— Edmundo — antes de ir a cazar, ¿Les puedo pedir ayuda en algo que no tiene que ver con la caza? — comenta con una voz tranquila y un poco temblorosa recordando el poco tiempo que tienen
— Fernando — Depende, ¿requiere mucho esfuerzo físico? — responde con un pequeño bostezo y llevando una mano a su propia nuca rascándose
— Isabel — claro, ¿Qué es lo que necesitas? — contesta dulcemente y con una sonrisa mientras pone una mano en el hombro de Edmundo como muestra de apoyo
— Edmundo — no te tienes que esforzar mucho Fernando, incluso esto podría ser beneficioso para ti y los demás, solo hay que leer y analizar un libro viejo, no creo que te canses — comenta mientras cruza los brazos, pone la cabeza de lado y sonríe ligeramente — además, si lo hacen podría darles una mejor condición física al hacer lo que dice el libro
Edmundo observó a sus amigos, esperando sus respuestas. El peso del secreto que llevaba sobre sus hombros le hacía sentir un hormigueo constante de nerviosismo. Sabía que no podía hacerlo solo y necesitaba de su ayuda.
— Fernando — responde suspirando — Bien, si no requiere mucho esfuerzo físico, puedo ayudar. Pero no prometo nada si esto resulta ser una pérdida de tiempo.
— Isabel — sonríe mientras pone una mano en el hombro de Edmundo y responde— Estoy dispuesta a ayudar, Edmundo. ¿De qué trata ese libro?
Edmundo tomó aire profundamente y comenzó a explicarles todo: el libro, la bestia sellada, las estrellas alineándose y la amenaza inminente. A medida que hablaba, podía ver cómo la incredulidad inicial en sus rostros se transformaba en preocupación y finalmente en determinación.
— Fernando — analiza y comenta mientras frunce el ceño y lo mira con incredulidad — ¿Quieres decir que una bestia antigua está a punto de ser liberada y solo nosotros podemos detenerla? Esto suena a una locura, pero tú no nos mentirías, así que no puedo dejar que algo así suceda sin hacer nada.
— Isabel — asiente y se frota el mentón al pensarlo — Si este libro contiene la clave para evitar una catástrofe, entonces debemos intentarlo. Además, estoy segura de que juntos podemos lograrlo.
— José — entra en la conversación con una expresión un poco seria — Ya hemos descifrado parte del libro, pero necesitamos más manos y más ojos. Con sus habilidades pueden ser de gran ayuda. Fernando, con tu conocimiento de estrategia, podríamos planificar mejor nuestras acciones.
Edmundo, viendo que sus amigos estaban dispuestos a unirse a la causa, sintió una ola de alivio y gratitud. Les mostró el libro y comenzó a explicar cómo traducir los símbolos para que los puedan interpretar y leer.
Mientras tanto, en las sombras de la selva templada, el grupo de personas encapuchadas observaba y escuchaba cada palabra. Uno de ellos, una figura alta y delgada, se adelantó un poco más, tomando nota mental de los detalles discutidos por los amigos.
— Encapuchado 1 — con una mirada atenta a lo que hacían, susurro — Parece que está reuniendo gente. Debemos informar a nuestro líder. No podemos permitir que fortalezcan el sello. Número dos, quédate a aquí para seguirlos vigilando
De vuelta con Edmundo y sus amigos, la tarde avanzaba lentamente mientras Edmundo les explicaba cómo traducir los símbolos y les explicaba los fundamentos de la magia
— Isabel — señala una página y comenta un poco alegre — Miren esto. Este hechizo parece estar relacionado con los elementos. Si cada uno aprende un elemento, podríamos replicar la magia original utilizada para sellar a la bestia.
— Fernando — intrigado pero también un poco cansado por el esfuerzo que representaría — ¿Te refieres a usar nuestra fuerza física y conocimiento de combate para canalizar la magia? Eso suena complicado, pero no imposible.
— Edmundo — emocionado — Exactamente. Si logramos comprender cómo estos antiguos héroes se coordinaron, podríamos tener una oportunidad. Pero primero, necesitamos practicar y asegurarnos de que podemos controlar la magia.
La noche cayó y el grupo se preparó para practicar los hechizos. Edmundo, con su arco y flechas, comenzó a recitar las palabras del libro, tratando de imbuir sus armas con la energía mágica. Isabel y Fernando, por su parte, practicaban los movimientos necesarios para canalizar el mana del entorno en sus armas aunque no fuera muy efectivo.
— José — preocupado y angustiado por lo que podría pasar comenta — Debemos tener cuidado. No sabemos cuánto tiempo tenemos antes de que esos encapuchados hagan su movimiento.
Edmundo asintió, consciente del peligro que los rodeaba. Sabían que su misión no solo era detener a la bestia, sino también proteger el conocimiento y el libro de aquellos que deseaban liberar el caos. Con determinación renovada, continuaron su práctica, preparándose para el enfrentamiento que sabían que estaba por venir.
