—¡Jimmy has vuelto!. -los tres adolescentes dijeron al unísono saludando con entusiasmo. El grupo de tres no pareció notar la extraña atmósfera en la sala de profesores, en cambio se acercaron al chico rubio con miradas de adoración y respeto.
A pesar de que la brecha de edad no era tan grande los tres veían a Jimmy como un mayor, no solo porque formó parte de los miembros de primera generación del equipo X-Men, sinceramente lo respetaban y veían en él un ejemplo a seguir.
Pero esto no podía ser generalizado, lo cierto es que la mayoría de mutantes dentro de la escuela por no decir todos se sentían incómodos teniéndolo cerca. Era entendible la razón de esto, después de todo nadie se sentiría feliz de perder su poder de manera tan sencilla y repentina. De no ser porque la escuela de Xavier fomentaba la unión y apoyo entre mutantes Leech podría haber sido condenado al ostracismo y sus días dentro de la escuela no serían más que constantes abusos.
El grupo de tres era diferente porque si bien también se sentían algo incómodos tras perder sus poderes a ellos esto simplemente no les molestaba en absoluto, desde que habían ingresado a la escuela conocieron a Leech, y a diferencia de los otros profesores Leech al estar más cerca a la edad de ellos era más accesible en sus interacciones.
Leech era considerado por ellos como su mentor y amigo. Lejos de mantener distancia con él, ellos siempre estuvieron muy cerca mostrando abiertamente la admiración y respeto que le tenían. Por su parte Leech se sentía feliz en su interior por el apoyo recibido por esos tres, a pesar de ser siempre sonriente y despreocupado en la superficie también hubo un tiempo en el que se sentía inseguro, era perspicaz, siempre lo había sido y esa era la razón por la que podía sentir que no todos querían estar cerca de él.
Además de un unos pocos miembros del equipo X-Men que lo miraban sin prejuicios, la aparición del grupo de tres le hizo recuperar la confianza en sí mismo, y también significaron un gran alivio para su corazón levemente oprimido por la falta de acercamiento de otros mutantes en la escuela. De no ser por esas personas que le demostraron acercamiento era seguro decir que Leech sin duda hubiese tomado un camino desviado.
—¡Chico!. -Hank también se acercó a Leech y le dio un fuerte abrazo como si se trataran de viejos amigos reunidos después de mucho tiempo.
La felicidad de Hank era visible en su expresión, todos los presentes entendían muy bien el por qué de esto. Finalmente con Leech presente Hank podría sentirse tranquilo.
—Me apresuré a regresar en cuento fui convocado de regreso, no pensé que las cosas estarían tan tensas. -Leech dijo después de apartarse del abrazo de Hank, mirando su reloj continuó. —Lorna también ha llegado, dijo que tomaría un pequeño desvío y regresaría poco después.
Al escuchar este nombre la expresión de todos en la sala a excepción de Jean se volvieron complicados. En cuanto a Jean cuando escuchó este nombre apretó los puños con enojo tratando de reprimir su ira.
Hank sabía lo que Jean pensaba. —Jean deja eso, Lorna no tiene nada que ver con esto.
...
Lorna Dane era un miembro recién unido al grupo de los X-Men, fue traída por el profesor Charles, ella era un mutante con la habilidad de la manipulación magnética. Esta sola habilidad daba pista de sus orígenes, el profesor no ocultó nada al grupo y reveló que ella era hija de Mangeto, una hija abandonada hace mucho tiempo.
En cuanto el grupo se enteró de esto no pudieron confiar en ella, pensaban que se trataba de una espía enviada por Magneto, debido a eso nadie de los antiguos miembros X-Men quizo hacerse compañero de ella para las misiones que normalmente se hacían en pareja. Nadie a excepción de Leech, Leech debido a su naturaleza liberal y confiado se negó a excluir a Lorna del equipo, aunque otros no podían creer en Lorna él si podía.
Sin dudar Leech le confió su espalda, esto demostró que sin importar lo que otros pensaran al menos él creía en ella y la veía como un compañero X-Men más del equipo.
Que el Némesis de las existencias con habilidades especiales le confiara la espalda a Lorna tenía un gran significado, sin duda esto decía mucho sin siquiera mencionar palabra alguna. Otros miembros X-Men no estuvieron de acuerdo en permitir el trabajo en equipo para esos dos, pero con la forma de ser de Leech nadie le impediría hacer lo que quisiera. Al final el profesor tuvo que interceder y permitió el equipo de Leech y Lorna.
Leech era considerado de vital importancia para los X-Men ya que podía equilibrar o incluso sobreponerse a grupos completos de superhumanos, esta era una información muy bien sabida tanto para los organismos gubernamentales como grupos clandestinos, estos últimos veían al joven como la amenaza más grande que no les dejaba actuar libremente y de manera desenfrenada.
Para Magneto y la hermandad de mutantes Leech también era visto como una gran amenaza para sus planes supremacistas. Si pudieran hacerlo enviarían asesinos para acabar con aquella amenaza.
En un principio cuando se supo acerca de la poderosa habilidad del joven Leech muchas organizaciones desplegaron a sus miembros para secuestrarlo, en el peor de los casos tenían la misión de acabar con su vida para nunca permitir que este creciera y desarrollara su poder. No fue hasta que los X-Men intervinieron que esto disminuyó poco a poco, para ser más exactos el profesor Charles intercedió por él.
Cuando Charles Xavier apareció al frente todas las organizaciones guardaron silencio, si bien los intentos de asesinato y secuestro no se detuvieron por completo, al menos estos fueron menos atrevidos y se hicieron de manera que parecía que solo trataban de recopilar información.
...
[Laboratorio secreto en Hawai].
Mientras que los tres días pasados para los X-Men fueron caóticos, para Rilley fueron relativamente tranquilos. Aún dentro de la cámara especial de recuperación los signos vitales de Rilley se mostraban estables, estuvo dentro durante los tres días sin la ayuda de ningún equipo auxiliar de respiración, debido a las características especiales de su cuerpo respirar se había vuelto sin sentido para él.
Rilley abrió los ojos y con la ayuda de su microchip de protección mental dio la orden para la apertura de la cámara especial de recuperación. Los fluidos especiales comenzaron a drenarse, lo único que había quedado era el cuerpo de pie totalmente desnudo de Rilley. Los engranajes de la compuerta de la cámara especial sonaron, la puerta se abrió y con ella se generó humo debido al cambio abrupto de temperatura.
La diferencia de temperatura era considerable, de aproximadamente 55 grados centigrados. Debido a las propiedades del fluido especial, la cámara especial de recuperación debía aumentar la temperatura, logrando regular una temperatura media de 80 grados centigrados con una ligera tolerancia de 5 grados arriba o abajo.
Rilley caminó fuera de la cámara especial, de los poros de su piel comenzó a fluir un líquido azul marino que lo cubrió por completo, en solo unos segundos se amoldó en una vestimenta casual.
Rilley se detuvo por un momento para mirar su atuendo. —Es extraño, me siento aún desnudo. Pero también me siento tan libre, tanto que el viento puede tocar cada parte de mi piel. Realmente es algo cómodo, sentir la libertad de la desnudes sin estar desnudo en absoluto.
Rilley entonces pensó en algo y dijo. —En verdad es muy práctico tener a un simbionte a disposición. Las mujeres se volverían locas por tener uno, fácilmente podrían cambiar sus atuendos y seguir las extrañas tendencias de la moda.
Antes de que Rilley continuara con sus aleatorias divagaciones la voz de su asistente virtual se escuchó a través de los altavoces dentro del laboratorio.
«Dr. Glass bienvenido de vuelta. Lamento interrumpir sus pensamientos, pero la disposición del prisionero Scott Summers con nombre clave "Cíclope" necesita de su atención».
—¿En dónde dejaste al sujeto?. -preguntó Rilley con genuina curiosidad, él recordaba que simplemente había tirado a Cíclope a un lado y poco después había perdido el conocimiento. Quería saber cual fue la decisión que tomó Sophin una vez que no estuvo presente.
«Tomando en cuentas que se trata de un sujeto de investigación importante para usted, el prisionero fue llevado a la sala de pruebas E-125, actualmente se le suministran fuertes anestésicos para inhibir su actividad y mantenerlo bajo control».
—Vaya, así que lo has drogado. -dijo Rilley entendiendo el punto principal.
«... Si».
—Muy bien, tomaste una buena decisión. Si el sujeto hubiera estado consciente podría haber destruido mi laboratorio, o peor aún hubiese filtrado su paradero al grupo de X-Men. Si ellos me encuentran en mi estado debilitado estoy seguro de que no tendrán escrúpulos.
