
Este asalto de tres frentes al cuerpo de Pyrrha tuvo un gran efecto. La delgada morena no pudo hacer nada más que contraerse, gemir y jadear bajo la diligente atención de Vash. Muy pronto, el trabajo llegó a su hermoso final.
-¡Ah! ¡Vash! ¡Estoy cerca, estoy tan cerca! -gritó Pyrrha mientras un placer abrumador asolaba su cuerpo.
Vash apartó sus labios de los pechos ahora cubiertos de saliva para hablar rápidamente.
-Bien. ¡Corre para mí, Pyrrha! ¡Te ordeno que te corras y grites mi nombre!- Dijo Vash con orgullo antes de volver rápidamente sus labios a uno de los pechos de su juguete.
-¡AH! ¡Oh Dios mío! ¡Vash-AAAAHHHH!- gritó la chica sobreestimulada cuando finalmente alcanzó su límite y tuvo un orgasmo más fuerte que nunca antes.
Se podría haber esperado que ese fuera el final. Pyrrha ciertamente lo esperaba, pero el heredero heydrich tenía otros planes.
En lugar de disminuir la velocidad con la que sus dedos entraban y salían del coño de la chica que estaba llegando al orgasmo, Vash los aceleró. Aunque Pyrrha siguió gritando el nombre de Vash mientras se retorcía y se sacudía durante su poderoso orgasmo, la piromante no cedió. Además de la despiadada digitación, Vash solo apretó su agarre en el cabello pelirrojo incluso mordió con más fuerza los pechos de la belleza que aún sufría espasmos.
Era embriagador para el hombre dominante. Vash podía sentir el cuerpo de Pyrrha temblar y estremecerse bajo su toque. Podía sentir su desesperación en cómo la cabeza de Pyrrha intentaba soltarse de su agarre en respuesta espasmódica a su orgasmo. Lo más delicioso de todo era que Vash podía sentir el coño de Pyrrha tensarse y convulsionarse alrededor de sus dedos mientras el agujero estaba desesperado por mantener el contacto. Era como si el propio cuerpo de Pyrrha estuviera rogando a Vash por más, algo con lo que el estaba feliz de cumplir.
Aunque era virgen, Pyrrha nunca había experimentado un placer tan eufórico. Ningún juguete la había abrumado de forma tan... total.
Aunque desde fuera pudiera parecer que Vash simplemente estaba prolongando el orgasmo de Pyrrha hasta un grado increíble, en realidad no era así. En ese momento, Pyrrha era la única que podía notarlo, pero vash la había empujado a un segundo orgasmo justo cuando el primero había terminado. Parecía tan abrumadoramente estimulante como el primero y Pyrrha, por el poco pensamiento consciente que podía formar, temía que una tercera onda tan poderosa a través de su cuerpo la empujara a la inconsciencia.
Por supuesto, tenía razón. El hecho de que se despertara incluso después del segundo era una prueba de su fuerza reservada. Sin embargo, esto era algo que Vash también podía ver.
Al no querer que la diversión terminara, Vash finalmente cedió a su placentero asalto justo cuando la querida Pyrrha terminaba su segundo orgasmo.
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Los únicos sonidos que pervirtieron el rincon alejado durante los siguientes minutos fueron las inhalaciones y exhalaciones profundas de una chica sumisa que estaba desesperada por recuperar el aliento.
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-¿Te divertiste, querida?-, bromeó Vash. Claramente orgulloso de su trabajo.
-S-sí -dijo Pyrrha, habiendo finalmente recuperado el aliento.
-Me alegra escuchar eso. Una amante debería ser más que capaz de mostrarle a su compañero un buen momento.-
-¿A-amante? No lo entiendo. Además, pensé que-.
-eso querida es un si a tu propuesta-sonrió.
-Tenía la intención de hacerlo, pero me di cuenta de que no era completamente tu culpa. Debería haber visto la chica de buen corazón que realmente eres y no haberte dejado andar por ahí tan libremente. Fue el sistema que tenía establecido el que falló, así que voy a establecer uno nuevo para ti. Este nuevo sistema, o estilo de vida en realidad, consistirá en que seas mi pequeño y querido amante mientras yo tomo las riendas de los problemas como tu amante -dijo Vash con naturalidad, como si lo que acababa de decir fuera obvio desde el principio.
Como era de esperar, Pyrrha estaba confusa. Pero eso estaba bien, todavía no tenía por qué saber exactamente qué estaba pasando. Vash se aseguraría de que supiera todo lo que necesitaba a su debido tiempo.
-Lo que acabamos de hacer puede considerarse una recompensa cada vez que pasas un día siendo una niña buena. Aunque, con el tiempo suficiente, todo lo demás que estamos a punto de hacer puede que lo consideres una recompensa para ti misma-, dijo Vash con un tono seductor mientras se levantaba y comenzaba a quitarse la ropa.
