Me encuentro vagando por las calles de Hauntlywood , últimamente he estado demasiado encerrado en mi habitación, ¡Puagh! empezando a parecerme a un fracasado, mejor no pensar en eso, he de admitir que la estética de Hauntlywood es bastante diferente a Transilvania, las calles poco a poco van adquiriendo un toque 'moderno' que suelo ver en mis recuerdos, aunque ni siquiera la persona en mis recuerdos lo vio de primera mano, todo lo que sabe del resto del mundo fuera del lugar donde vivió lo aprendió de una pantalla.
Mientras visitos las calles la energía vibrante que se desprende de estas me rodea, artistas callejeros, imitadores de personajes de películas clásicas y modernas, grupos de jóvenes que sueñan con ser reconocidos y convertirse en el próximo talento, siento un palpitar en mi pecho que se vuelve más fuerte a medida que pase el tiempo, poco a poco empieza a caer la noche pero eso no hace que el lugar pierda su vida, de hecho casi pareciera lo contrario.
Mi viaja continua hasta el Boulevard de Hauntlywood, el corazon de este icónico distrito, me agacho un poco mientras mi mirada se encuentra unas estrellas de color rosa y bronce, un símbolo, diseñado para honrar a los individuos que han hecho contribuciones significativas al entretenimiento, mi mano recorre lentamente una de las estrellas, juraría que incluso puedo puedo sentir los sentimientos incrustados en cada una de ellas, sin que lo sepa mis ojos adquieren un tono rojo mas fuerte mientras me sumerjo en ellos, admiración, respeto, reconocimiento, etc; los sentimientos que me rodean se hacen mas claros, de repente pareciera que todos esos sentimientos estuvieran dirigidos a mi, como si el mundo estuviera de acuerdo, todos los nombres de las estrellas se convierten en el mío.
'Robin' 'Robin' 'Robin' 'Robin' todo tipo de voces de todos lo monstruos empiezan a corear mi nombre.
Era embriagador, tanto, que podría quedarme así por siempre.
"estas bien?" y así hubiera sido si alguien con una voz extrañamente familiar no se acercara a mi y tocara mi hombro.
La espeluznante sonrisa que no me había dado cuenta que tenia fue remplazada por un expresión seria, o lo mas parecido que pude conseguir a eso en esta situación mientras me daba cuenta de lo que paso, mi poder se había descontrolado, otra vez. Mis ojos adquirieron un color incluso mas intenso que el anterior mientras intentaba usar mis poderes, esta vez de manera intencional, mundo se fragmento y desmorono lentamente a medida que todo volvía a la normalidad, el coro se detuvo, las estrellas en el suelo recuperaron su nombre original y mi expresión facial se volvió mas natural, tome un par de respiraciones antes de que mis ojos volvieran a su tono original.
Mi mente empieza a registrar muchos monstros que no había notado hasta ahora, y no me estaban mirando de manera muy favorable.
"No te ves bien" escucho nuevamente la voz y me doy cuenta de a quien pertenece, Elissabat, parece que vino aquí en secreto teniendo cuenta su ropa holgada junto con unos lentes y mascarilla negras que gritan sospechoso, incluso el tono de su voz cambio un poco, si no estuviera acostumbrado a su presencia no lograría distinguirla, observo como sus manos se mueven nerviosamente hacia el pequeño bolso de su cintura.
"Toma, come uno de estos, a mi me ayuda a calmarme " dice mientras me entrega lo que parece ser una naranja sanguínea.
La miro con una expresión ligeramente desconcertada, como si notara mi mirada se aclara un poco la garganta antes de hablar con un tono ligeramente digno.
"Puede que no lo creas teniendo en cuenta como me veo, pero no hay necesidad de sospechar, solo vi a alguien que necesitaba ayuda y quise ayudarlo" después de ese apresurado discurso, se da media vuelta y se aleja intentando parecer lo mas tranquila posible, aunque en el estado tan sensible que me encuentro puedo notar claramente su vergüenza y nerviosismo.
'Parece que no se ha dado cuenta de que se quien es' pienso distraídamente mientras mientras observo la naranja sanguínea en mi mano antes de darle un mordisco
'Dulce'