El Puñetazo de Arlo

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Porque una Formación Rúnica, que mantenía el cielo despejado de nubes y la tierra justo debajo libre de niebla, estaba en funcionamiento, la luz del sol entraba al jardín en esta hora del día y permeaba gran parte de sus sinuosos caminos y rincones, permitiendo a viajeros como Roy y Amelia ver el camino por delante y en qué estaban pisando.

Las formaciones rúnicas, como sus nombres, se derivaban de las piedras rúnicas.

Un grupo de grandes magos investigó las piedras rúnicas por incontables años y se dieron cuenta de que eran un producto de la alquimia antigua, una combinación de varios elementos que poseían un gran poder.

Solos, esos elementos no merecían preocuparse demasiado.

Pero una vez que un Alquimista los junta en una sola pieza, se convierten en las piedras rúnicas más deseadas.

Pero el arte de la alquimia antigua se había convertido en parte de la historia perdida hace años desconocidos.

La alquimia de hoy estaba limitada no solo a las recetas de piedras rúnicas, sino también a los materiales necesarios para hacerlas.

Criaturas y minerales de tiempos antiguos ya no se veían en estas tierras, haciendo que muchas recetas de alquimia actuales fueran totalmente inútiles.

Los alquimistas eran pocos y el trabajo menos deseado por muchos, porque la alquimia era difícil, y solo unos pocos elegidos se encontraban en su cúspide, supervisando el mundo desde sus poderosas Torres de Magos.

Había muchos tipos de formaciones.

Algunas eran capaces de crear pilares de fuego.

Otras podían crear un escudo enorme y lo suficientemente resistente como para bloquear una lluvia de flechas y bolas de fuego.

Pero todas tenían dos cosas en común...

Y eso era su sistema de rangos y su necesidad de incontables piedras de maná para funcionar correctamente.

Dependiendo de su fuerza y efectos, se dividían en 5 rangos, comenzando desde rango 5 y subiendo hasta rango 1.

Las formaciones rúnicas de rango 5 eran las más débiles mientras que las de rango 1 eran las más fuertes.

No había muchas formaciones capaces de cambiar el entorno de un área seleccionada según el deseo de una persona a gran escala, pero cada una de ellas estaba por encima del rango 3.

La formación que regulaba la temperatura del jardín del conde era capaz de cambiar el clima, por lo que aunque no era de rango 1, estaba infinitamente más cerca de uno.

Eso significaba que consumía piedras de maná como un niño que se excede con los caramelos o un drogadicto aspirando polvo blanco induciendo sueños hasta que la muerte lo abraza.

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Roy también descubrió la existencia de la formación de rango-2 cuando se paró al borde del jardín.

Un paisaje lleno de espesa niebla se reflejó en sus ojos.

Con solo dar un paso, dejaría atrás un jardín brillante y soleado y entraría en un camino frío, húmedo y oscuro iluminado escasamente por las farolas.

—¿Es el conde tan rico que no necesita preocuparse por el costo de ejecutar una formación que cambia el clima todo el tiempo para mantener su jardín bonito y su casa caliente? —Roy realmente no quería llamar Conde Badulf a su padre, así que lo mencionó por su título en su lugar. Ese hombre podría ser su padre biológico, pero no espiritualmente. Añade el hecho de que Badulf no visitó a Viejo Roy una última vez después de caer en el estanque, y entenderás por qué Roy Fisher era reacio a llamarlo padre.

—La vegetación en el jardín del conde es de naturaleza mágica. Necesitan luz solar diariamente para sobrevivir. Si pasan más de 24 horas sin ella, comenzarán a marchitarse, acercándose más a la muerte. Sería necesario mucho recursos para revivirlos en ese caso. El costo sería mayor que el de ejecutar la formación para satisfacer su necesidad de luz solar —Roy hablaba consigo mismo, pero su atenta criada pensó que le había dirigido una pregunta a ella, y por eso le respondió.

—¿Por qué no dejarlos morir y ahorrar el dinero para tipos raros de árboles que sean agradables a la vista y puedan sobrevivir en el frío? —Este era un mundo de magia. Todo tipo de cosas existían en él. No se podía decir que no existieran árboles capaces de florecer en temperaturas bajo cero en algún lugar del mundo también.