La mente de Pyrrha todavía estaba tratando de procesar lo que Vash le acababa de decir mientras el semi gudou continuaba desvistiéndose. Sin embargo, tan pronto como sus ojos color verde vibrante se posaron en la perfección que era el cuerpo desnudo de Vash, todos los procesos de pensamiento colapsaron al instante.
Como era de esperar, Pyrrha creyó al instante que Vash era el epítome de la escultura y tenía el cuerpo masculino perfecto. Sin embargo, hubo un detalle sorprendente que la tomó por sorpresa.
Vash tenía una polla, una polla de 18 cm de largo y 7,5 cm de grosor. Era más grande en todos los sentidos que cualquier otra polla que hubiera visto antes en cualquier hombre. (videos que encontro en la red) A pesar de que casi se desmayó tras dos orgasmos abrumadores, Pyrrha rápidamente comenzó a babear al ver la enorme carne, preguntándose distraídamente si cabría en su interior.
-¿Y bien?- Dijo Vash en tono burlón mientras agarraba su vara de carne con una mano mientras permanecía de pie.
Pyrrha solo dio una mirada confusa, queriendo actuar de muchas maneras hacia el miembro, pero sin estar segura de cómo Vash... su nuevo interés romántico, quería que actuara específicamente.
-No se va a chupar solo.- Dijo Vash, sus insinuaciones claras.
Pyrrha se movió más rápido de lo que Vash había anticipado, sin mostrar ninguna vacilación en saltar de la cama para luego caer de rodillas ante la media doncella.
La euforia que Pyrrha había sentido por su actividad anterior no había abandonado por completo a la chica de ojos color avellana. Su mente estaba impulsada por una mezcla de hambre lujuriosa y un impulso renovado por impresionar a Vash como pudiera.
La polla estaba completamente erecta, justo encima de la cara de Pyrrha. Su impresionante tamaño se alzaba sobre la pobre sumisa como una bestia que no tenía esperanzas de conquistar, solo saciada por un momento, con suerte.
Lentamente, Pyrrha comenzó a mover sus manos para rodear la vara de su ama, pero rápidamente las apartó de un manotazo.
-No, quiero que solo uses tu boca. Necesito ver con qué nivel de habilidad estoy trabajando y cuánto entrenamiento necesitaré para hacerte pasar-.
Pyrrha asintió con la cabeza en silencio y colocó sus manos sobre su regazo.
Después de tomar una última bocanada de aire para prepararse, la morena acercó la boca a la punta de la polla de Vash y le dio una rápida lamida. Tenía un sabor... delicioso.
-Es lindo, de verdad, pero voy a necesitar... ¡Oh! ¡Mmmmhhhm!-, dijo Vash justo cuando Pyrrha tomó la polla en su boca.
La sumisa logró recibir 13 centímetros al instante, pero eso solo la hizo vomitar violentamente. Sin embargo, estaba decidida a impresionar a Vash y compensar su error anterior. Entonces, con vigor, Pyrrha comenzó a follarse la cara a sí misma con la polla de su nueva ama, sin querer detenerse o disminuir la velocidad hasta que pudiera sostener toda la polla de Vash en su garganta.
El esfuerzo fue notado y apreciado por el dom, que observó con regocijo cómo Pyrrha subía y bajaba su boca sobre la dura carne. Vash también disfrutaba de la sensación de una sumisa cálida, húmeda y ansiosa que la atendiera como tal. Aunque todavía no fuera toda su polla la que lo experimentara, el podía decir que Pyrrha estaba tan decidida como parecía.
Aunque no hizo el progreso más rápido de su vida, después de solo un minuto de follarse agresivamente la cara con la polla de Vash, Pyrrha ya estaba tomando un centímetro más, y solo le quedaba uno más. En ese momento, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su maquillaje estaba completamente arruinado, pero la visión de tal degradación, autoinfligida nada menos, solo sirvió para excitar aún más a la dominante.
Más que impresionada con el evidente esfuerzo y convicción de su nueva sumisa, Vash decidió darle una mano, o dos.
Mientras Pyrrha se concentraba en empujar hasta el último centímetro de la polla de su ama hacia su garganta y saboreaba distraídamente el delicioso sabor del líquido preseminal de Vash, no se dio cuenta de que había movimiento sobre su cabeza. Sin previo aviso, el colocó sus manos sobre la cabeza de su querida sumisa antes de agarrarla con fuerza del cabello una vez más.
Pyrrha sabía lo que venía y estaba muy agradecida de que su amante fuera a ayudarla con su servicio.
De un tirón rápido, Pyrrha le metió la polla entera a Vash en la garganta. Los labios de la chica de ojos color avellana se presionaron con firmeza contra la entrepierna de su amante y su garganta quedó completamente, maravillosamente, llena.
