Cedric sopló su estrella pero usó todas las balines en la pistola. —De alguna manera lo hice. Pero tú no usaste todas las balines, Yuki. Ellos no quieren que dejes algunas en la pistola.
—Oh, no sabía eso. Después de que mires mi papel dispararé las restantes —dijo Yuki girándose hacia el chico y disculpándose.
—Y aquí estaba pensando que ella tendría dificultades —comentó él adelantando el papel y viendo que la estrella estaba soplada, deslizó el papel en posición y fue a revisar el de Cedric—. Buen trabajo ambos. Una vez que terminen con las balines en la pistola les conseguiré los premios que quieran.
Yuki tomó la pistola y disparó al papel perforando agujeros en diferentes lugares y luego se vació. —Lo siento, no estoy acostumbrada a desperdiciar balines. Pensé que después de que la estrella estuviera soplada habría terminado. ¿Puedo tener el dragón negro, por favor?
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