Perdiste

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—Yin Yichen y su grupo estaban llenos de emoción, incrementando aún más su velocidad —. En el otro lado, el director sudaba por Nan Yan, deseando poder tomar su lugar.

—Esos pequeños bribones ya se habían aprovechado de su número jugando 4 contra 1. ¿Por qué aún así les dio cinco minutos más?!

—Estos cuatro pequeños bribones tenían habilidades decentes. ¡Si ella no intervenía, hubiera sido fácil para ellos violar un cortafuegos descontrolado en cinco minutos!

—El director estaba ansioso, pero todo lo que podía hacer era preocuparse mientras Nan Yan se reclinaba tranquilamente en su asiento.

—Los segundos pasaban, y los últimos treinta segundos se acercaban. Las barras de progreso en los cuatro ordenadores habían alcanzado el 99%, con solo un 1% restante.

—Pero, incluso con veinte segundos restantes, ese último 1% resultó invencible sin importar cómo atacaran.