¡Manos a la obra!

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Antes de venir, Shi Qian se había preparado mentalmente durante mucho tiempo.

Pero en el momento crítico, ¡todavía estaba perdida!

Al mirar a Fu Sinian, ni siquiera sabía por dónde empezar.

Fu Sinian también estaba extremadamente atormentado.

¡No quería soportar esa tortura ni un segundo más!

Para evitar que las cosas se salieran de su control, no podía demorar más.

¡Tenía que despertarse ahora!

Abrió los ojos lentamente.

Shi Qian se abalanzó sobre él de repente.

¡El cuerpo de la chica se estrelló en sus brazos!

Shi Qian todavía no se había dado cuenta de que él estaba despierto.

Fu Sinian intentó apartarla.

Pero en el siguiente momento dudó.

¡Ella era en realidad más suave de lo que había imaginado!

Podía sentir claramente el latido del corazón de la chica a través de la tela suave.

Su corazón latía envuelto en una bola de suavidad. Era tan sólido y fuerte como siempre.

Shi Qian no se movía. Estaba esperando que sus emociones se estabilizaran.