—No te quedes en silencio, ¡habla conmigo! ¿Qué estabas haciendo ahí adentro? —preguntó Li Yuechan.
—Ya lo he explicado todo —dijo Long Chen—. Hoy, trabajé en la Fábrica de Medicina Elixir durante un día y me sentí muy agotado. Hay alguien llamado Yang Jian; quiere tomarme como su maestro. Viendo su actitud sincera, pensé en darle una oportunidad. Luego, me llevó a la Plaza Yushui, diciendo que después de un largo día de trabajo, deberíamos lavarnos los pies y relajarnos. Pensé que en realidad estaba bastante cansado, así que fui con él, me lavé los pies y luego me dio un masaje.
—¿No pasó nada más? —preguntó Li Yuechan.
—Nada más. ¿Qué más podría haber? —respondió Long Chen.
—No debería ser —dijo apresuradamente Zhao Churan—. Long Chen, debo advertirte que no hay muchas personas limpias allí; debes cuidarte y no contagiarte de ninguna enfermedad que pueda arruinar tu vida.
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