-Ah...- soltó Vash mientras disfrutaba de la sensación de una boca y una garganta que cubrían completamente su polla.
Pyrrha hizo lo mismo, mientras se tocaba con las manos libres y tragaba ansiosamente la polla que tenía en la garganta. Se preguntó distraídamente cuánto tiempo podrían permanecer así, la idea de desmayarse con una polla en la garganta de repente le sonó muy tentadora. Aunque, al menos, primero debería hacer que su ama tuviera un orgasmo con su boca de guarra.
-Ahora, ¿qué tal si aceleramos las cosas?-
Tan repentinamente como en su primer tirón, Vash tiró de la cabeza de Pyrrha hacia atrás por el cabello hasta que solo la punta de su polla quedó en la boca de la chica de ojos color esmeralda, luego él simplemente la tiró hacia abajo hasta que los labios de la chica una vez más se encontraron con la entrepierna.
Ese fue el ciclo durante varios minutos. Vash tiró continuamente de Pyrrha a lo largo de su polla por el pelo corto y castaño de la chica con gran fuerza. No es que a Pyrrha le importara, por supuesto, estaba feliz de servir a Vash como pudiera. Lo veía como una acción maravillosa por la que tendría que agradecerle a su ama más tarde, ya que de esta manera su garganta se vio obligada a encajar alrededor de la gran polla, entrenándola para su nuevo propósito principal en la vida cuando tuvieran intimidad de nuevo.
El control, la degradación, la sensación de una boca y una garganta recién folladas alrededor de su polla empujaron a Vash al borde mismo de su límite de placer. Lo que la hizo tambalear fue ver con qué agresividad Pyrrha jugaba consigo misma mientras la follaban en la cara como era debido.
Posteriormente, y sin previo aviso, Vash metió toda su polla dentro de la garganta de Pyrrha una vez más, la mantuvo allí y disparó su carga.
Pyrrha se sorprendió, no solo por lo grande que era la carga, ni por su increíble calidez, sino también por lo deliciosa que era. A pesar de que Vash disparó el comienzo de su carga en lo profundo de la garganta de Pyrrha, pronto se retiró para darle una cantidad adecuada a la lengua de la sumisa. Aunque no se detuvo allí, después de que Pyrrha colocó lo suficiente con gracia en la lengua, Vash se retiró aún más para disparar la mitad restante del valor de su orgasmo en el rostro de la chica.
Vash miró el rostro aturdido de su sumisa cubierta de semen y decidió que la verdadera diversión debía comenzar de inmediato. Entonces, usando sus poderes de semidoncella, levantó a la chica de ojos color esmeralda y la arrojó de nuevo a al suelo.
Inmediatamente después, Vash se metió entre las piernas de Pyrrha y comenzó a comérsela con hambre.
Pyrrha no estaba segura de cómo habían pasado de ser una amante sumisa a lo contrario tan repentinamente, pero no estaba dispuesta a comenzar a cuestionar el proceso de pensamiento de Vash, especialmente si conducía a tanto placer.
La lengua de Vash se hundió rápida y profundamente en la raja ya goteante de su sumisa. Pyrrha no había logrado llegar al orgasmo durante su propio servicio oral, pero ya estaba bastante cerca como resultado. Todo lo que eso significaba para Vash era que podría saborear y tragar más del delicioso néctar de Pyrrha.
-¡A-Ah! VV-*trago saliva* ¡Aahh! ¡VASH! -gritó Pyrrha mientras la boca de Vash dominaba todo su ser.
Naturalmente, los gritos de Pyrrha solo empujaron a Vash a comérsela con aún más hambre, ahora deteniendo ocasionalmente sus lamidos profundos para chupar y provocar el clítoris de su sumisa antes de regresar su lengua a ese agujero húmedo, aterciopelado y necesitado.
Un ataque tan agresivo y placentero produjo resultados rápidos.
-¡Aaaahhh! ¡Vash! ¡vahsyyyy! ¡Soy-AAAHHH!
El rebelde ya lo sabía, por supuesto, podía sentir el agujero tan necesitado apretarse alrededor de su lengua y estaba más que lista y dispuesta a tragar cada gota que su aparente chorreante sumisa pudiera ofrecerle.
Pyrrha se dejó caer de espaldas sobre su espalda usando la ropa de vash como manta debajo de ella, con el semen todavía cubriendo su rostro, mientras se bañaba en la euforia de otro orgasmo impresionante. Mientras continuaba corriéndose, podía sentir que la lengua de Vash comenzaba a trabajar en ella una vez más. Había una preocupación ociosa en su mente de que no podría permanecer consciente después de otro orgasmo abrumador.
Vash tenía el mismo pensamiento en mente, por lo que solo estaba jugueteando con el coño de Pyrrha mientras su orgasmo terminaba.
