Capítulo 106: Encuentro (6)

El bosque detrás del monasterio estaba en una dirección diferente de donde me había derrumbado.

Parecía un bosque común, pero de repente se rumoreaba que había un monstruo allí.

"¿Qué... un monstruo feroz vive allí?"

"No sé. Nadie lo ha visto en realidad".

"Pero, ¿por qué dicen que existe un monstruo?"

"Tal como dije, ha habido varios casos de personas desaparecidas del monasterio, por lo que todos asumen que es obra de un monstruo desconocido".

Así que es solo un rumor.

Bueno, es natural que la gente piense de esa manera si varias personas han desaparecido.

"Entonces, ¿todos los que fueron al bosque desaparecieron?"

"No, solo unas pocas personas. Antes de eso, la gente solía pasar por el bosque sin ningún problema. Fue solo después de varios incidentes que la gente dejó de ir allí".

Érica se encogió de hombros.

"Bueno, es una historia anterior a mi llegada al monasterio, así que no conozco los detalles. Honestamente, tampoco creo que haya un monstruo.

"Pero si tal cosa ha sucedido, debe haber algo en el bosque".

"Tal vez. De todos modos, no hay nada bueno en entrar allí, así que te dije que no fueras por ese camino cuando te vayas más tarde.

Ella se dio la vuelta.

"Bueno, voy a salir. Adiós."

Cuando ella se fue y vi la puerta cerrada, volví mi mirada hacia la comida en el escritorio.

Apartando papeles y libros para hacer espacio para la comida, agarré mi cuchara.

Por cierto…

Pensando en la historia que Erica acababa de contarme, parecía que ella tenía sus propias razones para estar aquí en el monasterio. La mayoría de los niños de este monasterio no tenían adónde ir.

¿Ella también perdió a su familia por culpa de los demonios?

Incluso después de que terminó la guerra, los demonios continuaron causando estragos en todo el continente, a veces abiertamente ya veces en secreto.

Masacraron a la gente directamente, corrompieron a muchos a través de contratos y, lo más importante...

La Semilla del Demonio.

Los demonios soñaban con resucitar a su Rey Demonio.

Querían resucitar al monstruo para marchitar las semillas de toda la vida en el continente y crear un mundo solo para ellos.

Por eso buscaban en secreto a los que poseían la "Semilla del Demonio".

Los que cargaron el alma del Rey demonio, fragmentada por la Espada Sagrada en la batalla final y esparcida por todo el continente, fueron las llaves y los sacrificios que podrían acelerar la resurrección del Rey demonio.

Actualmente, los demonios vagaban por el continente en secreto, buscando a quienes poseían las "Semilla del Demonio".

Por lo tanto, encontrar al Heredero era la máxima prioridad, pero después de eso, también planeé encontrar y asegurar a esos individuos de alguna manera.

Perdido en mis pensamientos, comencé a comer mi sopa.

No sabía quién lo cocinaba, pero la comida siempre era deliciosa.

***

El día era brillante, y Erica y Heron, que habían salido al patio, vieron a Tom, que ya había estado fuera desde temprano en la mañana.

"¿Viniste?"

Tom dejó de blandir su espada de madera y los saludó a los dos.

Ya estaba lleno de sudor y calor, lo que hizo que la gente se preguntara si había estado entrenando desde el amanecer.

"Me siento muy bien desde esta mañana. ¿Cuándo te levantaste?"

"¿Hace unas dos horas? Oh, necesito descansar ahora."

Tom arrojó su espada de madera y se desplomó en el suelo.

Ambos sabían por qué estaba tan entusiasmado.

Heron dijo, como si estuviera regañando a Tom: "Simplemente practicar sin ningún plan no es suficiente. No te queda mucho tiempo, así que también debes manejar tu condición física".

El Monasterio de Robelgio era un monasterio bastante grande ubicado en la parte sureste de Santea.

A menos que fuera un monasterio bastante grande, no había Caballeros Sagrados u otros guerreros poderosos que residieran en él.

Por lo tanto, como había muchos niños que manejar, incluso seleccionaron individuos talentosos y los entrenaron adecuadamente. La prueba de selección estaba ahora a solo una semana de distancia.

