Cuando Max y su tripulación llegaron al área de acoplamiento de los barcos mercantes, vieron que había un alto número de oficiales de seguridad tratando de monitorear estrictamente el flujo de mercancías y personas en el área, ya que estaban desesperadamente tratando de identificar a algunos individuos.
El problema era que, con el brote de fuego un montón de comerciantes estaban apresurando en bienes que de otro modo habrían perecido en el fuego de varias tiendas locales para su custodia, y varios inmigrantes y turistas también se apresuraban en huir del planeta porque no podían llegar al centro de teleportación a causa del fuego.
Debido a esta situación, el orden público se había quebrantado y los oficiales locales no eran capaces de desempeñar sus deberes a plena capacidad.
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