Después de tragar una última lengua llena del semen claro de Pyrrha, Vash se movió hacia arriba a lo largo del cuerpo de la sub hasta que se elevó sobre ella una vez más.
Vash envió una mano para alinear su pene con el coño ahora completamente lubricado de Pyrrha. Pero antes de nada, la dominante miró a su sumisa a los ojos, buscando incluso el más mínimo signo de resistencia.
No había ninguno. Solo faltaba más.
Vash no había roto la mente de Pyrrha. No. Pyrrha simplemente había aceptado a Vash como su amante debido a su propia naturaleza de ser , su belleza, su poder, su confianza, su gentileza a veces, al menos con ella, y porque veía a Vash como su salvador, verlo como un amante todopoderoso no estaba muy lejos de su capacidad.
Con un acuerdo silencioso entre ellos, Vash empujó su longitud dentro de la ranura chorreante de su sub, con la intención de meter toda su polla en otro agujero cálido y húmedo.
Mientras que su primera embestida solo logró 4 pulgadas, su segunda embestida, más poderosa, logró 6 y exprimió más de unos pocos gritos de placer de la dulce Pyrrha.
-¡Ah, sí! ¡Sí, Vash, por favor! ¡Por favor, reclámame más! -gritó la pelirroja, sin importarle si alguien la escuchaba, solo si Vash lo hacía.
-Como desees, querida mía.- Dijo Vash con seducción practicada mientras comenzaba a embestir a Pyrrha con su verdadero poder.
Aunque la fuerza de un gudou probablemente no estaba hecha para esto, el brillo en los ojos de Vash dejó en claro que le importaba. Quería follar a su nueva sumisa y quería mostrarle a Pyrrha lo gratificante que podía sentirse ser suya. Pero no iría con todo...no creía que sobreviviera si lo hacia.
Y así, cayeron en un ciclo bastante simple Vash embistió el ansioso coño de Pyrrha con fuerza moderada. Pyrrha también hizo su parte envolvió sus piernas alrededor de la espalda de su amante, acercándose más y manteniéndose allí tanto como pudo.
Pyrrha nunca había sido follada antes, pero ahora como Vash la estaba penetrando. Era otro punto de perfección para Vash en la mente de la chica de ojos color esmeralda.
Mientras se frotaban el uno contra la otra, mientras Vash embestía hacia abajo en un nuevo agujero, se miraron profundamente a los ojos. Por mucho que Pyrrha pudiera soportarlo, por supuesto, al ser ella la que recibía la follada, sus ojos se perdían más a menudo intentando rodar hacia su cabeza, cerrados mientras jadeaba desesperadamente por respirar, o incluso para dejar escapar un gemido tentadoramente largo. Sin embargo, Vash pudo mantener sus ojos en Pyrrha, aunque no siempre se encontró con la mirada adorablemente tímida de su campeona, al menos tuvo una vista maravillosa del rostro de Pyrrha mientras dicha chica gritaba de felicidad.
Aunque pronto, Vash tendría una mirada similar, a medida que se acercaba a su límite. Normalmente duraba mucho más que esto, pero la emoción de reclamar a Pyrrha como suya debe haberlo vencido. No importaba, tendrían mucho tiempo para follar por toda la escuela hasta el Vytal Festival cuando tendrían que dirigirse al castillo de valhalla tenia a un padre que golpear en la cara que sería abuelo.

(Valhalla)

(Suegro de pyrrha)
Vash no estaba seguro de cómo reaccionaría Pyrrha a todo eso, pero no podía soportar pensar en esas cosas ahora. Tenía un pensamiento abrumador en ese momento, y era que estaba a punto de correrse.
-¡Prepárate, querida Pyrrha! ¡Estoy a punto de agraciarte con mi semen en tu coñito! ¡Será mejor que estés preparada!-, gritó Vash con una sonrisa satisfecha entre respiraciones pesadas.
-¡Sí,! ¡Por favor, lléname con tu semen! ¡Quiero tener hijos tuyos! -gritó Pyrrha desesperadamente, sin desear nada más que el semen de Vash llenándola hasta el borde.
Como si el universo la escuchara, Vash se corrió con más fuerza y eyaculó más que nunca. Su carga de esperma llenó sin duda el coño hambriento de Pyrrha hasta el límite absoluto.
Pyrrha sintió que su coño se llenaba de semen cálido y fértil. Después de todos los maravillosos golpes que recibió, fue el punto de inflexión que la llevó a otro orgasmo propio, el que finalmente la hizo caer en una hermosa inconsciencia con persistentes sentimientos de placer y sueños de llevar en su seno al hijo de Vash para que le hiciera compañía.