Tom planeaba desafiar la prueba de selección para convertirse en un aprendiz de Caballero Sagrado.

"Oye, ¿qué tiene de bueno controlar tu condición física?"

Erica, que estaba cruzando los brazos, se rió entre dientes.

Aunque se sentía mal, Tom sabía que ella no se estaba riendo genuinamente de él, sino que solo se burlaba de él, así que él también se rió.

"¿Vamos a practicar la lucha?"

"Buena idea. Pero como es casi la hora, desayunemos y adoremos primero".

Como lugar de fe, reunirse todas las mañanas para orar era la regla de vida más básica aquí.

Erica hizo una mueca de molestia y recogió la espada de madera que Tom le había arrojado.

Mientras balanceaba su espada en el aire, Tom le preguntó: "¿Pero realmente no vas a hacerlo?"

"¿Qué?"

"Quiero decir, ser un Caballero Sagrado. Con tus habilidades, definitivamente podrías pasar".

Ante eso, Erica arrugó las cejas.

"Ah, de verdad. No lo haré."

"No… realmente no entiendo. Entonces, ¿por qué practicas el manejo de la espada? Hey, Garza. ¿Entiendes lo que está pensando? ¿Hm?"

Garza se encogió de hombros y no dijo nada.

Era un patrón que probablemente escalaría y terminaría con Tom siendo golpeado con la espada de madera, por lo que no quería involucrarse.

Como era de esperar, Tom terminó siendo golpeado en la nuca con la espada de madera.

"¡Ay! ¡Eso duele!"

"Tranquilizarse. Solo estoy blandiendo la espada porque estoy aburrido. ¿Cuántas veces tengo que decirte que voy a ser monja?"

"¡Eso es ridículo! ¿Qué tipo de monja simplemente recurre a la violencia cuando alguien no escucha y necesita ser disciplinado?" (N/T: Conozco a una que lo hace XD, Edith Blackwater "Eda" de Black Lagoon, "Toma el Plomo Santo del Señor, Bastardo Pecador" era su frase)

Tom se quejó y se frotó la espalda dolorida mientras Erica levantaba su espada de nuevo con una expresión feroz. Rápidamente se escondió detrás de Heron.

Heron chasqueó la lengua suavemente.

"Erica, cálmate un poco. Él sigue siendo el que está tomando la prueba, y no podemos arruinarlo golpeándolo".

"Correcto, ese es un buen punto. Si me equivoco por tu culpa, te maldeciré de por vida."

"También deberías calmarte un poco".

Erica suspiró y arrojó su bufanda negra al suelo.

"Vamos a la capilla. Si sigues refunfuñando así una vez más, te partiré la cabeza."

"Oh, que miedo".

"Para. Ella realmente lo va a hacer".

Los tres estaban a punto de entrar en el edificio de nuevo.

"Hola, es el Señor Ethan".

Un hombre estaba sentado en un banco en el patio. Parecía que acababa de salir del edificio.

Tom vio a Ethan en la distancia y agitó su mano.

Ethan también se volvió para mirarlos a los tres y levantó la mano.

"Parece estar saliendo mucho al patio últimamente. ¿Se siente mucho mejor?

"Supongo que sí."

Tom le preguntó a Erica.

"Hola, Érica. ¿Sigues sospechando? ¿Crees que está ocultando algo?"

"Eh."

"Bueno, para mí, parece un tío amable, incluso si es un poco brusco. La última vez que lo vi, estaba ayudando a las monjas a limpiar".

Erica permaneció en silencio por un momento antes de responder.

"No creo que sea una mala persona ni nada. Siento que podría estar escondiendo algo".

"¿Ah, entonces es así?"

Había pasado bastante tiempo en este monasterio, pero no había hablado mucho. Todavía no sabían mucho sobre él.

"Simplemente quedarse aquí en el monasterio sería agradable".

Al pasar, una niña que llevaba un balde de agua intervino con una palabra. Ella era Kara, una amiga de los tres.

