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—Hermana Xi, ¿Zhang Hao y los demás realmente no se fueron a casa anoche? —murmuró Xie Yingying, estirando el cuello para mirar hacia atrás.

Viendo la velocidad con la que calcularon ayer, realmente era posible. Ya que el Sr. Guo los esclavizó, estos tres deberían poder entender, ¿no? Xue Xi aún sentía que debería renunciar al proyecto del Sr. Guo. En ese momento, la puerta trasera se abrió y tres personas con el cabello grasoso y caras aceitosas entraron. Encontraron un asiento en la parte trasera y se durmieron en el momento en que entraron.

—Dios, ¿no durmieron toda la noche? ¿No es eso demasiado? ¿El Sr. Guo no dijo nada? —exclamó Xie Yingying.

Xue Xi no habló...

Después de que terminó el primer periodo, cuando todos estaban cambiando de aulas, Zhang Hao se acercó y le dijo a Xie Yingying:

—Solo hay una clase esta tarde. Después de terminar, continuaremos yendo al laboratorio. Ya hemos organizado muchas misiones de cálculo.

Xie Yingying miró a Xue Xi y no pudo evitar decir: