Secuestrado Otra Vez

Reuniendo su coraje, alzó sus ojos verdes y miró profundamente en los azules de él. Luego preguntó:

—No te voy a decir nada. Entonces, ¿qué piensas hacer al respecto?

Jack no se enfadó en absoluto. Observó a Brenda, que estaba sentada frente a él, y sonrió. La sonrisa dejó a Brenda perpleja. Según lo que ella esperaba, Jack se suponía que se frustraría e intentaría amenazarla.

Pero ahora, no había nada que mostrara que estaba enfadado, aparte de la frialdad habitual que ya estaba presente en sus ojos.

—¿Quieres saber qué puedo hacer? Está bien, te mostraré lo que puedo hacer. Pero ten cuidado de lo que pides. Después de todo, si pude obtener fácilmente la información sobre la transacción entre tú y Viper, ya deberías saber que tengo habilidades —dijo Jack y, al terminar de hablar, se puso de pie y se marchó.

Es cierto, no quería matarla solo porque ella quería matarlo. No, tendría que asegurarse de encontrar primero a todos sus cómplices.