— Edmundo — comenta con firmeza y convicción mientras aprieta un puño — No podemos fallar. Estamos luchando por algo mucho más grande que nosotros mismos. Debemos estar preparados para cualquier cosa.
Y así entraron a la jungla templada, en la oscuridad de la noche, los amigos se unieron, fortaleciendo sus lazos y afilando sus habilidades, listos para tratar de enfrentar la amenaza que se avecina y proteger el mundo de la liberación de la bestia antigua mientras cazan dentro de esta para practicar sus habilidades y conseguir algo para comer y acampar usando lo que tuvieran a su alrededor
— Isabel — esto es extraño, los animales de esta zona son un poco más grandes de lo que suelen ser normalmente — comenta mientras se pone a reflexionar y analizar el entorno
— José — incluso las plantas han crecido más de lo que deberían — menciona mientras toca la hoja de un helecho más grande de lo que debería — también tiene una sensación bastante diferente, un tanto más rígido y áspero.
— Edmundo — en este lugar hay más mana de lo normal y también es más puro de lo normal — comenta mientras trata de absorber mana más rápidamente — esto no es normal pero es bueno para mí entrenamiento — dice mientras deja de infundir de mana a la sangre y empieza a hacer que los músculos lo absorban
— Isabel — escucha lo que Edmundo menciono mientras le dice — cariño, me enseñas a manipular el mana por favor, es que no le entiendo bien al libro — mientras sonríe y se acerca más a Edmundo
— Edmundo — sonríe y mira hacia Isabel mientras le responde — claro cariño, yo te explico como hacerlo — manteniendo su sonrisa y sentándose mientras la invita a sentarse frente a él le dice — ven, siéntate en frente de mi y extiende tus manos hacia mí — mientras el sigue absorbiendo lentamente mana
— Isabel — Acepta su invitación y se sienta en frente de Edmundo extendiendo los brazos hacia él — cariño ¿Por qué tengo que extender los brazos? — pregunta ella algo sonrojada por la cercanía entre ellos y curiosidad por lo que va a hacer
— Edmundo — adopta una expresión más serie y le toma las manos a Isabel mientras le responde en un tono cariñoso y dulce — porque tienes que sentir el mana, así que voy a generar una capa de mana alrededor de ti para que se te haga más fácil cariño — mientras empieza a mover el mana que ha absorbido sin hacer que se vaya consumiendo su sangre — ha, se me olvidaba cariño, cierra los ojos y concéntrate en sentir el mana, además, cuando vayas a hacer magia no intentes usar el mana de tú sangre, solo el mana que absorbas — menciona en un tono un poco más serio y un poco intranquilo mientras sigue envolviéndola en mana.
— Isabel — mientras cierra los ojos, pregunta con un tono un poco curioso y preocupado — ¿Qué es la sangre?, ¿Por qué lo dices?, ¿Qué pasa si uso el mana de la "sangre"? Y ¿Es muy malo?
— Fernando — al escuchar a Isabel hablar con un tono un poco preocupado se acerca más para escuchar las preguntas que hacia Isabel y dice con un tono preocupado y cansado — si Edmundo, explícanos eso y también explica el disque "entrenamiento" que haces — dice entrenamiento mientras hace comillas con los dedos
— José — ve la situación y se acerca para escuchar ya que le parece interesante lo que está pasando
— Edmundo — hace un suspiro profundo pero no pierde la concentración y responde en un tono serio y frío — primero, la sangre es el liquido rojo que sale cuando nos cortamos o tenemos un accidente; segundo, lo digo porque es peligroso ya que según la sangre es importante para que estemos vivos; tercero, si usas el mana de la sangre empiezas a liberar un vapor del cuerpo carmesí y te sientes con mucho más poder, tanto físico como mágico; cuarto, si es muy malo, aunque aun no estoy seguro de cuanto tiempo se puede mantener pero por lo que he hecho sé que da mucha hambre y por último lo que tu dices disque entrenamiento me ayuda a tener más mana y hacer magia más poderosa
— Isabel — pregunta con preocupación y abre los ojos con exaltación — ¿Cómo que ya has experimentado con eso cariño?
— Fernando — dice con un tono serio mientras se toca la barbilla y analiza lo que Edmundo le dijo — eso tiene sentido aunque ¿Eso de que te sirve?
— Edmundo — le responde a Isabel con un tono dulce y tranquilo — no te preocupes cariño, no fue por mucho tiempo y también me daba curiosidad saber si la sangre era mágica porque así se consideraba en varias culturas, vuelve a cerrar los ojos y concéntrate, imagina que estás rodeada de puntos azules celestes brillantes para que se te haga más fácil — después voltea a ver a Fernando y le dice — es útil si tienes el hechizo correcto, te lo demostraría pero como puedes ver, estoy ocupado
— Isabel — asiente y le hace caso a Edmundo tratando de imaginar lo que le dijo
— Fernando — mira a Isabel y a Edmundo, en especial a Edmundo mientras chasquea la lengua y se cruza de brazos y dice — esa mejora física te serviría para tu trabajo de cargar cosas en carosas ¿Verdad?