Un precio enorme

—Si tienes talento, tienes que mostrarlo. Como la nueva generación de músicos, cuando hay buen trabajo, tienes que dejar que más gente lo conozca. ¿Entiendes? —Mirando la mirada de reproche de Li Shaoqun, Feng Jianing se rió entre dientes—. Li Senior, estás equivocado. Según la solicitud de la escuela, solo nos toca entregar el manuscrito mañana. Todavía tengo algunas canciones originales y planeo presentarlas oficialmente a su Jiale Records pronto. —Dicho esto, Feng Jianing se dio palmaditas en el pecho con confianza.

Como alguien que había estado aprendiendo música e instrumentos desde joven, la música era la fuente de su confianza.

Una sonrisa apareció en los labios de Li Shaoqun.

—En ese caso, ¿quieres participar en la Selección Nacional de Novatos? —Feng Jianing asintió afirmativamente y dijo: