Cortejando a la Muerte

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Mo Ruyue rodó los ojos hacia Shen Yunyan y dijo con una sonrisa:

— ¿Y qué si usé artes yao indecibles? ¿Violé las leyes de los territorios mo?

Luego, miró hacia arriba a Mo Chengfeng, quien estaba sentado en el asiento del árbitro:

— Hermano Mayor Mo, ¿puedo pasar la prueba de esta manera?

Mo Chengfeng miró la cara de Mo Ruyue. Ella estaba, de hecho, calificada para pasar la prueba ahora.

¿Podría ser que Ruyue realmente quisiera ser la Santa?

—Claro —Mo Chengfeng frunció los labios y dio una respuesta justa—. Aunque no deseaba que Ruyue se convirtiera en la Doncella Santa, no podía ir en contra de la justicia delante de tanta gente.

[Sistema de Pez Salado: Por favor, toma el puesto de Santa.]

La boca de Mo Ruyue se retorció al mirar la misión que el Sistema le había dado.

Este sistema era realmente perezoso.