—El Conde contrató a los magos para atender todas sus necesidades por una razón. Todos ellos son de variedades exóticas. Producen un montón de frutas semanalmente. El conde guarda algunas de ellas y pone las otras a la venta en subastas. En la casa de subastas, hay muchos a quienes les gustan estos tipos de frutas. También pueden beneficiar a los magos. Así que cuestan bastante. Se puede decir que la cantidad ganada vendiéndolas supera con creces el costo de ejecutar la formación y los gastos mensuales usados en el cuidado del jardín —Amelia señaló a los árboles a su alrededor.

'Parece que Amelia sabe mucho sobre lo que sucede en la casa del conde. Bueno para mí.—El conde era un hombre codicioso. No estaba satisfecho solo con el negocio de venta de hojas de té exóticas, así que abrió un negocio de venta de frutas mágicas.

¿Era un caballero del Imperio o un empresario? Ah sí, ¡era un conde ambicioso buscando acumular más oro sobre su montaña de riqueza!

—Es el trabajo de los magos maximizar las ganancias y minimizar las pérdidas de su señor manteniéndolos bien alimentados, pero solo disfrutan de los huesos sobrantes que su señor les lanza. Mi padre —Me crispo al llamarlo así— es un hombre astuto orientado al éxito.

...

—La mañana es bastante brumosa. El camino a nuestro destino es largo, frío y apenas iluminado, no adecuado para transitarlo —Amelia estaba reacia a ver a su recién recuperado joven amo ir a ese lugar a entrenar—. ¿Qué tal si volvemos en otro momento?

Roy se volvió hacia Amelia. —Puedes volver si quieres, pero yo no. Si dejo que un ambiente no adecuado para el entrenamiento me detenga, temo que no saldré de la sombra de mis hermanos en esta vida.

O más bien... estaba demasiado curioso sobre el alcance de la capacidad de su dedo de oro como para volver atrás.

¿Quién querría entrenar en el frío?

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Definitivamente no un hombre con un dedo de oro como él.

Pero como dicen, la curiosidad mató al gato.

No estaba dispuesto a morir para sacar lo mejor de su sistema, pero tampoco estaba dispuesto a quedarse quieto.

—No tengo nada que hacer a esta hora del día. Así que iré a donde tú vayas —Roy salió de la barrera que impedía que el frío y la niebla invadieran el jardín y la enorme mansión en el centro.

Amelia, por supuesto, lo siguió.

Roy no la detuvo.

Ella estaba decidida a estar con él, y él no tenía en sí mismo decirle con firmeza a esta tonta joven que se alejara.

Hacía frío y todo eso, pero si él podía soportarlo apretando los dientes, entonces Amelia, que era físicamente y mágicamente mucho más fuerte que él, también podía soportarlo sin mucho esfuerzo.

En su relación, él era la parte más débil.

Suspiró.

...

Cuanto más cerca llegaba Roy al campo de entrenamiento para caballeros, más densa se volvía la niebla en su camino, hasta el punto de que era difícil ver qué había a 5 metros de frente.

...

—En lo profundo de la niebla hay un hombre demasiado audaz.

No solo es calvo, sino también valiente, una única pieza.

Desconociendo lo que significa tener miedo, se ríe de la Espada Feroz.

Pagando algunos cobres a los miserables espíritus, fuerza la Creación de las nubes.

Oculto en ellas, destapa un par de frascos que valen lo de tres días de comida.

Tal lujo... ¿Quién se atreve a soñarlo?

Infringiendo la regla del conde la primera cosa de la mañana, casualmente toma un trago de la buena y vieja Cerveza.

Una barata, directamente de la bodega húmeda del pub.

—¿Por qué siento que a mi obra maestra le falta algo? ¿Olvidé añadir algo? —se preguntó.

¡Ah sí!

—No se esconde por miedo a ser atrapado, sino por elección —El día apenas había comenzado, pero alguien ya ha empezado a beber.

Una olla de Cerveza Barata del pub de la esquina fue vaciada por el hombre en un mero momento, quien la consideraba un lujo.

¿Adónde fue?

Dentro de su estómago.

Pero algo se le salió por la nariz cuando se atragantó a mitad de camino.

El hombre era intrépido, por lo que bebió otra olla como si no hubiera casi muerto ahogado por la Cerveza apestosa y picante.

Él era un hombre que vivía la vida de la manera más intensa.

Pero tenía un problema.

No era un buen borracho.

No es que torturara pobres almas con los puños como haría el pendenciero borracho.

Pero escuchar su poema era peor que eso.

Sus poemas normalmente no ven la luz del día.

Pero había algunos hombres abandonados por la suerte.