Sin que pyrrha lo notara desde la lejanía un chico rubio veía con lágrimas cayendo de su rostros. Apretando los puños y yéndose cuando notó la mirada de un verde penetrante qué contrastaba con sus ojos azules.
Ojos que prometían dolor si se quedaba.
"Bien el disponible Se fue *suspiro* no me gusta ser observado en Mi intimidad"-pensó Levemente cuando notó la presencia de jaune y solo liberó un poco de Taikyoku para que se fuera.
(Fin del lemon)
A medida que los días avanzaban, Pyrrha y Vash continuaron compartiendo momentos especiales. Se reían, se apoyaban mutuamente y se volvían cada vez más cercanos y cada ves mas habiertos en cuanto al sexo. En cada encuentro, Pyrrha sentía que su conexión con Vash se profundizaba. La relación era nueva y emocionante, y ella no podía evitar sonreír al recordar los momentos que compartían: risas, caricias y besos dulces bajo las estrellas.
Sin embargo, Jaune seguía sintiéndose atrapado en la confusión. Cada vez que veía a Pyrrha y Vash juntos, una punzada de dolor se intensificaba en su corazón. Se sentía impotente, como si hubiera perdido algo que nunca tuvo por completo. Sus sentimientos no desaparecían, y la lucha interna lo desgastaba.
Una noche, mientras se preparaba para dormir, Jaune decidió que debía hablar con Pyrrha una vez más. -No puedo seguir así,- se dijo a sí mismo. -Necesito ser honesto sobre lo que siento.-
Al día siguiente, se acercó a Pyrrha antes de que ella se reuniera con Vash. -Pyrrha, ¿podemos hablar a solas?- pidió, su voz un poco temblorosa.
Ella lo miró, sintiendo la seriedad en su tono. -Claro, Jaune. ¿Qué sucede?-
-Quiero que sepas que te aprecio mucho. Eres una amiga increíble, pero también siento que he estado perdiendo algo importante. Lo que siento por ti no ha cambiado,- dijo, su voz llena de sinceridad. -No quiero que esto afecte nuestra amistad, pero siento que debo ser honesto.-
Pyrrha se quedó en silencio, sintiendo una mezcla de gratitud y tristeza. -Jaune, tú eres una persona especial en mi vida. Pero en este momento, estoy descubriendo algo nuevo con Vash. No quiero que te sientas mal por eso.-
-Lo entiendo,- respondió Jaune, sintiendo una punzada de tristeza, pero sabiendo que debía ser fuerte. -Solo quería que lo supieras. Siempre estaré aquí para ti, incluso si eso significa ver cómo te acercas a alguien más.-
A pesar de la angustia en su corazón, Jaune se sintió aliviado por haber expresado sus sentimientos. Pyrrha le sonrió, reconociendo su valentía. -Gracias por ser tan comprensivo, Jaune. Eres un amigo leal y siempre estaré agradecida por eso.-
Mientras se alejaba, Jaune se dio cuenta que su vida apesta, y aunque sus sentimientos eran dolorosos, debía aceptar la realidad. Mientras tanto, Pyrrha y Vash se encontraban en un momento de felicidad y amor, compartiendo la conexión que habían desarrollado.
La historia de sus vidas estaba entrelazada, y aunque los caminos de Jaune, Pyrrha y Vash podían ser complicados, cada uno de ellos estaba aprendiendo sobre el amor, la amistad y la aceptación de lo que realmente deseaban en sus corazones. El futuro seguía adelante, lleno de promesas y desafíos, pero lo más importante era que cada uno de ellos estaba dispuesto a enfrentar lo que vendría, con la esperanza de que sus decisiones los llevaran a la verdadera felicidad.
La paz en Beacon Academy se vio abruptamente interrumpida cuando Cinder Fall, la temida villana y sirviente de Salem, atacó la escuela. Con sus poderes devastadores y su astucia, había comenzado a desatar un caos que amenazaba a la academia. El aviso del ataque se extendió rápidamente, y todos los estudiantes y profesores se prepararon para lo peor.
Pyrrha, consciente del peligro que se avecinaba, se unió a sus compañeros para hacer frente a la amenaza. Sin embargo, mientras luchaban contra las fuerzas de Vash, una sombra se cernía sobre ella. Durante el ataque, se encontró cara a cara con cinder en medio del caos, una figura imponente que irradiaba malicia.
-Así que esta es la gran Pyrrha Nikos,- dijo Cinder con desdén, sus ojos brillando con un fuego brillante el poder de la doncella de otoño. -No eres más que una sombra en comparación con lo que puedo lograr.-
Pyrrha se preparó para luchar, pero antes de que pudiera atacar, Cinder lanzó un devastador ataque que la desarmó, dejándola vulnerable. En ese instante, la desesperación la invadió. Sabía que cinder era una adversario formidable y que podría no sobrevivir a este encuentro.