«Según la información encontrada en diferentes fuentes el grupo X-Men no parece ser agresivo, las disputas y riñas que han tenido anteriormente han terminado en convenios, tratados y algunas derrotas. Todo esto apuntando a los X-Men como los mayores beneficiarios».
—No te dejes llevar por esa información superficial, solo puedes ver lo que ellos quieran que veas. Ese grupo de locos se rige bajo una moral distorsionada, tal vez podrías creer que sus reglas éticas tienen una unión con la ética y moral entendida por las masas. Pero ten por seguro que eso no es así. Ellos se creen el siguiente paso de la evolución humana, lo que significa que ven a los seres humanos así como todo lo que ellos crearon como un vestigio que debe ser demolido.
«... Parece que tiene algún tipo de prejuicio hacia los mutantes, pero ellos en realidad no son diferentes a los humanos».
Rilley no cambió su expresión por las palabras de Sophin, simplemente negó con la cabeza. —No tengo un prejuicio hacia los mutantes, en primera instancia jamás los he diferenciado de la misma humanidad... Tal vez no lo entiendas ahora, pero creo que en un futuro finalmente lo entenderás... Ellos desde un principio se han quitado de la línea humana, creyendo así que son una nueva raza.
...
Las palabras de Rilley no eran simples palabras vacías. Como un lector de los cómics entendía un poco la filosofía de los diferentes grupos mutantes. Algunos querían aceptación y formar parte de la sociedad como uno más, pero desde un principio cuando ellos sintieron las diferencias que tenían con los seres humanos comunes en el fondo de sus corazones la arrogancia se había arraigado fuertemente, por lo tanto ellos subconscientemente no intentarían formar parte de la sociedad activamente.
Tomando en cuenta aquellos cambios a nivel psicológico, y sumando también las disputas con los intereses gubernamentales de cada país, se les distribuyó a las masas el miedo por los mutantes, seres que no son de la misma raza, y por tanto tendrían ambiciones, lo que desencadenaria peligros para la pacífica vida de los simple seres humanos. Ese miedo a la perturbación de sus vidas se transformó en su aversión hacia los mutantes.
Tanto la opinión publica como la inacción de los mutantes enterró profundamente aquellos pensamientos negativos en las mentes de las masas, entre ellos mismos se reprimían equitativamente para que ningún otro humano común aceptara a los mutantes a sus círculos sociales. Esto con el pasar del tiempo reprimiría a cualquier individuo o grupo conformado por mutantes.
Por el otro lado estaba el lado más extremista de los mutantes, aquellos que abogaban por la supremacía y la represión humana. Se veían a sí mismos como el siguiente paso de la evolución despreciando por completo a los seres humanos, después de todo ya no venían conexión alguna con seres tan débiles.
Este grupo extremista siempre causó caos por donde fuera, dificultando aún más la integración del grupo mutante con la sociedad. Después de todo ellos demostraban lo que los gobiernos querían transmitir a través de los medios de comunicación masivos.
Había muchas diferencias, pero también tenues parecidos con cada grupo mutantes. Pero en lo que más se parecían era en el miedo, más allá de pequeñas escaramuzas ninguno se atrevía a ir más lejos, ningún mutante por más extremistas que fueran llegó a causar la baja de un gran número de seres humanos.
Si estos se atrevieran a tales actos, entonces los gobiernos nunca más tendrían escrúpulos y los atacarían abiertamente con toda la tecnología del país. Dejando fuera los gobiernos, había una gran cantidad de sobrehumanos con habilidades capaces de rivalizar con los mutantes, a diferencia de los mutantes estos sobrehumanos jamás pensaron deslindarse de la humanidad, todos tenían familiares cercanos y nunca renunciarían a sus lazos.
Tomando en cuenta que los grupos mutantes son una minoría, sería seguro pensar que los mutantes podrían ser exterminados hasta la raíz a través de una guerra a gran escala contra los sobrehumanos y toda la tecnologia humana disponible.
Estas consecuencias eran de temer, y Rilley pensaba que ambos líderes de grupos mutantes eran hombres inteligentes que ya habían pensado en una situación similar. Por lo que ninguno se atrevería a hacer algo sin antes tener la fuerza suficiente para soportar esas consecuencias.
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