Ellos eran lo suficientemente desafortunados como para escucharlo y todos hubieran deseado poder retroceder un día en el tiempo.

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Sin embargo, lo escuchado no podía desescucharse, así como el tiempo no podía revertirse.

Solo podían llorar en silencio, pagando en oro a un Mago Mental para que les borrara la memoria de aquel día.

Los poemas de este hombre eran tan malos como su línea de cabello... ¡Oh, cierto! ¡No tenía ninguna!

No había problema... ya era viejo y había engendrado cuatro hasta ahora, así que tener una cabeza con un solo cabello realmente no le importaba.

¿O sí?

Los espectadores realmente no lo sabían.

Pero estaban seguros de que si el conde se enteraba de las acciones del hombre, ¡sería mejor para él estar muerto!

—¿Eh? ¿Estoy oyendo cosas? ¿Quién vendría aquí a esta hora del día? —El hombre ebrio se confundió después de escuchar el sonido de pasos.

Aunque borracho y con la vista borrosa, podía distinguir que se le acercaban dos almas perdidas.

—Uno tiene pasos pesados. Así que tal vez están vestidos con armadura completa. Los otros son ligeros. ¿Un asesino o una chica pequeña? —Sin siquiera mirar, el hombre determinó lo que podrían ser con solo el sonido de sus pasos. Era, sin lugar a dudas, un caballero de primera clase con estadísticas en los cientos.

La curiosidad ganó y levantó la vista, solo para ver a las personas que menos esperaba encontrar allí.

El hombre no esperaba que nadie viniera a esta hora del día.

El caballero del condado solía venir al salón de entrenamiento por la tarde.

Después de todo, era en ese momento cuando la formación del condado activaría su función de cambio ambiental, lo cual, a su vez, haría que la temperatura en el campo de entrenamiento fuera soportable para que los semidesnudos blandieran sus espadas, gritaran más fuerte que los perros y corrieran docenas o cientos de millas no menos rápidas que los caballos normales.

—¿Qué haces aquí? —El hombre se sorprendió al ver que el hijo menor de Badulf irrumpía en su territorio en el momento más inesperado. Este no era un lugar para un joven enfermizo como él.

Roy no le respondió de inmediato. Su actual realidad era muy diferente al pasado. Él era el hijo del conde. No estaba obligado a ofrecer una respuesta a cualquiera, especialmente a un hombre que parecía un secuestrador.

Roy miró a su criada. —¿Quién es él?

Ella se acercó a él, trayendo consigo un olor que Roy encontró bastante agradable, antes de susurrarle al oído. —Él es tu tío.

Roy tosió y examinó al hombre de arriba abajo con suspicacia.

Por primera vez, le costaba creer las palabras de su amada criada.

'Qué hombre tan feo... Definitivamente no puede ser el hermano de mi madre.'

Roy no quería juzgar a los demás por su apariencia. Pero no podía evitarlo.

Compararse a sí mismo con el hombre era como comparar un montón de estiércol con una montaña de basura.

Sin cejas y sin cabello en la cabeza y un cuerpo de más de 2 metros de altura, aquel hombre estaba en el lado opuesto de la estética humana.

Su madre era conocida por su belleza.

No había manera de que ella tuviera un rufián calvo como hermano.

Como Roy adivinó, el hombre calvo era el tío fraterno de su nuevo cuerpo.

Y no tenía una buena primera impresión de su padre.

Así que naturalmente tampoco veía a este hombre en una buena luz.

Las manzanas no caen lejos del árbol.

¡Una manzana podrida corrompe todas!

Un sinvergüenza en la familia generalmente significa que la familia entera está hecha de sinvergüenzas.

—Tío, estoy aquí para entrenar —respondió con frialdad.

—¿Aquí para entrenar? ¿Tú?

Arlo abrió los ojos como platos, seguro de que no estaba alucinando. Este chico que no había corrido una milla en su vida se había levantado tan temprano para blandir una espada como si realmente lo quisiera. ¿Había salido el Sol por el Oeste hoy? ¿Qué estaba pasando?

—Sí, es como has oído. Rozar la muerte me ayudó a darme cuenta de lo ridículamente débil que soy. Solo caer en un estanque por la noche casi me quitó la vida. Afortunadamente, tenía una criada capaz a mi lado, cuidándome día y noche. Me habría despedido de los vivos si no fuera porque ella bajó mi fiebre. He adquirido una nueva motivación para mejorar, así que estoy aquí para probar suerte con la esgrima.