Tom se volvió hacia ella y le preguntó: "¿Qué quieres decir con que quedarte aquí sería agradable? ¿De qué estás hablando?"

"Bueno, quiero decir, él es muy atractivo, por lo que es agradable a la vista, ¿verdad? ¿No es así, Érica?"

"No lo sé", respondió Erica brevemente a su molesta pregunta.

Tom respondió como si fuera patético. "Tsk, así que solo se trata de tener una cara bonita".

"¿Eres tú el que habla? Tom, deja de retorcerte cada vez que veas a la hermana Raya y límpiate la baba de la cara".

"¿Qué? ¡¿De qué estás hablando?!"

La niña sacó la lengua y siguió su camino.

Tom miró nerviosamente a Erica y se excusó apresuradamente. "No sé lo que estaba diciendo ese bicho raro. Nunca he actuado así, ¿verdad Erica?."

"¿Crees que me importa?"

Erica ignoró los comentarios de Tom y volvió a mirar a Ethan.

Tom se aclaró la garganta y cambió de tema. "De todos modos, ¿cuándo crees que Ethan planea irse? Parece muy débil, y me preocupa que pueda colapsar por sí solo".

"De ninguna manera."

"Bueno, ¿qué pasa con esto? Si se va, pasará por la ciudad cercana, ¿verdad? Así que al menos podemos llevarlo allí para asegurarnos de que esté a salvo".

"¿Estás sugiriendo que salgamos a la ciudad como excusa? ¿Eres estúpido? ¿Crees que los sacerdotes permitirían eso?"

Las tres personas hablaron mientras se dirigían a la iglesia.

***

Puedo oír todo, chicos.

Me levanté de mi asiento y observé cómo desaparecían en el edificio.

También volví a mi habitación a desayunar.

Al pasar, vi a un sacerdote cerca. Era el sacerdote Tane.

"Ay, Ethan".

Se dio cuenta de mí y se acercó a saludarme cálidamente.

"Buen día. Has estado aquí desde la mañana".

"Sí, solo estaba dando un paseo. ¿Y usted, padre?"

"Es hora de la adoración de la mañana ahora, así que me dirigía a la iglesia".

Tenía una escritura en la mano.

Miró la escritura y se rascó la cabeza antes de decir:

"Gracias nuevamente por ayudarme a organizar las Escrituras. Siento que te estoy causando problemas innecesarios cuando no te sientes bien…"

"Es solo cuestión de mover la pluma, entonces, ¿qué diferencia hay? Y ya casi termino".

"¿En realidad? ¿Empezaste ayer, pero ya casi has terminado?"

Estaba sorprendido, con los ojos muy abiertos.

"Sí, creo que puedo terminar todo para esta tarde".

"Bueno... eres muy rápido".

"Si queda algo, te ayudaré más".

"Ah, bueno... no, no importa", dijo, gesticulando rápidamente, como si se contuviera para no decir nada más.

Parecía tener algo más que quería preguntar o solicitar, pero se estaba conteniendo.

No era como si me estuviera causando un gran problema, y no habría importado si él pidiera más.

"Ahora, yo me encargaré del resto. Gracias lo suficiente por lo que has hecho."

Volvió a sonreír, agradeciéndome una vez más. Estaba a punto de decir adiós y seguir adelante.

"¿…?"

Vi a un hombre de mediana edad caminando en la distancia y fijé mi mirada en él.

Tane también volvió la cabeza para seguir mi mirada.

"Oh, ese es el abad".

…¿Abad? ¿El Abad del monasterio? Volví a mirar a Tane y el otro continuó;

"Ahora que lo pienso, aún no has conocido al abad, ¿verdad?"

"... Sí, he estado mayormente en mi habitación".

"Su nombre es Dehod, el abad de este monasterio. Es una persona llena de fe, casi como un modelo a seguir para todos los sacerdotes aquí".

Asentí con la cabeza y volví a mirar al abad.

La razón por la que llamó mi atención fue por una razón diferente.

[Nivel 64]

Porque el nivel que flotaba sobre su cabeza no era de ninguna manera el nivel que tendría un abad de un pequeño monasterio.