Jiang Hua reveló el trasfondo de Qiao Bufan, esperando intimidar a Li He para que se retractara.
Pero inesperadamente, Li He no tenía miedo en lo absoluto y en cambio dijo fríamente
—Jiang Hua, te advierto, la Señorita Tao es mujer del Señor Zhou. Absolutamente no debe sufrir daño alguno, o de lo contrario, no importa si es el joven maestro de la Familia Qiao o incluso si se trata del ancestro de la Familia Qiao, habrá problemas graves, incluyendo para ti.
—No estoy bromeando.
Al ver el tono y el comportamiento de Li He, Jiang Hua se quedó sorprendido por un momento.
Una frialdad siniestra parpadeó en sus ojos antes de decir
—Está bien, entraré contigo.
Habiendo dicho eso, Jiang Hua se levantó, se acercó a los dos guardaespaldas y les susurró unas palabras.
Los dos guardaespaldas se apartaron.
Jiang Hua guió a Li He a través de la puerta.
En ese momento, dentro del salón privado, había bastantes hombres y mujeres.
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