Mientras tanto, Vash, quien había estado patrullando la zona, sintió que algo iba mal. Su briah le decía que debía ayudar a Pyrrha. Sin dudarlo, corrió hacia el campo de batalla, su corazón latiendo con fuerza. Al llegar, se encontró con la escena de Cinder amenazando a Pyrrha.
-¡Déjala en paz!- gritó Vash, su voz resonando con fuerza mientras se interponía entre las dos mujeres. La mirada de cinder se tornó burlona al ver a Vash.
-¿Y tú quién te crees, para intentar salvar a la heroína?- preguntó cinder, con una sonrisa cínica. -No eres más que un insecto en este juego.-
-No estoy aquí para jugar,- respondió Vash, su tono grave. -Estoy aquí para proteger a quienes importan, y eso incluye a Pyrrha.-
Sin más aviso, Vash se lanzó a la batalla. Usando solo su brazo, desvió los ataques de cinder, buscando una oportunidad para contraatacar. Cada movimiento era preciso y rápido, pero Vash no era una oponente fácil. Con cada golpe que cinder lanzaba, Vash respondía con una fuerza abrumadora. Una hormiga nunca podrá contra una bestia.
Mientras luchaban, Pyrrha, aún recuperándose del impacto de cinder, observaba con admiración cómo Vash enfrentaba a su enemigo. Sentía una mezcla de miedo y esperanza al ver su valentía. Sin embargo, cinder estaba decidida a acabar con ellos.
-Es un esfuerzo inútil, Vash,- dijo cinder con desdén. -No puedes detenerme. Este mundo caerá ante mi poder.-
En ese momento, Vash se dio cuenta de que necesitaba un enfoque diferente. Miró a Pyrrha y le hizo una señal para que se mantuviera alejada del combate. -¡Pyrrha, quédate atrás!-
Con su mente centrada, Vash utilizó su briah (rojo) centrado en una fracción destellante.. Comenzó a concentrar su poder. Con cada segundo, sentía la presión de Vash aumentarse, pero se mantenía firme.
-¡Vamoooos con todo oblivion !- gritó Vash, liberando su energía en un ataque masivo hacia cinder. El impacto fue impresionante, y la explosión de energía iluminó el campo de batalla.
Cinder, sorprendida por el poder de Vash, intentó contrarrestar el ataque, pero fue demasiado tarde. La onda de energía la arrojó hacia atrás, y Vash aprovechó la oportunidad para avanzar y golpearla.
Dejándola en el suelo agonizando.
-¡Debemos actuar rápido!- gritó Pyrrha, recuperando fuerzas. -Si no hacemos algo ahora, perderemos Beacon y a todos los que están aquí.-
Vash asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. -¡Entonces hay que detener la caída de la academia!-
Usando su fuerza y la habilidad, comenzaron a canalizar su energía hacia el núcleo de Beacon. Un gudou no afecta su entorno.....Y quien lo decidio.....No hacia falta algo tan complejo solo Un deseo.
-Esto ha terminado,- bramó al cielo canalizando su energía y la lanzo. La energía pura los envolvió, y Vash se vio abrumado, sintiendo el impacto de su poder combinado.
-Lo hicimos,- dijo Pyrrha, sonriendo, aunque aún temblando por la adrenalina de la batalla. -Gracias por venir a salvarme, Vash.-
-¿hicimos.....más bien yo lo hice?-murmuró con una risita antes de que Pyrrha corriera y lo abrazara.
-Siempre estaré aquí para protegerte,- respondió Vash, sintiendo un calor en su pecho al ver la gratitud en los ojos de Pyrrha. -Además un amante protege al otro.
Mientras se recuperaban, Jaune se acercó, sintiéndose aliviado al ver a Pyrrha a salvo. -¿Estás bien?- preguntó, su voz llena de preocupación.
-Sí, Jaune. Estamos mas que bien,- dijo Pyrrha, sintiéndo el abrazo de vash.
Con la academia salvada y la amenaza de cinder contenida, Vash y Pyrrha se unieron a sus compañeros, celebrando su victoria, pero también reflexionando sobre el camino que les esperaba. Aunque los desafíos no habían terminado, juntos eran fuertes, y su amistad se había convertido en algo aún más profundo.
Mientras la luna brillaba sobre Beacon, los estudiantes miraron hacia el horizonte, listos para enfrentar cualquier adversidad que se avecinara, unidos por la esperanza y el valor que habían encontrado en el corazón de la batalla.
La atmósfera en Beacon Academy había cambiado, pero no solo por la victoria sobre Vash. La sensación de alivio había sido reemplazada por una inquietud palpable entre los estudiantes. Los rumores sobre la creciente relación entre Pyrrha y Vash se esparcían como fuego, y aunque algunos lo celebraban, Jaune Arc se sentía devastado.
