Espada del Rey (Parte 4)

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Mientras Kaizen se recuperaba del impacto de la caída, observó detenidamente sus nuevos alrededores.

Majestuosas montañas nevadas se alzaban a su alrededor, creando un paisaje impresionante e imponente. La nieve caía suavemente desde el cielo, creando una manta blanca que se extendía a través del patio del templo, el cual parecía un lugar abandonado, mostrando toda la estructura de madera del edificio principal a la vista y con varias tejas faltantes en los techos.

Cada copo de nieve era como un pequeño diamante flotando en el aire, y el aire frío y fresco acariciaba la piel de Kaizen.

El lugar tenía una atmósfera serena y mística, donde la quietud y la grandeza se mezclaban armoniosamente.

La vista de este nuevo mundo despertaba una variedad de emociones en Kaizen. Sentía una mezcla de asombro, maravilla e incluso miedo, porque no tenía idea de dónde estaba.