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Roy ya había preparado una excusa para explicar sus cambios repentinos a cualquiera que tuviera curiosidad. No esperaba que fueran muchos. Después de todo, era casi inexistente para la gente de esta familia. No les importaba su vida y muerte, esperando a que se pudriera en su habitación que era más como una jaula.

—Está bien, te creo. El campo de entrenamiento está abierto para ti hasta que yo diga lo contrario. Sin embargo, debes recordar. La motivación te ayudará a dar el primer paso hacia el éxito, pero solo la consistencia, la convicción y el trabajo duro te llevarán una milla adelante. Si tienes talento para algo pero no trabajas duro, serás como mucho mediocre en eso con miles si no decenas de miles por encima de ti.

Roy lo podía sentir. Este hombre le daba consejos sin ninguna mala intención. No era nada como Badulf.

—Duraré lo suficiente para estar frente a tu tumba como un orgulloso espadachín, viejo —murmuró Roy en voz baja.

Pero los ojos del hombre se contrajeron, lo que claramente indicó que había captado las palabras del chico.

En lugar de estallar, se rió entre dientes y cerró los ojos.

—¿Por qué te emborrachas tan temprano en la mañana? ¿No sabes? Demasiado de esta cosa puede ser malo para tus riñones. Podría darte un boleto anticipado al plano lejano —Al escuchar lo que dijo, Arlo tosió.

El plano lejano del que el chico estaba hablando... ¿no era acaso el más allá?

¿Este chico estaba obsesionado con hablar de la muerte con un hombre que no había visto en mucho tiempo?

Lanzó casualmente las ollas vacías y llenas hacia arriba. La gravedad entró en juego, tirándolas hacia abajo. La embriaguez en sus ojos se evaporó en un abrir y cerrar de ojos como si fuera magia.

¡Zumbido! ¡Zumbido! ¡Zumbido!

Sus puños salieron disparados como cañones de fuego rápido, tan rápidos que Roy y Amelia solo vieron miles de imágenes borrosas de sus brazos extendidos en el aire.

Roy juró que el mundo estaba retrasándose.

¡Bam! ¡Bam! ¡Bam!

La mayoría de los sonidos se cancelaron entre sí. Los que escucharon vinieron cuando las imágenes residuales se dispersaron. Junto con eso, la evidencia de su crimen se convirtió en aire.

Volvió a golpear.

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Esta vez, la fuerza detrás de su ataque fue tan grande que creó una onda de choque desastrosa que apartó cada gota de cerveza, su olor, la niebla y las cenizas de la olla de esta área, dejando solo a su sobrino y la criada a su lado ilesos.

¡Tenía gran fuerza y gran control sobre su fuerza!

—¿Vino? ¿Qué vino? —dijo el hombre con un tono perplejo mientras sonreía al chico y su criada que estaban paralizados en su lugar.

Ya fuera por miedo o asombro... Solo ellos lo sabían.

[¡Ding!]

[Nivel de habilidad muy bajo.]

[No puedes inspeccionarlo.]

Roy utilizó su habilidad con el hombre en su visión, pero fracasó en obtener cualquier información sobre él.

—¿No estábamos hablando de lo bueno que está el clima? ¡Jajaja! —Roy soltó una carcajada. Internamente, se tragó la saliva.

¡Mierda! Este hombre es poderoso desconocidas veces más que yo. Mejor no tocarle los nervios.

—Sí, sí, estábamos hablando de eso. Este es un buen momento para entrenar. ¿No estabas aquí para eso? Date prisa y ponte a trabajar. Los jóvenes no deberían perder el tiempo. Eso es lo que los viejos como yo deberíamos hacer, Kuhe. —¡Te dejaré pudrirte gustosamente!

—Por favor, discúlpenos. —El tono de Roy se volvió más humilde después de ver la ridiculez de la que era capaz el hombre.

El hombre, que ya se había acostado y les daba la espalda, movió la mano con indiferencia como si les diera permiso para no estar parados a su cabeza.

Roy agarró a su criada petrificada y se fueron, sin molestarse en mirar atrás la escena de la tierra invadida por la niebla giratoria.

No sabían que alguien lloraba con la cabeza entre las manos.

Mi vino de cuatro cobres. Todo se ha desperdiciado. Maldita sea. —Después de actuar con frialdad para impresionar al chico, Arlo lloró lágrimas de sangre, sintiendo como si su alma hubiera salido de su cuerpo.