Durante los días siguientes, mientras los estudiantes se recuperaban de las batallas, Jaune observaba cómo Pyrrha y Vash se acercaban cada vez más. Se reían juntos, entrenaban codo a codo, y su conexión parecía intensificarse con cada momento que pasaban. La sonrisa de Pyrrha brillaba más que nunca, pero en el corazón de Jaune, esa felicidad era una espada de doble filo.
Una tarde, mientras todos estaban reunidos en la sala común, Vash hizo algo que hizo que el corazón de Jaune se hundiera. Con una sonrisa en su rostro y los ojos llenos de amor, se arrodilló frente a Pyrrha y sacó un pequeño anillo de su bolsillo.
-Pyrrha,- comenzó Vash, su voz llena de emoción. -Desde que llegué a Beacon, he descubierto en ti algo que nunca supe que necesitaba. Eres increíblemente fuerte y valiente, y no puedo imaginar mi vida sin ti. ¿Quieres ser mi compañera, no solo en la batalla, sino en todo lo que venga?-vivir una eternidad hace querer añorar algunas cosas.
El silencio en la sala se volvió ensordecedor. Todos los ojos estaban fijos en Pyrrha, que se llevó la mano a la boca, sorprendida. Jaune sintió que el aire se le escapaba de los pulmones, incapaz de procesar lo que estaba sucediendo. El mundo a su alrededor se desvaneció.
Con lágrimas en los ojos y una sonrisa temblorosa, Pyrrha asintió. -Sí, Vash, ¡sí!- exclamó, y los aplausos estallaron a su alrededor. La alegría de sus compañeros resonaba en sus oídos, pero para Jaune, todo se sentía como un eco distante.
Mientras los demás celebraban, Jaune se levantó lentamente, su corazón pesado. No podía soportar ver cómo Pyrrha abrazaba a Vash, con lágrimas de felicidad corriendo por su rostro. Esa imagen, la de la mujer que había amado en secreto, entregándose a otro, lo destrozaba por dentro.
Se retiró de la sala común, buscando un lugar tranquilo donde pudiera estar solo. Encontró una pequeña habitación en el jardín, donde la luz del sol se filtraba a través de las hojas. Se sentó en el suelo, con la cabeza entre las manos, dejando que las lágrimas fluyeran libremente.
-No puede ser...- murmuró, su voz quebrada. -No puede estar pasando esto.- Recordó todos los momentos que había compartido con Pyrrha: los entrenamientos, las risas, el apoyo que habían ofrecido el uno al otro. Pero ahora, todo parecía tan lejano.
-¿Por qué no pude ser suficiente?- se preguntó, sintiendo el peso de su impotencia. -Siempre supe que tenía que ser valiente, pero no puedo... no puedo ser el héroe que ella necesita.-
A medida que la tristeza lo invadía, Jaune recordó las palabras de su madre: -A veces, el amor no se trata de ganar, sino de desear lo mejor para la otra persona-. En ese momento, se dio cuenta de que, aunque su corazón estaba destrozado, lo que Pyrrha había encontrado con Vash era genuino pero su propio dolor era casi insoportable.
El tiempo pasó, y Jaune continuó llorando en la soledad de su refugio, deseando que las cosas fueran diferentes. Pero, mientras su corazón se rompía, también comenzó a comprender que su viaje no había terminado. A pesar del dolor, sabía que tenía que ser fuerte. Pyrrha siempre sería una parte importante de su vida, incluso si eso significaba dejarla ir.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Jaune se levantó del suelo, limpiándose las lágrimas. Tenía que enfrentar la realidad. Debía encontrar una manera de seguir adelante, incluso si eso significaba seguir con un corazón roto.
Mientras se acercaba a la sala, sintió una mezcla de dolor y esperanza. Aunque su corazón estuviera destrozado, sabía que cada uno de ellos debía seguir adelante, juntos en sus propias batallas, luchando por lo que realmente querían. Con cada paso que daba, Jaune se prometió a sí mismo que encontraría su camino, no solo como un cazador, sino como un amigo leal, dispuesto a enfrentar cualquier desafío que se presentara en el futuro.
El tiempo continuó su curso, y aunque el dolor en el corazón de Jaune Arc nunca se desvaneció por completo, aprendió a vivir con él. Las risas de Pyrrha y Vash resonaban en los pasillos, llenando la academia de una alegría que a menudo parecía ajena a su propio sufrimiento.
Una tarde, mientras todos los estudiantes disfrutaban de un día soleado en el jardín, Jaune se sintió abrumado al ver a Pyrrha y Vash, tomados de la mano, conversando animadamente. Ellos eran la imagen de la felicidad sus risas y sonrisas compartidas eran un recordatorio constante de lo que había perdido. Con cada mirada que intercambiaban, Jaune sentía como si el mundo a su alrededor se desmoronara.
-¿Por qué tiene que ser así?- murmuró para sí mismo, su voz apenas un susurro. -Nunca podré ser el hombre que ella necesita...- Su pecho se apretó, y un nudo en su garganta le dificultó respirar. La agonía de saber que su amor nunca sería correspondido era más de lo que podía soportar.
Mientras los demás reían y disfrutaban, Jaune decidió alejarse de la multitud, buscando un refugio donde pudiera estar solo. Se dirigió al jardín trasero, un lugar que solía ser su escape. Allí, rodeado de flores y árboles, finalmente se dejó llevar por sus emociones. Se sentó en un banco, la cabeza entre las manos, mientras las lágrimas comenzaban a caer.
-No puede ser...- sollozó, dejando que la tristeza lo envolviera. -Esto es una pesadilla.- Recordó los momentos que había compartido con Pyrrha, cómo se habían apoyado mutuamente, y cómo había soñado con un futuro juntos. Pero ahora, ese futuro se había desvanecido, reemplazado por la visión de ella con Vash, feliz y enamorada.
Mientras se perdía en sus pensamientos, escuchó risas a lo lejos. Era Vash y Pyrrha, que se acercaban. La visión de ellos juntos era como una daga en su corazón. Se abrazaron, sus ojos brillando de felicidad, y Jaune sintió como si un peso insoportable se asentara sobre su pecho.
-¿Por qué no puedo ser suficiente?- se preguntó, sintiendo que su corazón se rompía en mil pedazos. -Siempre supe que tenía que ser valiente, pero no puedo... no puedo ser el héroe que ella necesita.-
En ese momento, Vash se dio cuenta de que algo no estaba bien. Se separó de Pyrrha y se acercó al jardín, buscando a Jaune. Cuando lo encontró, la expresión de preocupación en su rostro hizo que el corazón de Jaune se hundiera aún más.
-Jaune, ¿estás bien?- preguntó Vash, su tono plano. Jaune forzó una sonrisa, pero no pudo mantenerla.
-Sí... solo estoy cansado,- respondió, aunque sabía que no podía ocultar su dolor. El nudo en su garganta se apretó aún más al ver la preocupación en los ojos de Vash.
-Si necesitas hablar...- comenzó Vash, pero Jaune lo interrumpió.
-No, no quiero arruinar su felicidad,- dijo, sintiendo que las lágrimas volvían a brotar. -Estoy feliz por ustedes, de verdad. Lo merecen.-
-Jaune...- Vash comenzó, pero Jaune no podía soportar verlo. Su corazón estaba hecho trizas, y no podía permitir que Vash lo viera así. Con un gesto, se dio la vuelta y se alejó, dejando atrás la luz y la felicidad que irradiaban.
Epílogo
Pasaron los años, y Beacon Academy continuó con su vida, pero la tristeza de Jaune no desapareció por completo. La imagen de Pyrrha y Vash compartiendo momentos felices lo persiguió, pero también lo motivó a encontrar su propio camino. Se unió a un nuevo equipo y, aunque la herida seguía ahí, comenzó a encontrar propósito en su lucha por ser un cazador.
Mientras tanto, Pyrrha y Vash forjaron su propia historia. Con el tiempo, se casaron y tuvieron dos hijos, una niña y un niño a los que llamaron Elysia y Leo. Su hogar se llenó de risas y amor, un refugio que irradiaba felicidad.
Los años pasaron, y cada vez que Jaune veía a Pyrrha y Vash juntos, sintiendo el calor de su familia, se dio cuenta de que su amor por ella nunca sería correspondido.Aunque su corazón a veces se rompía al ver lo que había perdido.
Un día, mientras paseaba por Beacon, Jaune se encontró con Pyrrha y Vash en el jardín. Ella sostenía a Elysia en sus brazos, y Leo corría alrededor, riendo. Jaune sintió una punzada en su corazón, pero también una sensación de paz.
-Hola, Jaune,- saludó Pyrrha con una sonrisa radiante. -¿Cómo has estado?-
-Hola, Pyrrha. Estoy bien,- respondió, aunque la verdad era que nunca dejaría de sentir ese vacío. Sin embargo, lo oculto.
Mientras conversaban, Vash miró a Jaune con una expresión seria. -Sabes me sorprende un poco, ¿de verdad?- dijo, sus aunque pyrrha no lo comprendió jaune is que lo hizo.
Jaune asintió, sintiendo que su corazón se apretaba un poco. -Lo sé. Y me alegra verlos felices.-mordió su lengua no queriendo morir justo ahí. Sabía de lo que es capaz el hombre que esta sentado justo frente a él.
Con el tiempo, Jaune aprendió que el amor no era para el. Y así, mientras Pyrrha y Vash construían su vida juntos, Jaune se hundía en la miseria lamentándose por existir.